TikTok, el santo grial moderno: lo tiene China, lo quiere Estados Unidos

La red social propiedad de ByteDance, que se transformó en una sensación durante el aislamiento, es escenario de una creciente disputa política y económica entre Estados Unidos y China. ¿A qué se debe?

Hace algunos meses, escuchar o leer el nombre “TikTok” nos remontaba inmediatamente a videos entretenidos, actuaciones, desafíos y diversión. Sin embargo, hace ya algunas semanas que la red social está más asociada a las disputas entre Estados Unidos y China que a su función original.


Recapitulemos: el pasado 6 de agosto, el Senado de Estados Unidos dio media sanción de forma unánime a un proyecto de ley que prohíbe la descarga y el uso de la aplicación china TikTok en dispositivos utilizados por empleados del Gobierno o miembros del Congreso. Ese fue apenas un nuevo capítulo en la creciente tensión entre el gobierno de Trump y el gigante asiático, con el presidente estadounidense solicitando que ByteDance venda su app a Microsoft u otra compañía norteamericana.

Por su parte, TikTok rechaza de plano la acusación y recientemente destacó que en su último informe de transparencia mostró que en el segundo semestre de 2019 la aplicación recibió 500 solicitudes de información presentados por gobiernos de 26 países, y ninguna fue hecha por China ni Hong Kong. Esta disputa no es nueva para Trump, quien desde su asunción eligió a China como un rival.

En una nota con “Vos a Diario”, el programa de RÍO NEGRO, el periodista especializado en política y tecnología Xavier Ibarreche habló respecto a esta situación y dejó varios puntos clave.

“Lo que hay detrás es básicamente una empresa llamada ByteDance, que se funda en 2012 y lanza TikTok en 2016. La aplicación original se llama Douyin, y lo que tiene de distinto es que cuenta con un motor de inteligencia artificial muy fuerte que logra que te aparezcan los videos que vos querés ver; que si bien es algo que tienen otras aplicaciones y redes, la diferencia de TikTok es que su algoritmo es muy potente. Todo eso está detrás de la disputa tecnológica”, explicó en un primer vistazo al tema.

Desde ByteDance niegan las acusaciones norteamericanas. (Foto: gentileza)


Claro, ese fue el pretexto, pero la guerra fue más allá. “Es una disputa ‘por los fierros’, en sentido del desarrollo de la inteligencia artificial. Por eso empresas como Microfot o Oracle quieren quedarse con TikTok, porque son empresas que desarrollan mucho la IA, y ese tipo de tecnología se está empezando a usar en otras ramas. Se usan algoritmos para predecir comportamientos de las personas, y para que sea realmente efectiva se alimenta de datos”.

Así las cosas, TikTok queda como el objeto deseado, aunque no per se: “Lo interesante para ver acá es que es una pelea para ver quien domina la herramienta que es el talismán de la economía digital, que es la Inteligencia artificial. Su desarrolló está avanzado y esos mecanismos son cada vez más rápidos; entonces quien domine esa tecnología es el que puede tener un mayor peso en lo que tiene que ver con la famosa transformación digital”.

Por si no queda claro, Ibarreche lo explica más crudo aún: “Estados Unidos quiere que ese tipo de tecnología esté en manos de empresas americanas. Hay una carrera tecnológica en la que China lo está superando, porque ha invertido una cantidad de dinero el estado en que se generen centros tecnológicos, que se formen ingenieros y matemáticos. Lo que busca Donald Trump con ese golpe a la mesa es justamente frenar esta carrera y que quede en manos norteamericanas, utilizando el argumento de la seguridad nacional, aún cuando no hay pruebas concretas”.


Así, los próximos días serán claves para entender un nuevo capítulo de esta guerra política entre Estados Unidos y China en la que TikTok se convirtió en el santo grial moderno.


¿Qué hacemos con la recolección de datos?



 “Todas esas aplicaciones recolectan una cantidad de información que nunca leemos y que tenemos asumido. No es que Facebook, Twitter, Google, Instagram o WhatsApp no hagan esa recolección. La diferencia es que las aplicaciones de Estados Unidos almacenan la información en servidores de empresas en Silicon Valley. Cuando la app china recolecta la información, la almacena en servidores chinos; y ahí se cimienta ese argumento de la seguridad nacional, de que estamos siendo investigados y estamos en peligro… cuando en realidad las lógicas de recolección de datos no es muy distinta entre China y Estados Unidos”.

 “Como usuarios de las aplicaciones debemos saber que existe la recolección de datos”.

 “No tiene por qué ser algo malo. A alguien le puede gustar eso, y le puede solucionar la búsqueda. Lo que sucede es que como usuarios si tenemos que conocer este tipo de trasfondos que hay detrás, saber que se hace con nuestra información”.


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