Con pacientes esperando en Guardia y sin camas: así trabaja la terapia del hospital en Roca

El hospital López Lima siente el impacto de la segunda ola en su servicio más crítico. Un hombre esperó 14 horas por un lugar. También los medicamentos están al límite.

Las camas al 100% en la mañana de este lunes, un paciente que pasó 14 horas con asistencia respiratoria en la Guardia porque no le conseguían lugar y la falta de drogas para la sedación necesaria antes de realizar un intubado son tres datos recientes que muestran la intensidad con la que se vive la segunda ola de covid-19 en la terapia intensiva del hospital de Roca.

La ocupación plena fue confirmada por la directora del López Lima, Ana Senesi, quien insistió en la necesidad de extremar las medidas preventivas ante este nuevo avance del coronavirus en la ciudad y en la región.

La máxima autoridad del Comité de Emergencia Sanitaria local dijo también que en Roca se está registrando la misma tendencia que en otros puntos de la región, con una alta demanda en las terapias intensivas, por pacientes que llegan con cuadros evolucionados de covid-19.

En ese sentido, recordó las limitaciones que tiene el sistema de salud para ese tipo de atención crítica, por la falta de recursos humanos.

“Tenemos camas, tenemos respiradores, pero no podemos abrir esos espacios porque no encontramos personal”, señaló antes de comentar que no sólo se padece el bajo número de nuevos médicos o enfermeros especializados en terapia intensiva, sino que en la región también hubo renuncias luego de la primera etapa de la pandemia.

“El año pasado pudimos funcionar ampliando la terapia hacia Allen y Regina, a partir del trabajo de médicos que no tienen la formación específica para UTI, pero pueden cumplir esas tareas. Ahora no encontramos ni terapistas, ni cardiólogos”, describió Senesi.

Dentro de ese contexto, la directora confirmó que durante los últimos días hubo problemas para encontrar lugar a pacientes con covid-19 y que algunos tuvieron que esperar varias horas en la Guardia, con el caso extremo de un hombre que aguardó 14 horas, con asistencia respiratoria.

“Nadie queda sin atención. De no haber camas en UTI se les da el soporte en el lugar que se pueda. Y en ese caso fue en la Guardia”, destacó.

Finalmente, Senesi se refirió a los insumos con los que trabaja el López Lima y si bien aseguró que no hay faltantes, admitió que durante el fin de semana tuvieron que organizar un esquema alternativo de provisión de drogas importantes para el trabajo en la UTI.

La directora dijo que “pasa lo que pasa en el país, donde hay medicamentos muy difíciles de conseguir”, pero “en este caso particular que trascendió sobre la terapia, pasó que el viernes deberíamos haber recibido medicamentos, pero la empresa OCA no los mandó por una cuestión de logística”.

“Tuvimos que armar un esquema alternativo para poder dar respuesta. Pero es algo que pasa con frecuencia en todas las instituciones”, afirmó.


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