Los cirujanos ablacionistas renales que prolongan vidas en Bariloche

Cuando cursó la carrera de Medicina, Paula Medina nunca imaginó que la vida la pondría frente a un objetivo tan desafiante. Movilizador. Por eso, cuando desde la Procuración de Órganos y Tejidos de Río Negro les llegó la propuesta a cirujanos del hospital Ramón Carrillo de hacer una capacitación en ablación renal no lo dudó. Aceptó. Y junto con el médico Mariano Sobrino asumieron el compromiso y hoy el hospital público de Bariloche cuenta con su primer equipo de cirujanos ablacionistas renales.

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El equipo hizo la primera intervención, en el operativo de trasplante de principios de este 2023. Medina aún estaba sorprendida por el trabajo que hizo un enorme equipo del hospital.

Recordó que estaba de guardia el 1 de enero cuando se puso en marcha el operativo. El Equipo de Procuración de Órganos y Tejidos del hospital activó la coordinación ante la posibilidad de un donante. Se convocó a los equipos de cirujanos que viajaron desde Buenos Aires para las ablaciones de hígado y corazón. Y el equipo local se encargó de la intervención renal. El operativo comenzó la noche del 1 y finalizó la madrugada del 2 de enero.

“Todo el proceso duró unas seis horas”, recordó Medina. Ese operativo le permitió a una persona recibir un hígado que necesitaba con urgencia para seguir viviendo y los riñones fueron para dos pacientes con insuficiencia renal crónica de Río Negro, informaron tras el primer operativo del año en la provincia.

Medina comentó que la convocatoria para capacitarlos ocurrió antes de que comenzara la pandemia causada por la covid-19. Con Sobrino viajaron a Buenos Aires.

“Estuvimos colaborando y aprendiendo”, indicó. Pero sin hacer ablaciones. Contó que el objetivo “era tener nuestro propio equipo de cirujanos ablacionistas renales”.

Comentó que en general cuando son procesos multiorgánicos vienen a Bariloche diferentes equipos de cirujanos en función de los órganos en condiciones de ser trasplantados. Con frecuencia de Buenos Aires o Mendoza.

Explicó que contar con un equipo de cirujanos propio permitirá acelerar los operativos, porque ya no habrá que esperar el arribo de los especialistas en ablaciones renales de otro hospital.

Destacó que con el equipo conformado en el hospital de Bariloche “nos podemos hacer cargo para los casos de donaciones mono orgánicas”.

Medina valoró que el hospital público tiene toda la infraestructura para poder hacerlo desde el primer momento.

Indicó que cuenta con quirófanos, una unidad de terapia intensiva, enfermería, laboratorio, hemoterapia, profesionales a cargo de la coordinación y hasta chofer capacitado en el traslado de órganos desde el hospital hasta el aeropuerto para el vuelo sanitario.

Muchas personas intervienen para que el operativo se pueda hacer en el menor tiempo posible porque en otros puntos de Río Negro o del país hay un paciente esperando.

Medina afirmó que era fundamental conformar un equipo propio “porque tenemos un montón de pacientes crónicos renales y aumenta la posibilidad de que accedan a un trasplante para mejorar la calidad y prolongar su vida”.

Sostuvo que nada de eso se podría lograr sin una acción de enorme generosidad en un momento de tanto dolor, como es el fallecimiento de una persona. Es muy difícil dimensionar lo que representa ese acto de amor, de generosidad que implica donar órganos. Por eso, Medina aseguró que es “importantísimo ir charlándolo entre las familias” todo lo relacionado con el tema de la donación de órganos.

La médica aseguró que todo el proceso está regulado por la ley 27447 de trasplantes de órganos, tejidos y células que lo respalda. El Incucai supervisa. “Es un proceso híper transparente”, dijo.

En todo el proceso es fundamental “el respeto” hacia esa familia donante. Tomar conciencia de que todo lo que se hace “es para darle otra oportunidad a pacientes” que están en situación crítica, sin ninguna otra alternativa para recuperar su salud y mejorar su calidad de vida.

“Es gratificante formar parte del equipo, es superador”, admitió la médica. “Es un trabajo enorme que está super coordinado y que requiere de un montón de pasos para que ese órgano sirva”, indicó.

El médico Germán Santamaría integra la Procuración de Órganos y Tejidos de Río Negro en Bariloche. Son los profesionales que ante la posibilidad concreta de un donante inician el operativo.

Explicó que es fundamental el sostén orgánico de esa persona fallecida por muerte cerebral antes de que empiecen los daños orgánicos. Esas primeras 24 y 48 horas tras el deceso, son claves.

Explicó que en el Alto Valle hay un especialista renal que trabaja en los hospitales de Roca y Cipolletti. Es un médico cirujano con mucha experiencia en ablaciones.

Destacó que, con el equipo conformado en Bariloche, son dos en la provincia.

La Procuración se encarga de todo el proceso desde el fallecimiento de una persona, supervisa la extracción de los órganos del cuerpo del donante, hasta que son enviados a otro hospital de Río Negro o de otra provincia, donde hay un paciente que espera por ese órgano.

Santamaría destacó que se hicieron 24 operativos de córneas solo en Bariloche en el último tiempo. Y valoró que más del 60 por ciento “están implantadas”. “Les permite a personas ciegas volver a ver”, enfatizó. Sostuvo que es un récord de operativos para Río Negro. Informó que en 2022 se ablacionaron 91 córneas: la mayoría en los hospitales de Bariloche y Cipolletti “y 54 fueron trasplantadas”.