Así juegan los lobitos marinos con un buzo en Puerto Madryn: «Es una sensación increíble»

Luego de una excursión con turistas a la Reserva Punta Loma para hacer snorkeling, estaba tan lindo el día y había tantos cachorros que Raúl decidió volver a sumergirse. Mirá lo que pasó: este video es una belleza...

Maravillas de la Patagonia: Raúl buceando con lobitos marinos en la Reserva Punta Loma, a 15 km de Puerto Madryn, en la costa de Chubut. Fotos: @raulsstt

Como te contamos, en el Voy somos fanas de @raulsstt y seguimos cada una de sus aventuras en las redes. Primero, porque es buzo profesional en Puerto Madryn y sus videos subacuáticos son uno mejor que el otro. Segundo, Francia. Y tercero, porque es muy buena onda. Y si las imágenes que registra en el fondo del mar son siempre súper interesantes, las que acaba de publicar están entre las más divertidas de la saga.

En la rutina de Raúl un día le puede tocar bucear en busca de delicias de mar, otro acompañar y guiar a quienes hacen su bautismo submarino, otro cruzarse con ballenas y delfines. Y si tiene un día franco, puede poner su cámara en una playa alejada de Madryn y que el cachorro de elefante marino más tierno se duerma una siestita a centímetros del lente y cuando se despierta se tape la boca a bostezar.

Lo bueno de ser buzo es todo eso y también tener amigos que se prendan a una salida armada sobre la marcha si hay un rato libre y está lindo el día y él diga vamos y la barra diga vamos y que unos minutos después naveguen rumbo al último de los barcos hundidos en forma intencional frente a la costa de Puerto Madryn para integrarse al parque submarino que deslumbra a los buceadores.


La pandilla de lobitos marinos en el fondo del mar


Pero uno de los puntos más altos de su actividad se produce en las salidas para hacer snorkeling y bucear a la Reserva Punta Loma, habilitada para la actividad, donde unos 500 lobos marinos viven en forma permanente a 15 km de Puerto Madryn.

Ya había terminado la excursión con los turistas, pero el día estaba tan lindo y había tantos animales que volvió al agua. Mientras buceaba se acercó la pandilla de lobitos marinos más tierna, que lo siguieron mientras jugaban con él.

Una de las últimas inmersiones de Raúl en la Reserva Punta Loma, Chubut, joya de la Patagonia. Foto: @raulsstt

«Los instructores de buceo amamos lo que hacemos y poder compartir esos momentos con los lobitos es algo hermoso. A veces nos dicen ‘qué lindo trabajo que tienen’. Y sí, la verdad que sí»», comenta Raúl.

¿Y cómo vive el buzo ese contacto? La respuesta de Raul: «Es una sensación increíble, más si lo pones en contexto de que estás jugando con un cachorro de un animal en estado salvaje que nació hace muy poco días y su madre lo permite. Parecen de peluche, te dan ganas de apretujarlos abrazarlos y besarlos»


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