Renuncias masivas de médicos en el hospital Castro Rendón

Se necesitan 21 profesionales para atender las emergencias en el hospital más grande de Neuquén. Hay cuatro que están de licencia o en comisión y ahora se fueron cinco porque les ofrecen mejor pago y trabajo más aliviado en el sector privado.

Redacción

Por Redacción

El director del hospital Castro Rendón, Adrián Lammel, confirmó que presentaron la renuncia cinco profesionales que trabajaban en la guardia de emergencia del establecimiento más grande de la provincia de Neuquén por cuestiones salariales.

«Es por un tema salarial y lo expresaron de esta manera, había una atracción de irse al subsector privado donde los habían convocado con una mejora en el pago de guardias, por un lado, y por el otro con un trabajo más liviano«, dijo el funcionario.

Agregó que frente a un mejor salario y distribución en la carga horaria «es difícil competir para nosotros» en referencia a la administración del sistema público de salud en la provincia, al tiempo que recordó que en otras oportunidades le ha tocado enfrentar esta situación: cuando el salario queda bajo los profesionales suelen irse.

Lamentó la situación porque planteó en declaraciones a LU5 que «es gente muy formada» y porque «muchos son residentes que se han formado como emergentólogos y muchos tienen un corazón agarrado en el sistema público«.

Expuso que en la pandemia, particularmente en el servicio de emergencia han tenido una alta demanda de trabajo, y ahora no sólo se convive con el covid sino con otras patologías, como el politrauma, que vuelven a tener prioridad.

«Realmente hay un trabajo a destajo, muy intenso y pensar en una segunda ola la gente se pone inquieta y con una cuestión no atractiva desde el punto de vista salarial, lo han manifestado de una manera franca a diferencia de otros sectores», admitió Lammel.

En la guardia se necesitan 21 profesionales y ahora tienen 18 de los cuales hay cuatro de licencia por embarazo, por ser grupo de riesgo y por comisión de servicios en otros lugares, como por ejemplo el SIEN. Es decir que de los 18 quedan nueve emergentólogos luego de restarles las licencias y ahora las renuncias.

Reconoció que es difícil sostener una guardia de calidad con este volumen de profesionales y que van a ver de qué manera se puede gestionar para que no suceda.

Señaló que es difícil competir con el privado porque se adecúa a los vaivenes económicos y que, en el caso de la medida judicial con los terapistas, se «embarró» con otras cuestiones.

Se pronunció a favor de una solución general porque el Castro Rendón «es una olla a presión» donde los problemas se presentan como un dominó.

Lammel sostuvo que la pandemia trajo una diferenciación en la atención de los centros de salud y otros hospitales que «cuando se complejiza todo termina en la guardia del Castro Rendón, es una caja de resonancia cuando llegan las cosas desfasadas».

Reconoció que es difícil conseguir profesionales y se manifestó a favor una solución general. Los renunciantes, dijo, aún deben trabajar un mes más y que se hará lo posible para que desistan de la decisión.


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