Prometen destrabar la obra de la ruta 22 en Roca, Allen y Cervantes: no habrá «elevaciones»

El administrador provincial de Vialidad Nacional, Gustavo Casas,  dijo que llegaron a un acuerdo con los intendentes.

El desacuerdo que trabó durante años la ampliación de la ruta nacional 22 en el tramo que involucra a General Roca, Allen y Cervantes está a punto de quedar atrás y depende de un convenio que firmarían en breve las autoridades de Vialidad con las intendentes de esas tres localidades.

Así lo aseguró hoy el administrador provincial de Vialidad Nacional, Gustavo Casas, quien dijo que no hay un plazo estricto pero habló de “un viaje en los próximos días de las tres intendentes (de esas localidades) a Buenos Aires” a fin de suscribir el acta que pondría fin a un conflicto que lleva cerca de una década.

Señaló que el nuevo proyecto se diseñó “sin elevaciones” de la ruta, para responder a un pedido expreso de los municipios. “La obra ya está licitada y habrá que hacer las adecuaciones, para comenzar cuanto antes -dijo Casas-. A partir de esto no vamos a tener ningún inconveniente con la ejecución, porque ya lo acordamos antes. Es otra Vialidad”.

Según el funcionario, el acuerdo llevó tiempo pero “hubo buena respuesta de todos”. Subrayó que la nueva política del organismo nacional es “atender lo que plantean las comunidades, porque aparecen nuevos barrios, nuevas necesidades, y hay que escuchar”.

Reiteró que para resolver la traza en Roca y las localidades vecinas “al menos telefónicamente hubo acuerdo en la última propuesta, y ahora hay que ponerlo en el papel”. Casas afirmó que descomprimir el litigio sobre esa obra “traerá oxígeno a todo el Alto Valle”.

La parálisis de la obra entre Fernández Oro y Cipolletti

También se refirió a la parálisis que afecta hoy los trabajos que tiene a cargo la sociedad CPC-CN Sapag en el segmento Fernández Oro-Cipolletti y que también, según dijo, está en vías de solución.

Según Casas “es un tramito que quedó parado a la altura de la isla Jordán”, a partir de un reclamo de los vecinos afectados, del que se hizo eco el municipio.

Explicó que las diferencias tienen que ver con un puente sobreelevado, para permitir el paso por debajo de la ruta, lo cual afectaría la vida cotidiana de un barrio que “tiene escuelas de un lado, bomberos, policía del otro. Son cuestiones que hay que atender”.

Señaló que el replanteo “está en una mesa de toma de decisiones en Buenos Aires”. No quiso hablar de plazos, pero estimó que podría llevar “de dos o tres meses”.

Dijo que “en principio el acuerdo está, pero hace falta reactivar papeles de acá y de allá, y en Vialidad todo necesita 18 aprobaciones”. Explicó que su experiencia laboral previa fue en el ámbito privado, “donde uno resuelve la cosa hoy y mañana la está haciendo, pero en el Estado no es así”.

Casas dijo que más allá de ese contratiempo en Cipolletti hoy la obra de la ruta 22 tiene un impulso que nunca tuvo. “Antes la pregunta era ¿cuándo reactivan la obra? Hoy nos preguntan cuándo la terminamos”. Insistió en que la nueva gestión se maneja con criterios distintos a sus antecesores. “Somos de poner el oído en el territorio, somos respetuosos del valor paisajístico y también de los asentamientos humanos. Si se necesita resolver una ubicación, se va a hacer”, sostuvo.

Sin que medie pregunta alguna, advirtió luego que “la ruta por las bardas no está descartada” y que entra dentro de las planificaciones viales “a 20 años”. Sería un proyecto “muy importante para toda la región”, afirmó Casas. Puso como ejemplo lo que ocurre en Neuquén, donde lo que antes era una ruta nacional hoy tiene características de “travesía urbana” y fue reemplazada por otra ruta de paso que rodea a la ciudad por el norte.


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