Tras el incendio en el centro de Bariloche, se renueva la preocupación por el sector

“Estamos en una zona de mucho riesgo y más aún, con tanta sequía. Por eso, queremos saber quiénes son los dueños de dos lotes abandonados y que el municipio interceda para que, al menos, los pongan en condiciones”, resumió Ana Barros, una vecina que vive en Tucumán al 600, una calle sin salida.

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El incendio que se produjo el jueves por la tarde y que avanzó rápidamente por la ladera del cerro Runge tuvo, en vilo, una vez más a los vecinos del barrio Belgrano. En el 2015, el fuego se propagó hasta cuatro viviendas.

Barros manifestó que esos dos lotes en la ladera del cerro ya se incendiaron en tres ocasiones. “No sabemos quiénes son los dueños y no se hacen cargo de mantenerlos limpios. Hay árboles secos de los incendios anteriores. Estamos pidiendo que, por lo menos, limpien y cerquen esos terrenos”, señaló la mujer.

Admitió que los vecinos del barrio están preocupados desde hace tiempo. “Ayer cuando se prendió fuego todo, tuvimos la fortuna de que ya nos estábamos organizando con baldes y mangueras y, en seguida llegaron los bomberos. Pero esto no debiera producirse y no hay que permitir la desidia de los dueños que dejan abandonados los predios”, agregó.

El secretario de Ambiente y Desarrollo Urbano de Bariloche, Pablo Bullaude, definió el área del cerro Runge y las calles Salta y Tucumán como “compleja desde la accesibilidad y la densidad de población”.

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Consideró que este sector “tiene los problemas de gran parte de Bariloche”:  “Fue loteado en una época en que la ciudad era muy chica y con criterios ambientales y de seguridad, muy distintos a los que tenemos hoy”.

Recalcó que las calles son muy angostas y la mayoría de los edificios no cuenta con estacionamiento suficiente. En este sentido, ayer por la tarde, la autobomba de los bomberos no lograba pasar porque había vehículos estacionados en ambos lados de la calle.

“La parte más conflictiva o peligrosa es la calle Tucumán que no tiene salida. En su momento, evaluamos conectarla hacia el oeste porque continúa un poco más adelante. Pero atraviesa una propiedad privada. Sería una cuestión de expropiación pero también, desde la cuestión de la ingeniería, hay una pendiente grande”, dijo.

Bullaude recordó que después del incendio del 2015, una resolución municipal suspendió la aprobación de nuevos proyectos hasta tanto se realizara un estudio geológico. Si bien el informe descartó riesgo geológico, el problema de la accesibilidad con calles muy angostas persiste.

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“Luego del estudio, una segunda resolución del 2018 puso algunas limitaciones en esa zona por cuestiones ambientales y de accesibilidad. El Colegio de Arquitectos hizo una presentación legal pero hoy la restricción está vigente y la mantenemos por esta situación de riesgo”, expresó el funcionario y continuó: “La intención es alcanzar una solución definitiva en términos normativos con el plan del centro y sur de la ciudad presentaremos en un año”.

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