San Martín de los Andes presenta su tesoro de aves

En el mes de las aves, la Reserva Natural Urbana (RNU) Cotesma permite el encuentro con la naturaleza. Aquí se han registrado cerca de 117 especies de aves, casi la mitad de todas las registradas en la provincia de Neuquén.

Redacción

Por Redacción

En San Martín de los Andes hay un lugar donde se puede apreciar la naturaleza en estado puro. La Reserva Natural Urbana Cotesma se encuentra en un rincón muy cercano a la ciudad y es habitada por cientos de especies de aves que seducen a todos los que por allí pasan.

La zona de la Vega Plana está ubicada a solo 7 kilómetros del casco céntrico (en el km 2219). Se trata de un espacio de tierras bajas e inundables, que poco a poco fue poblándose con diversos barrios, a excepción de una importante hondonada donde hay una serie de lagunas interconectadas, hogar perfecto para diversas especies de aves.

Los guías de observación de aves del Parque Lanín cumplen un rol fundamental en el descubrimiento de este paraíso. Foto Patricio Rodríguez.

Este humedal, también conocido como mallín, cumple funciones fundamentales en el medio ambiente, como la purificación del agua, la absorción del agua de lluvia y deshielo. Por otra parte, previene inundaciones.

Su historia cuenta que un buen pase del destino logró reunir en el año 2013 a la Cooperativa Telefónica de San Martín de Los Andes (Cotesma) con dos organizaciones no gubernamentales para crear y poner en marcha esta Reserva Natural Urbana.

Los teros ponen sus huevos al final del invierno. La misma pareja puede poner varias veces al año. Foto Patricio Rodríguez.

Actualmente, Cotesma y la ONG Conservación Patagónica mantienen claros fines conservacionistas, educativos y de investigación aplicada.
“Llegan observadores de aves en general, desde chicos de escuelas y visitantes avezados, de distintos lugares del mundo. Hasta desde Inglaterra nos pasó que llegaron a avistar aves, también fotógrafos profesionales y personas que están interesadas”, dijo Ricardo Nogara, guía de observación de aves del Parque Lanín.

Cómo llegar

El ingreso a la reserva se encuentra sobre la mítica Ruta 40 en el Kilómetro 2019. La visita es destinada al público en general y se realiza con la compañía de guías. A lo largo de los 2 kilómetros del sendero se atraviesan diferentes ambientes, como el sauzal, el pastizal, el juncal y las dos lagunas permanentes que se encuentran en la reserva.

El diucón (Xolmis pyrope) es un ave paseriforme de América del Sur. Foto Patricio Rodríguez.

Al llegar a la reserva, se encontrará con una casilla, en la que los guías lo esperan para llevarlos a un paseo por la reserva. Ricardo sostiene que para observar aves, lo único que se necesita es paciencia, interés y unos prismáticos. Si no tienen, les prestan unos desinfectados.

Antes de ir se puede llamar por teléfono al 02972-422415 para coordinar. En su Instagram reservanatural_cotesma informan los horarios.

Voy

En cada ambiente se pueden apreciar las diferentes especies de aves que eligen el lugar para descansar, alimentarse o nidificar. En la reserva se registraron cerca de 117 especies, esto representa casi la mitad de especies registradas para toda la provincia de Neuquén.

La loica común (Leistes loyca) o pecho colorado sobre la nieve de septiembre. Foto Patricio Rodríguez.

“El objetivo de la Reserva es proteger el espacio para preservar la nidificación de muchas aves”, sostiene Ricardo Nogara y agrega que la lucha contra la presión inmobiliaria es muy importante.

Se destaca la presencia de aves como el cauquén real en el pastizal, que forma bandadas que pueden superar los 700 individuos en otoño e invierno; los cisnes de cuello negro que se alimentan en las lagunas; o el escurridizo tachurí siete colores que se asoma cada tanto en el juncal.

El cauquén común posee dimorfismo sexual. El macho es blanco y negro y la hembra marrón. Foto Patricio Rodríguez.

No pueden faltar las aves cazadoras como el gavilán ceniciento, el milano blanco, el halcón peregrino, el halcón plomizo y el halcón colorado que sobrevuelan el pastizal buscando su alimento. Dentro del grupo de los búhos, se suele ver al pequeño caburé grande y al silencioso lechuzón de campo.

En el actual contexto de pandemia la observación y registro de aves debe realizarse respetando las pautas locales de seguridad sanitaria.

sostienen los guías

Este espacio es elegido también por las diversas aves migratorias como el pico de plata, la tijereta, la golondrina patagónica y el fio-fio, que vienen viajando de lejos y eligen este lugar para descansar y alimentarse. Incluso es visitado por el playerito unicolor, un ave migratoria que vuela desde el norte de Canadá, recorriendo más de 10000 kilómetros hasta llegar a la zona.

Mucho para hacer

Dentro de las actividades que se llevan adelante en la reserva se encuentra el Plan de Educación Ambiental del que, en épocas normales, participan más de 500 alumnos por año, el monitoreo de aves que se realiza todos los meses para conocer qué especies hay en la reserva, y algunas investigaciones que se llevan a cabo en el lugar con instituciones locales y regionales.

Tero común (Vanellus chilensis), una de las nativas más populares. Foto Patricio Rodríguez.

En pandemia, hacen los paseos con no más de 4 personas, hay que llevar el barbijo y los horarios se van acomodado de acuerdo al clima. En este mes, serán los lunes de 10 a 13, los jueves de 10 a 13 y de 14 a 18, los sábados y domingo de 14 a 18.

“Si no pueden ir en esos horarios, llaman y coordinamos otro. Se pide un bono contribución de 150 pesos por el recorrido, pero si no lo puede pagar, nadie se queda sin su visita”, resaltó Nogara.

La bandurria común o tostés (Theristicus caudatus) Foto Patricio Rodríguez.

Para conocer y sorprenderse con las aves de la zona, fotografiar los paisajes y la biodiversidad del lugar, o estar simplemente en contacto con la naturaleza, la Reserva natural Cotesma es un lugar ideal.

Se acerca el gran día para pajarear

El Gran Día de Observación de Aves del Mundo (Big Day) será el próximo sábado 17 de octubre. El principal objetivo de este día es registrar la mayor cantidad de aves a lo largo de toda la jornada, lo que permitirá recopilar información sobre la presencia (o ausencia) de aves en tiempo real.

Los datos son importantes para conocer la distribución y tendencias poblacionales de las especies a lo largo del tiempo, y así poder trabajar para su conservación.

El comesebo patagónico​ o cometocino patagónico​ (Phrygilus patagonicus) Foto Patricio Rodriguez.

Además, la fecha coincide este año con el primer “fin de semana mundial más grande de observación de aves” (Global Bird Weekend). En este sentido, la meta de los días 17 y 18 de octubre es apoyar la solicitud de BirdLife International para terminar con el tráfico ilegal de aves.
Asimismo, otro objetivo de ese “fin de semana” es que más de 25.000 amantes de las aves puedan enviar registros de especies durante el 17 de octubre.

Para participar se debe crear una cuenta en eBird, para ingresar listas de aves.


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