Polémica por casas sin terminar: empresas suman nuevas denuncias en la región

El reclamo de una jubilada impactó en la región. En tres años, hubo al menos 41 demandas civiles en Río Negro y unas 68 denuncias en Defensa al Consumidor contra dos constructoras. Piden normas que regulen la actividad.

Historias de vida y sueños rotos. Enfermedades acarreadas, tensiones y dolor multiplicadas por la creciente cantidad vecinos que denuncian a empresas de viviendas industrializadas. “Del Lazio” y “AZ Construcciones” son las demandadas y en los últimos días volvieron a ponerse bajo la lupa. Los testimonios por redes sociales se hacen eco del un daño que ya sería de alcance colectivo.

A casi tres meses de la publicación de RIO NEGRO sobre la ola de denuncias por “incumplimiento contractual” a estas dos constructoras, aumentó la cantidad de expedientes en la justicia y de denuncias en Defensa al Consumidor.

Hasta el 4 de abril pasado, este medio había relevado más de 15 denuncias en Defensa al Consumidor contra AZ Construcciones; 14 expedientes abiertos en los juzgados civiles de Roca, Viedma, San Antonio y Cipolletti un fallo desfavorable al damnificado. No obstante, en los últimos tres meses esos números cambiaron y se sumaron dos nuevas denuncias en Defensa al Consumidor para AZ, ocho para “Del Lazio”, y por lo menos seis causas judiciales nuevas (en Roca y Viedma) contra la firma roquense.

Además, una sentencia favorable en Roca el 26 de mayo pasado abrió una nueva situación para los demandados, cuando la Cámara de Apelaciones en lo Civil decretó la “inhibición general de bienes respecto de AZ Construcciones y Néstor Fabián Jaramillo (…)”. Esta medida cautelar consiste en una prohibición para vender, donar o dar en garantía de sus bienes y ocurre cuando un embargo no puede hacerse efectivo por no conocerse bienes del deudor, o por no cubrir el importe reclamado.

Simultáneamente, algunos expedientes comenzaron a moverse en Viedma y Roca en las últimas semanas. En un caso, por ejemplo, los apoderados de la empresa fueron declarados “en rebeldía” por sistemáticas ausencias en un proceso judicial. También los demandados presentaron sus quejas, apelando un embargo preventivo de sus cuentas bancarias en otra causa.

En suma, la queja común de quienes brindaron sus testimonios es que la empresa no colabora en los procesos de mediación y que fundamentalmente que no hay normas que regulen la actividad de estas empresas. La incertidumbre sobre a quién recurrir para encontrar una respuesta, es cada vez más grande.

El caso de Sonia, una jubilada que viajó casi 80 kilómetros para encadenarse el miércoles en la sucursal de “AZ” para que le terminen la casa, tomó estado público rápidamente. Según su testimonio, luego del acuerdo contractual en 2020 y de varios meses, aún espera tener la llave en mano. Con retrasos y postergaciones la obra inició, pero se paralizó.

Según su relato, pagó la mitad del valor de la casa, pero no llegaron al 20% de obra. “A la casa la necesito urgente. Soy una mujer muy mayor, estoy en una casillita de madera, de tres metros por seis. Estoy pasando mucho frío”, contó la mujer de 67 años.

Foto: Juan Thomes

“Los damnificados somos todos de bajos recursos, porque los que tienen plata ponen abogado. Tienen la maldad de engañar a las personas”

Sonia, denunciante de Senillosa

Su reclamo se hizo público y provocó que otras cinco personas se presentaran como damnificadas en la protesta frente a la empresa. «Yo la voy a pelear la casa hasta la muerte. Mi casa es todo por mi», relató ante Río Negro.

A diferencia de otros clientes que denunciaron, quiere que le terminen la casa y no la devolución del dinero; y de igual forma que otros denunciantes, dijo que acarrea daños y problemas de salud cardíacos y psicológicos derivados del estrés.

Más testimonios

“Me faltaban pagar 800.000 pesos para tener la casa con llave en mano y me quedé sin nada. No es justo”, dijo una vecina de Viedma quien pidió reserva de su identidad por sentirse amenazada. La mujer inició la denuncia por incumplimiento contractual en Defensa al Consumidor de Río Negro y ahora espera una resolución, luego de la firma del contrato en 2020.

“Ya tuve dos audiencias de conciliación a las que no se presentaron”, dijo. El dinero que había destinado a la vivienda, 1.400.000 pesos, provenía de un juicio que había ganado a una clínica por razones de salud. Y hasta ahora, no la pudo recuperar, según denunció.

