Santa Tais y Santa Pelagia: Conocé la oración para encontrar el camino como ellas

Santa Tais y Santa Pelagia no se conocieron entre ellas, pero su historia de paganía las unió. La palabra de Cristo obró el milagro que nadie creía con ellas.

Cada 8 de octubre, la Iglesia Católica celebra a Santa Tais y Santa Pelagia, quienes no se conocieron entre ellas pero la tradición las unió por el parecido de sus historias. Es que ambas dieron un vuelco total a sus vidas, después de haber oído hablar de Cristo.

Santa Tais vivió en Alejandría, Egipto, mientras que Santa Pelagia lo hizo en Antioquía, Turquía actualmente. Ambas, siendo muy jóvenes, fueron seducidas por el desenfreno, la lujuria y la influencia de la cultura pagana que las rodeaba.

Sin embargo, a pesar de ello, cuando recibieron el anuncio del Evangelio dejaron todo atrás para seguir su ejemplo y reparar así el daño que se hicieron a sí mismas, buscando el camino de la santidad.

Cuenta la historia que Tais fue una famosa meretriz, quien vivió antes que Santa Pelagia. Las riquezas terrenales y los guiños mundanos la llevaron al camino de la perdición, y la gente que la rodeaba creía que era imposible su vuelta a la Fe.

Sin embargo, entonces, un encuentro con san Pafnucio la hizo reflexionar, lo que la llevó a su conversión para llevar una vida de penitente hasta el momento de su muerte. Santa Tais es Patrona de Alejandría.

Por su parte, Pelagia era una bailarina cortesana alejada del camino de Dios y parte de una vida hedonista. Si bien parecía imposible su vuelta al Señor, la Providencia le puso en el camino los instrumentos apropiados para encausarla.

A Santa Pelagia le bastó escuchar al obispo Nono en sus predicaciones, para iniciar un proceso de cambio que concluyó en su conversión al cristianismo. En ese marco de fe, Pelagia dejó todo lo que la rodeaba y se marchó a Tierra Santa.

Cómo pedirle a Santa Tais y a Santa Pelagia: Esta es la oración para pedir su intervención


En el día de Santa Tais y Santa Pelagia, esta es la oración para pedir su intervención:

Oh, Dios, que concediste a las santas Pelagia y Tais
ser conocedoras de tu gran amor y misericordia,
concédenos llegar, como ellas,
a la purificación de nuestras faltas
para comenzar a seguirte por la senda del Evangelio.

Amén.


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