Unos 700 pacientes con coronavirus pasaron por los hoteles de Bariloche

Hay cuatro establecimientos habilitados, con 218 camas en total, para recibir personas que contrajeron la covid-19 y que presentan síntomas leves. El operativo demanda mucho trabajo.

Dos carteles pegados en la puerta de acceso avisan que el hotel está cerrado. En las 13 ventanas, que están orientadas hacia una de las avenidas más transitadas de Bariloche, no se observa ningún movimiento. Dos teléfonos es la única información que hay en el umbral del establecimiento, que está en penumbra. Sin embargo, decenas de personas permanecen alojadas en el establecimiento.

En cuatro hoteles de Bariloche hay pacientes aislados porque contrajeron la covid-19, que transmite el nuevo coronavirus. Podrán salir cuando pasen los 10 días, que es el plazo recomendado por los médicos, porque la carga viral ya no representará un peligro.

Desde finales de marzo o principios de abril, cuando se detectaron las primeras personas contagiadas, hasta el fin de semana, habían pasado alrededor de 700 personas de Bariloche o Dina Huapi por los hoteles habilitados para alojar a pacientes de covid, con síntomas leves. Son aquellas personas contagiadas que no requieren internación en el hospital Ramón Carrillo o los sanatorios locales, según informó el director del hospital local, Leonardo Gil.

Recordó que meses atrás habían arrancado con un hotel céntrico, que prestó el propietario. Allí, se alojaron los pacientes del primer brote importante que hubo en la zona y que afectó a decenas de empleados de la PSA.

“Al principio, teníamos mucho miedo y fuimos aprendiendo con el paso de los días”, recordó Gil. Rememoró que esa primera experiencia fue complicada. “Nos prestaron el primer hotel porque nadie sabía cuánto tiempo duraría esto de la pandemia”, comentó.

Cuando fue lo del brote entre personal de la PSA, abrimos el hotel que nos prestaron a los empujones”, relató Gil. “Costó poner en funcionamiento la calefacción, así que las primeras noches los pacientes pasaron frío, el internet no andaba bien y colapsaba porque todos querían conectarse para comunicarse con sus familiares y amigos”, rememoró. “Al principio, se les dejaba la comida en el piso, en los pasillos, para que los pacientes salieran de las habitaciones a buscarla. Ahora se deja en unas sillitas”, manifestó. Admitió que fueron días difíciles en esa primera etapa.

Valoró que el dueño de ese primer hotel se lo prestó durante 4 meses a la Provincia. Ahora, hay un convenio.

Tuvieron que mejorar la organización sobre la marcha, con la urgencia que demanda una pandemia.

Gil explicó que ahora cuentan con guardia policial las 24 horas en los cuatro hoteles. Hay médicos coordinadores, tres turnos de personal de salud, ya sea enfermero, agente sanitario o algún empleado del departamento técnico del hospital.

Están además los llamadores médicos que se comunican periódicamente con los pacientes para ver cómo evoluciona la enfermedad”, sostuvo. El apoyo psicológico lo brinda personal del área de Salud Mental del Hospital.

Gil aseguró que personal del hospital prepara las raciones de comida de los pacientes de los hoteles. Destacó que se sumó la Escuela Militar de Montaña de Bariloche a esa tarea “porque la gente de la cocina del hospital no daba abasto”. Es que a cada paciente confinado en los hoteles se le debe brindar las cuatro comidas diarias.

El director observó que hay personas que, por alguna patología previa, deben consumir una dieta especial que hay que elaborarla. Contó que el personal de farmacia del hospital arma los kits con la medicación que requiere todos los días los pacientes contagiados que tienen otras enfermedades.

Está la limpieza de las habitaciones. Hay que organizar y coordinar toda esa logística. Dijo que hay una empresa que pasa todos los días por los hoteles a retirar los residuos.

Relató que un equipo del hospital capacitó a mucamas de los hoteles, donde están alojadas los pacientes, para prevenir los posibles contagios. “Es una estructura muy compleja porque hay mucha gente trabajando a full desde hace meses”, destacó. Unas 90 personas trabajan en el operativo hoteles.
Gil aseguró que la Provincia asume todos los costos de la estadía de los pacientes en los cuatro hoteles. “Todo sale de las arcas del Estado provincial, a través del Ministerio de Salud”, aseveró.

Dijo que el hospital trató de facturarles a las obras sociales, pero no es sencillo. Sostuvo que mantienen una deuda importante con Salud de la provincia.

Relató que, al principio, “toda persona que se infectaba iba a los hoteles”. Contó que a finales de julio pasado los hoteles estuvieron colmados, cuando los nuevos casos positivos superaban el centenar de personas diarias.

Entre los cuatro establecimientos suman 218 camas. Hasta el martes había 51 plazas ocupadas, aunque esa situación se modifica todos los días.

Con la nueva definición que dispuso el Ministerio de Salud de la Nación, ahora, se permite que, en casos excepcionales, la internación sea domiciliaria. Pero debe cumplir varios requisitos.

Gil recordó que en las primeras semanas el alta de un paciente alojado en un hotel recibía el alta clínica cuando los hisopados eran negativos. “Ahora ese criterio cambió. Los casos leves se les da el alta a los 10 días, siempre y cuando en las 72 horas últimas no hayan manifestado síntomas”, aclaró.

Dijo que ese criterio se modificó a partir de las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación. “Al pasar los diez días y no presentan síntomas, ya no son infectivos”, enfatizó Gil.


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