“Casi me quedo en la calle por su culpa. Siguen jodiendo a gente, no hay leyes que nos amparen a los estafados por estas empresas”

Denunciante de Viedma

“Después de hacer la platea no construyeron mas”, dijo y ahí empezaron las discusiones con la empresa, según su testimonio. Ahora solo piensa en recuperar ese dinero. “No me quedó otra que vender, ya no puedo hacerme la casa sin ese dinero que entregué. Tuve otra recaída de mi estrés, terminé con psicólogos (…) envié mails, mensajes y nada”, recordó.

Otra denunciante de Villa Regina brindó testimonio de su caso, con el mismo pedido de reserva. “Hace un año les entregué un millón de pesos y jamás comenzaron la obra. Entre mentiras, he llegado a llamar 15 veces por día y no me atienden”, contó.

Vendió el departamento que heredó de su padre y, por sus hijos, decidió poner ese dinero en la construcción de una casa más grande. “Así como lo vendí, fui y entregué un millón de pesos. Tenían 180 días para comenzar la obra, pero nunca comenzó. Fueron meses de mucha angustia”, relató la joven.

“Hace un año les entregué un millón de pesos y jamás comenzaron la obra. Entre mentiras y mentiras, he llegado a llamar 15 veces por día y no me atienden”

Denunciante de Villa Regina

Causas y denuncias

10
nuevas denuncias en Defensa al Consumidor de Río Negro se radicaron de abril a junio contra “Del Lazio” y “AZ”

20
demandas se presentaron por la vía civil contra “AZ” en Río Negro en tres años. Son 41 en total con las de “Del Lazio”.
Captura de grupo un de Facebook creado por la temática.

“Hubo una baja bastante importante de contratos”


Desde “AZ Construcciones” hablaron con RIO NEGRO luego de la protesta de la clienta la semana pasada.

La portavoz de la firma, Jaquelin Mercado, no solo salió a desmentir y fustigar las acusaciones de la mujer jubilada sino que también se refirió en general a los clientes: “La gente no entiende o se hace la que no entiende”, dijo. Para la representante de la firma, “la gente se agarra de todo y no quiere pagar”.

Además, contaron que se encuentran atravesando un momento difícil, con caídas en las ventas y que, por el problema de stock en la madera, ofrecen pasar la obra a ladrillo a un precio “accesible”.

En una entrevista con este medio, informaron que se están comprometiendo en llegar a un “acuerdo” y “devolviendo los pagos” (en cuotas) a las personas que ya no “confían”. Admitieron que, a partir de las últimas denuncias públicas, muchos clientes se han comunicado para rescindir los contratos ante el “miedo” y la “desconfianza”. La representante de “AZ” explicó que: “Hubo una baja bastante importante de contratos por la decisión de no continuar trabajando con nosotros”.

“Estamos devolviendo la plata de los casos de rescisión de contrato. La devolución es del 60%, se deja por escrito las formas de pago. Venimos cumpliendo con ese compromiso”, dijo Mercado.

En el caso puntual de Sonia, aseguraron que hubo intención de negociar con la mujer, pero que no pudieron llegar a un acuerdo. “Si ella no paga llega al 70%, no podemos seguir con su casa”, expresó la dueña. Desde la firma le enviaron carta documento ante el presunto incumplimiento de los pagos y lanzaron advertencias de iniciarle una demanda por “difamación” .

Casos denunciados

41
demandas judiciales contra “AZ” y “Del Lazio” relevó hasta el momento este medio. 20 son contra la primera empresa.

68
denuncias por infracción Ley N° 24.240 hay acumuladas en Defensa al Consumidor contra ambas firmas, según datos oficiales.

Intimidación a periodistas de RÍO NEGRO


Tensos momentos se vivieron en las oficinas de “AZ” el miércoles pasado en la protesta de la damnificada.

El equipo del diario entró al edificio para buscar la palabra de los dueños de la firma, pero recibieron frases amenazantes y comportamientos intimidatorios. Mientras la clienta discutía con dos personas que dijeron ser “empleados”, los tres trabajadores (periodista y fotoperiodistas) que estaban cumpliendo con su labor, recibieron tratos inadecuados.

Desde su arribo, los trabajadores fueron fotografiados desde arriba del edificio. Luego ingresaron a la recepción de la empresa donde una empleada instó a que pasaran a una oficina para dar su versión (extraoficial), previa amenaza de que si se publicaban fotos de su persona les haría una demanda “civil y penal”.

En todo momento, la mujer prohibió hacer registros de audio y de cámara y hasta lanzó una frase amenazante: “(Que si se llegaban a publicar fotos de ella) les juro que los voy a cortar en pedacitos”, en tono violento.

Además, un supuesto empleado, de gran porte, cerró la puerta de la pequeña oficina y obstaculizó el paso, en una clara actitud intimidatoria. Se le debió pedir que se apartara para no interferir la libre circulación.



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