Posturas de yoga para fortalecer las defensas
Son tantos los beneficios que aporta el yoga a nivel físico, mental y emocional, que se dice que su práctica habitual puede cambiarnos la vida. La práctica de asanas (posturas) de yoga son una gran alternativa para mejorar el sistema inmune.
Todos los movimientos deben ser lentos y hasta donde nos permita el cuerpo para no sentir malestar.
Estas posturas ayudan a mantener fuertes los huesos y en buenas condiciones la médula ósea, que es el principal generador de las células del sistema inmunitario.
Virabhadrasana I (la postura del guerrero):
Para subir, inhala, presiona firmemente el talón trasero en el suelo y estira la rodilla derecha formando un ángulo recto.
También hay que permitirse el “hacer nada”
Virabhadrasana I:
Vriksasana (el árbol):
Si tenemos dificultad para mantener la postura, tomar una silla con el borde delantero del asiento mirando hacia uno.
Muy importante tener una esterilla de yoga antideslizante para evitar accidentes.
Son posturas energéticas y activadoras de los órganos linfoides, el timo en especial, ubicado en el esternón. Allí se generan células del sistema inmune.
Mantener las poses el tiempo que queramos, con intervalos de 60 segundos entre una pose y la otra mientras se practica la respiración.
Ustrasana (posición del camello)
Parsvakonasana
Revitalizan los órganos internos al llevar sangre renovada.
La mayoría pasamos muchas horas sentados, lo que provoca una mala circulación en todo el cuerpo. Así se acumulan toxinas y crece el riesgo de enfermedades.
Se oxigenan los órganos y se estimula una limpieza natural.
Jathara Parivartanasana
Fuente: Instructor de yoga José Luis Denino.
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