Por qué cambió de estrategia el juez del escándalo en el híper de Neuquén

En las primeras audiencias no se presentó, recusó a la jueza y al fiscal, o se fue en medio de la sesión. Ahora tiene apuro por ir a juicio.

El juez Diego Piedrabuena dio un giro a su estrategia de defensa: abandonó el estado de rebeldía, se presentó a la audiencia de formulación de cargos e intentó que el plazo de investigación sea de apenas 15 días, y no de 4 meses como pidió la fiscalía.

A trasluz del repentino apuro de Piedrabuena se dejan ver los tiempos del Jurado de Enjuiciamiento. ¿Qué ocurrirá antes, el juicio por la causa penal o el dictamen de la comisión especial sobre la admisibilidad de los dos pedidos de jury?

También se observa que decidió aplicar los consejos que le hicieron llegar los pocos que aún le contestan los mensajes, y que le sugirieron moderación y menos escándalo.

Aunque en la audiencia de formulación de cargos no se producen pruebas, Piedrabuena y su abogado defensor intentaron ayer convertirla en un juicio oral ya que discutieron y rechazaron cada uno de los elementos citados por la fiscalía en contra del juez imputado.

La jueza de Garantías Patricia Lupica Cristo lo permitió en nombre de la amplitud del ejercicio de defensa. Luego tuvo por presentados los cargos y fijó el plazo de investigación en dos meses. También aceptó a los querellantes, que representan a dos policías que cumplían tareas adicionales en el hipermercado.


El juicio y el jury


En parte, el cambio de estrategia del juez involucrado en el escándalo del hiper puede estar relacionado con los dos pedidos de Jurado de Enjuiciamiento en su contra.

Si bien hasta ahora la comisión especial que debe tratar su admisibilidad no dio ninguna señal, podría activarse en cualquier momento incluso durante la feria.

Piedrabuena estaba rebelde en la causa penal, situación que logró modificar ayer al presentarse a la audiencia y aceptar que le formulen cargos.

Esa declaración de rebeldía era uno de los motivos por los cuales el fiscal general José Gerez pidió que lo sometan a un jury. Esa causal dejó de existir ayer.

Piedrabuena no está formalmente suspendido ni de licencia, pero como informó Río Negro, fue excluido del plantel de jueces de feria y no le asignarán audiencias durante enero.


En el híper, versión fiscal


El juez pasa junto a la caja, antes de los incidentes.

Respecto de los incidentes en el hipermercado, ocurridos el 12 de diciembre pasado al mediodía, la acusación formulada por la fiscal Silvia Moreira (volvió de su licencia y reasumió la causa en reemplazo de su jefe, Maximiliano Breide Obeid) deja mal parado al juez.

Le atribuye haber insultado al cajero y a tres policías que lo detuvieron, a quienes además los amenazó con hacerles perder el trabajo. “No saben con quién se meten, soy un juez”, les habría dicho. La esposa Noemí Geldres fue acusada de lesiones leves: mordió a una mujer policía e intentó clavarle una birome, describió Moreira.

Ayer Geldres cambió de abogada y ni se asomó por la audiencia, a diferencia de otras veces en las que sus interrupciones eran una marca registrada.

Las escenas en el híper La Anónima están filmadas casi en su totalidad. Comenzaron en la caja 7 al parecer cuando el cajero le pidió al juez que mantenga la distancia que exige el protocolo sanitario. Piedrabuena se molestó, lo insultó y se fue, dejando toda la mercadería en la caja.


El descargo


Ayer, al formular su descargo, Piedrabuena lo reconoció: «El policía me preguntó por qué dejaba la compra, me quería persuadir de que pagara la compra», dijo. No aclaró por qué la abandonaba allí.

El policía era Luis Vilurón. Según la fiscalía, se acercó y le pidió a Piedrabuena que trate bien al cajero. Entonces «el juez levantó la palma de su mano y le contestó: «hablale a la mano, boludo. Cerrá el orto, no sabés con quién te estás metiendo», relató la fiscal Moreira.

La escena se trasladó hacia el sector de baños, intervinieron otros policías -Mayra Garrido y otro de apellido Amayo- y Piedrabuena terminó en el suelo y esposado. Luego lo llevaron a la comisaría Primera.

Silvia Moreira, fiscal del caso, reasumió ayer y llevó adelante la formulación de cargos.

El defensor Francisco Oneto intentó refutar una por una las pruebas. Desacreditó especialmente a los policías, a los que acusó de mentir, de utilizar «métodos setentistas», de atacar a Piedrabuena «porque creyeron que era un pordiosero» o «un negrito», y dijo que el magistrado nunca pudo intimidarlos con su amenaza de «hacerlos perder el trabajo».

Destacó que el magistrado estaba recién operado «de sus genitales», y que los policías lo detuvieron «porque sí, sin motivo».

Respecto de los testigos civiles, señaló que los más importantes no fueron convocados y los que cita la fiscalía «no aparecen en los videos».

Piedrabuena, en ejercicio de su defensa, repitió que es hijo, nieto y sobrino de policías. «No tengo problemas con los policías, muchos son mis amigos», añadió.

Pidió que les formulen cargos a Vilurón y Garrido porque hay una causa espejo, en la que los policías están imputados y el juez y su esposa son las víctimas.


Juicio directo


Tanto se debatió sobre las pruebas que la fiscal provocó a Oneto: si quiere discutir sobre las pruebas, vamos a un juicio directo.

El abogado no se achicó, y pidió que fijen el plazo de investigación en 15 días y enseguida se haga el juicio. Otra novedad: desde el 22 de diciembre se intenta concretar la audiencia de ayer, y de pronto la defensa tiene apuro por ir a juicio.

La defensora oficial Laura Giuliani, un poco espantada al escuchar este retruco, dijo que necesitaba por lo menos un mes porque está prácticamente sola y con muchos casos para atender.

También la fiscal Moreira retrocedió, y mencionó algo sobre un testigo que debía ubicar. «¿Necesita cuatro meses para eso? Menos mal que no es un prófugo», chicaneó Oneto.

La jueza Lupica Cristo consideró que el plazo razonable, atendiendo a todas las partes, son dos meses, y así lo dispuso. Los cargos son atentado a la autoridad agravado por ser funcionario público, en carácter de autor para Piedrabuena, y resistencia a la autoridad, en concurso ideal con lesiones leves agravadas por ser contra un funcionario policial, en carácter de autora para su esposa. El juez no podrá acceder a una suspensión del juicio a prueba, pero Geldres sí.

El horizonte de la causa penal quedó establecido así en el 5 de marzo. Cuánto influirá sobre la comisión especial del Jurado de Enjuiciamiento es un interrogante que pronto tendrá respuesta.


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