Las universidades advierten dificultades para funcionar el año próximo

La falta de un presupuesto y la escasez de alquileres son dos motivos de preocupación.

Las universidades cierran el ciclo lectivo con una profunda incertidumbre ante la falta de un presupuesto aprobado para el año entrante.

En la Universidad Nacional del Comahue, los trascendidos indican que habrá que funcionar con «un presupuesto de prórroga», esto significa que en caso de que el Congreso no apruebe uno, se repetirá el del año pasado. Sucede que con la inflación, no hay número que alcance.

«El año pasado tuvimos un presupuesto que fue mayor al cierre del año por los aumentos de sueldo a través de la paritaria. El presupuesto asignado fue de 14 mil millones de pesos y terminó alcanzando los 26 mil millones, con partida especiales«, puntualizó Marcelo Alonso, decano del Centro Regional Universitario Bariloche.

Esta sede universitaria cuenta con 2.000 estudiantes repartidos en el profesorado y licenciatura en Biología, el profesorado y licenciatura en Matemáticas, el profesorado en Educación Física, la licenciatura en Enfermería, la tecnicatura en Acuicultura y el profesorado y licenciatura en Historia. Además, cuenta con un ciclo básico de ingeniería y dos carreras de posgrado (un doctorado en Biología y una maestría en Gestión de la Biodiversidad).

La crisis económica no incidió en la cantidad de inscripciones hasta el momento. «Tenemos 250 ingresantes, aunque en febrero hay otra posibilidad para inscribirse y probablemente, lleguemos a los 450. Estamos en los mismos números que el año pasado», señaló Alonso.

La sede andina de la Universidad Nacional de Río Negro tiene 3.000 estudiantes, entre Bariloche y El Bolsón, con 22 carreras de grado, 10 posgrados, 600 docentes y 13 institutos donde trabajan investigadores de la universidad y del Conicet.

Hasta el momento, lleva 800 inscripciones para el año próximo, «200 más que el año pasado».

«El escenario para poder planificar el año que viene es incierto. Al día de hoy no están nombradas las nuevas autoridades de Educación Superior de Argentina. De modo que las universidades nacionales no tienen un interlocutor para poder planificar correctamente cuestiones que hacen al presupuesto 2024», precisó Diego Aguiar, vicerrector de la sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro.

Agregó que hay preocupación por la continuidad de las becas Progresar y Manuel Belgrano que otorgaba el Ministerio de Educación a muchos estudiantes ante una situación socieconómica compleja.

Desde ambas casas de estudio en Bariloche, estiman que muchos otros jóvenes no avanzarán con la inscripción debido a la escasez de alquileres en Bariloche. «Tenemos carreras que son muy convocantes como el profesorado de educación física, la tecnicatura en acuicultura y la licenciatura en biología, pero cuando alguien tiene que pagar 100 o 200 mil pesos de alquiler, se complica. Hay una diferencia entre la preinscripción y la inscripción. Muchos chicos no terminan de inscribirse y mencionan la dificultad para encontrar un alquiler», planteó Alonso.

En este sentido, Aguiar advirtió que «la anulación de la ley de Alquileres genera preocupación»: «Incide en los estudiantes ya que es una población que, por lo general, no tiene una condición laboral muy estable. De todos modos, solo en el 20% de los estudiantes de la sede Andina no son de la región. El 80% restante son estudiantes de Bariloche, Dina Huapi, El Bolsón, Lago Puelo y Villa La Angostura».

Alonso comentó que se habían encarado varias ampliaciones y mejoras en el edificio de la universidad, pero con los aumentos desmedidos se complicará terminar las obras. «El aumento de servicicios es significativo para la universidad. Tampoco nos sorprendería un recambio de personal porque a muchos les costará más pagar el colectivo que lo que gana. En los últimos años, el sueldo le ganaba a la inflación por las paritarias frecuentes. Habrá que ver qué pasa ahora», señaló.

Auspició complicaciones con los insumos necesarios para los investigadores o bien para dictar clases ya que la mayoría son importados o están cotizados en dólares. «Los presupuestos no aumentan el doble. De modo que el panorama es sombrío respecto a cómo vamos a funcionar el año que viene, cómo nos sostenemos. No podremos sostener salidas al campo de los estudiantes o reemplazar los equipos que se deterioran», advirtió.

En un contexto complejo, Aguiar destacó la decisión de la Universidad de Río Negro de acortar los planes de estudio de algunas carreras para evitar la deserción de alumnos.

En los últimos 3 años, la sede andina modificó 14 planes de estudio a fin de implementar títulos intermedios. «Si tenemos una carrera de cuatro años de duración, a los dos, se obtiene un título intermedio qe puede ser una tecnicatura o una diplomatura, dependiendo de la carrera. Tiene muchos beneficios para los estudiantes porque a los pocos años pueden tener un título universitario que les pemite salir al mercado laboral. Es un impulso sobre la carrera para llegar al título final así no se hace tan larga», indicó.


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