Bariloche prohibió a los fotógrafos en las letras de la costa del lago

El intendente Gennuso tomó la decisión ante denuncias de hechos de violencia. Impide el trabajo profesional y remarca que el espacio es abierto a turistas y residentes.

El espacio costero ubicado frente al Centro Cívico donde fueron emplazadas las letras identificatorias de Bariloche funcionará en adelante solo como sitio de convocatoria abierta e irrestricta de turistas o residentes, que podrán tomar imágenes libremente, sin interferencia de fotógrafos y camarógrafos, a quienes se les impedirá ejercer “actividad comercial” en el lugar.

Así lo dispuso el municipio, luego de recibir varias denuncias por hechos de violencia, relacionados por disputas por supuestos derechos adquiridos, prioridades o espacios reservados, que demandaron la intervención de la secretaría de Fiscalización y la Oficina de Defensa del Usuario y Consumidor.

El intendente Gustavo Gennuso resolvió prohibir desde ayer “toda actividad comercial ejercida por fotógrafos, se encuentren o no asociados a la Asociación Civil Fotógrafos y Camarógrafos Unidos de Bariloche, en los espacios públicos denominados ‘Las Letras’ (la palabra Bariloche específicamente)”, tanto las ubicadas junto al puerto San Carlos como las del barrio Las Victorias, sobre el paseo del Este, en el ingreso a la ciudad.

Lo justificó en “las denuncias penales” presentadas por fotógrafos que desarrollan actividad en ese espacio, “todas ellas contra una misma persona”, por actos violentos y distintas agresiones.

Las letras corpóreas fueron inauguradas hace más de tres años y rápidamente se transformaron en un atractivo clásico para los turistas que pasean por el centro y no quieren irse sin su foto con la palabra Bariloche enmarcada por el lago y la cordillera. En ciertos horarios se forman colas para que cada persona o familia pueda llevarse su foto en soledad con las letras.

Según el municipio, en el último tiempo “hubo muchos casos de situaciones que rozan la violencia”, así como “ofertas deshonestas, demoras en la enetrega por el servicio acordado, maltratos verbales y físicos, entre colegas y hacia los visitantes”.

Observó que las letras son sitio de visita permanente de turistas y también de barilochenses, con lo cual “las situaciones tensas que se originan en el lugar dan una mala imagen de la ciudad”, obligaron a tomar “medidas preventivas”.


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