ADOS Neuquén, de lucha obrera siempre se trató
El policlínico de la barda neuquina también sabe de la resistencia de sus trabajadores y trabajadoras. Un ejemplo más del cooperativismo de la capital neuquina.
El policlínico ADOS de la ciudad de Neuquén no es uno más de la historia del sistema sanitario de la provincia de Neuquén. Entre sus paredes, allí donde empieza a predominar la barda de la capital, se resguardan relatos de luchas sindicales y de trabajadores que ante la posibilidad de perder sus fuentes laborales se envalentonaron para armar una cooperativa y mantener en pie uno de los gigantes de la Salud.

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Nos remontamos a los años 60, cuando es Estado nacional se hizo cargo de su administración desde la órbita de la Superintendencia de Servicios de la Salud. Luego pasó a ser administrado por los sindicatos ferroviarios de la época y por supuesto la política no estuvo exenta de ese proyecto que era un hospital.
Pasaron 30 años y el que fuera en su momento denominado ADOS (Asociación de Obras Sociales) cayó en una fuerte crisis de endeudamiento. “Desde 1999 estuvo en convocatoria de acreedores y en 2003, se declaró la quiebra. Sus trabajadores comenzaron un proceso de lucha, con manifestaciones y cortes de ruta. En este marco, decidieron conformar en 2004 una cooperativa, con la intención de superar la situación de quiebra”, relatan las crónicas que se guardan en el museo Paraje Confluencia de la ciudad de Neuquén.

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Ya por todos es sabido que la autogestión de los trabajadores no es tarea sencilla, pero lo lograron. En 2005, se normalizó el funcionamiento de terapia intensiva. Al año siguiente, las finanzas se habían estabilizado y se hicieron modificaciones necesarias para la puesta en marcha del hospital.
“Lograron mejorar la clínica, se reformó el quirófano, la sala de recuperación anestésica, se aumentó el número de camas de internación y generales. Además se trabajó en fortalecer el vínculo institucional de la cooperativa con distintos sectores. Gracias al cobro de la deuda de obras sociales, a finales del 2023, la Justicia neuquina levantó la quiebra que pesó durante 20 años sobre la institución”, se pude leer en los archivos.
Se sabe además, que no fue tarea fácil. Demandó horas enteras de asambleas y gestiones en cuanta puerta se les pudieran abrir a los trabajadores. Y varias jornadas de protestas en la calle, sin la certeza de que llegarían a buen puerto.
Al igual, y sin querer entrar en comparaciones, la historia de ADOS es un reflejo de la lucha obrera tal como la que se vio plasmada en la vida de la cerámica Fasinpat o en la de aquellas valientes mujeres, obreras textiles de Parque Industrial que le pusieron las garras, el hilo de conducción y su propia estampa para impedir que cierre esa fábrica desde la salían a diario miles y miles de uniformes que se duplicaban en los pasillos de los hospitales públicos, en las oficinas de maestranza y en miles de lugares más de la lucha obrera.

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El policlínico ADOS de la ciudad de Neuquén no es uno más de la historia del sistema sanitario de la provincia de Neuquén. Entre sus paredes, allí donde empieza a predominar la barda de la capital, se resguardan relatos de luchas sindicales y de trabajadores que ante la posibilidad de perder sus fuentes laborales se envalentonaron para armar una cooperativa y mantener en pie uno de los gigantes de la Salud.
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