Sol de Mayo dejó marcado su nombre en el Federal A

En su debut en la categoría quedó en la puerta de las semifinales por el ascenso a la B Nacional, en una histórica participación donde dejó su sello futbolístico que se hizo respetar en la categoría.

En su primera aparición en el Federal A Sol de Mayo superó las expectativas hasta del hincha más optimista. Es que el Albiceleste quedó en la puerta de las semifinales por el segundo ascenso a la B Nacional, cuando su gran objetivo era mantener la categoría.

Así como los resultados marcaron su destino, los rionegrinos también se destacaron por un estilo de juego vistoso, tanto cuando jugó como local como de visitante.

El Albiceleste finalizó una histórica participación en el tercer escalón del fútbol nacional con un presupuesto menor al de los otros finalistas por el segundo ascenso y del actual ascendido, Estudiantes de Río IV. Estuvo entre los nueve mejores de la categoría y, sin dudas, fue el mejor equipo regional.

La bronca en el plantel con los arbitrajes en los duelos ante Alvarado se mantiene, pero Sol se vuelve a la capital rionegrina con la frente en alto, dejó todo y ganó mucho más de lo que perdió.

Arrancó el torneo con la base del Federal B, sumó pocos refuerzos y hasta el presidente del club, Adán Valdebenito, tuvo que ponerse el buzo de técnico para inyectar ese dinero en el plantel.

Estuvo cerca de dar la sorpresa en su debut como visitante ante Deportivo Roca. Fue 2 a 2. En aquel partido, Sol mandó un mensaje que luego se replicó a lo largo del certamen: en cualquier cancha iba a ser protagonista.

En la primera fase se potenció e incluso fue el líder de su zona por varias fechas. Finalmente cumplió el objetivo de permanecer en la categoría y accedió a la siguiente instancia al finalizar en el cuarto lugar.

La segunda fase no fue sencilla. La confianza por haber logrado la permanencia ahogó sus aspiraciones y el técnico Adán Valdebenito se hizo responsable porque el mensaje no llegó a sus dirigidos. El equipo viedmense no pudo ganar, donde hubo una mezcla de falta de definición y mala fortuna ya que las situaciones de peligro las generó.

Finalmente cayó a la Révalida, en medio de la alegría por eliminar a Rosario Central en los 32avos por la Copa Argentina.

Ese fue un envión anímico clave y lo aprovechó de cara al camino por la disputa del segundo ascenso eliminando a Unión de Sunchales (4-1 global) y a Huracán de Mendoza (3-1), donde recibió el aplauso de su rival en reconocimiento del gran nivel del Albiceleste.

Esas series fueron suficiente para que Alvarado de Mar del Plata tome precauciones ante un rival inferior y casi sin experiencia en la categoría. El Torito no logró demostrar su superioridad y fue Sol de Mayo, el equipo que absorbió la responsabilidad de ser protagonista como lo hizo en cada serie sin especular.

Pero la fortuna y los resultados mandan, y el sueño del equipo viedmense se quedó en la puerta de las semifinales esperando por algo más.

Cuando las aguas se calmen, Sol de Mayo se dará cuenta de que dejó su huella en el Federal A. No sólo por haber llegado lejos sino también por el fútbol.

Así, Viedma se ganó un lugar en la categoría y el respeto de sus rivales.


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