Villa La Angostura: 93 años de historia, raíces y futuro
La ciudad preserva su entorno y fortalece sus vínculos. Diversifica su economía y apuesta a un desarrollo turístico que valora lo local y mira al mundo.
El 15 de mayo de 1932, con la inauguración de la oficina de correos y telégrafos, comenzaba a tejerse la red de vínculos que daría identidad y proyección a esta localidad cordillerana. Hoy, a 93 años de aquel hito, Villa La Angostura celebra su crecimiento, su comunidad y su consolidación como uno de los destinos turísticos más valiosos del país.
Hace casi un siglo se abría paso, entre montañas, bosques y lagos, una nueva etapa para la pequeña comunidad que crecía al abrigo del Nahuel Huapi. La inauguración de la oficina de correos y telégrafos no fue solo un dato administrativo: fue el primer gran vínculo formal de Villa La Angostura con el país y con el mundo, un acto que marcó el inicio de un proceso de integración, desarrollo y organización que sigue vigente hasta hoy.

Ese hecho fundacional reflejaba la voluntad de arraigo de quienes se habían animado a poblar este rincón de la cordillera, y es también símbolo del espíritu comunitario que, hoy, sigue siendo uno de los pilares de su identidad.
Una comunidad que crece con visión
Hoy Villa La Angostura es un símbolo del turismo responsable en la Patagonia argentina, un destino que supo construir desde su entorno natural y su capital humano una propuesta única.

El desarrollo del turismo ha sido clave para este crecimiento. Con una infraestructura que se amplía año a año, una oferta hotelera y gastronómica de alto nivel, servicios turísticos diversos y un calendario de eventos que convoca durante todo el año, la localidad logró consolidarse como un destino de calidad internacional, que atrae tanto a viajeros nacionales como extranjeros.
Turismo sostenible como bandera
La Villa no solo crece: elige cómo crecer. Con políticas públicas orientadas a la conservación del entorno natural, la diversificación de la oferta turística y la inclusión de productos locales, el modelo de desarrollo apunta a la sostenibilidad como un eje central.

La revalorización de circuitos de baja huella ambiental, como el senderismo, el avistaje de aves, las visitas a productores y las experiencias culturales, permiten combinar turismo con conciencia, historia y respeto por el territorio.
Sector privado y comunidad activa
Detrás del crecimiento turístico hay una comunidad comprometida y un sector privado que apuesta fuerte. Emprendedores, comerciantes, gastronómicos, prestadores de servicios y hoteleros sostienen una economía activa, dinámica y resiliente. En tiempos complejos, como lo fueron la erupción del volcán y la pandemia, Villa La Angostura mostró su capacidad de adaptación, organización y recuperación.

Hoy, esa red de actores locales impulsa no solo el turismo, sino también proyectos vinculados a la producción, la cultura, el deporte y la innovación, con identidad propia y visión a largo plazo.
Un lugar elegido en el mapa del mundo
Villa La Angostura es un destino buscado por quienes valoran la calidad de vida, el entorno natural y la autenticidad. Recibe visitantes de todo el país, pero también de América Latina, Europa y Estados Unidos, atraídos por sus paisajes, su gastronomía, su tranquilidad y su calidez humana.

La promoción turística se ha profesionalizado y el posicionamiento internacional se refuerza año a año, con presencia en ferias, redes y alianzas con operadores globales que reconocen a la Villa como un destino de montaña de excelencia.
Turismo todo el año y con identidad
celebra un nuevo aniversario con una certeza: el turismo ya no es solo una temporada, es una forma de vida que atraviesa a la comunidad. En este contexto, Ignacio Roberts, secretario de Turismo, aseguró que la localidad vive “un momento de consolidación y crecimiento, en el que se apuesta por una oferta cada vez más diversa, con fuerte arraigo local y mirada sostenible”.
Tras una temporada de verano que superó las expectativas, incluso frente al complejo panorama macroeconómico, la Villa se prepara para el invierno con una agenda ambiciosa de promoción nacional e internacional. “Tuvimos muy buenos niveles de ocupación. Enero fue muy bueno, y febrero también cerró con números positivos. Esto nos permite proyectar el invierno con optimismo”, sostuvo Roberts.
Promoción, conectividad y mercados internacionales

Durante los últimos meses, el equipo de Turismo participó en ferias como ANATO en Colombia, WTM en San Pablo y encuentros en Nueva York, con el objetivo de fortalecer la llegada de visitantes extranjeros. Al mismo tiempo, se profundizó el trabajo en el mercado interno, con acciones promocionales en Salta, Rosario, Córdoba, Buenos Aires y Neuquén.
“Somos un destino que trabaja todo el año, y eso nos obliga a estar presentes en todos los mercados. No podemos depender del contexto, tenemos que ser estratégicos y cuidar todos los detalles que hacen la diferencia”, explicó.
La ubicación estratégica entre los aeropuertos de Bariloche y Chapelco, y la mejora de la conectividad aérea en toda la región, también posicionan a Villa La Angostura como un destino cada vez más accesible. “No tenemos aeropuerto propio, pero estamos en el corazón de una red que nos favorece. Y seguimos gestionando para que eso se traduzca en más visitantes”, agregó.
Sostenibilidad como eje de gestión
Roberts remarcó que uno de los grandes desafíos es ordenar y proyectar la oferta turística bajo criterios de sustentabilidad. La localidad se encuentra en pleno proceso de certificación de su modelo de gestión, y varios establecimientos ya cuentan con distinciones ambientales, como el hotel Correntoso, Las Balsas, Manzano y Montaña Resort.

Además, se trabaja en la puesta a punto de senderos icónicos como el Bosque de Arrayanes, Cascada Inacayal, Falso Filo y el cerro O’Connor, con mejoras en señalética, miradores y accesos. “Nuestros senderos son una marca registrada, y hay que cuidarlos para que estén disponibles todo el año, más allá del invierno”, detalló.
Deporte, naturaleza y eventos internacionales
Villa La Angostura también se consolida como sede de grandes eventos deportivos de montaña, como el K42, el Cruce, el Gran Fondo Siete Lagos y distintas carreras que no solo generan movimiento turístico, sino que contribuyen a instalar la Villa como un destino activo y saludable.
Estos eventos, explicó, se desarrollan con protocolos de medición de impacto ambiental y acompañamiento del sector público. “Apuntamos a una oferta que genere experiencias, pero que también respete y cuide nuestro entorno, porque estamos dentro de un parque nacional y eso es parte de lo que nos distingue”.
Diversificación y trabajo conjunto
El trabajo con el sector privado, las cámaras empresariales y las áreas de cultura y turismo de la provincia también ha sido clave para planificar una oferta que no dependa solo del esquí o del verano. Se apuesta al turismo corporativo, con estrategias para captar eventos, reuniones y viajes de incentivo en temporada baja.
“La Villa es un destino aspiracional. La gente quiere venir, pero eso no basta: hay que trabajar para que nos elijan, para que puedan hacerlo y para que quieran volver”, concluyó Roberts. Ese es, quizá, el mayor logro de una comunidad que celebra su aniversario mirando hacia adelante, sin perder de vista lo que la hace única.
En este nuevo aniversario, Villa La Angostura celebra lo que fue, reafirma lo que es y se proyecta hacia lo que quiere ser. Con una comunidad activa, una gestión que apuesta a la planificación y un tejido social que abraza nuevos desafíos, la localidad avanza con la mirada puesta en un futuro sostenible y sustentable.
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