El trekking más lindo: las lagunas de Epulauquen rodeadas de nieve y los mágicos colores del otoño en el norte neuquino
El fotógrafo que quería registrar la belleza otoñal de los bosques que rodean a las lagunas cubiertos de copos blancos, hizo la caminata con cuatro amigos en esta joya de la Patagonia. Mirá qué locura este lugar...
Por estos días, después de las últimas nevadas, la Patagonia regala sus paisajes más lindos pintados de blanco. Y en el norte neuquino, el fotógrafo Martín Muñoz tenía un sueño pendiente: hacer 60 km desde Varvarco, donde vive, a las lagunas de Epulauquen para caminar entre la nieve y los increíbles colores del otoño de los bosques que las rodean.
Ya había estado en el verano, en primavera, en el invierno. Y también en el otoño, pero nunca había podido registrar la belleza de los copos blancos con los colores que viran del verde a tonos rojizos y ocres en estos meses del año. La semana pasada, después de tanto esperarlo, pudo unir por primera vez esas dos maravillas. Y el resultado en forma de sensaciones fotos y no podría ser haber sido más lindo.
Vialidad despejó la ruta y pudieron llegar
Martín y cuatro tres amigos de Andacollo estuvieron allí la semana pasada. Aprovecharon para llegar a las lagunas que las máquinas de Vialidad habían despejado de nieve la ruta 45 para que pudieran pasar los crianceros con sus animales.
Allá iba Martín con Pipo y Chano Bravo, Mere Retamal y Antonela Morales rumbo a esa rincón agreste de la Patagonia de belleza sobrenatural.
«Hace mucho esperaba poder encontrar este paisaje la mezcla de los colores de otoño y la nieve temprana que nos adelantó el otoño», relata.
«El norte neuquino tiene paisaje únicos naturales, pero aún más cuando la naturaleza nos regala esta combinación de colores con un paisaje nevado. Es algo que no se puede explicar», agrega.
«Nunca se me daba»
El fotógrafo llevaba años esperando este momento. «Nunca se me daba ver esos tonos amarillos y rojizos de las lengas, los robles, los ñires entre la nieve. Pudimos llegar con este grupo de amigos y poder tomar esas imágenes hermosas», dice. «Era una deuda pendiente en el álbum de mis fotografías del norte neuquino», agrega.
«Llegamos por que nos dejaron entrar a sacar fotos las lagunas están cerradas por ahora. «Cayó nieve y los caminos quedaron tapados», aclara.
Entre lagunas encadenadas y leyendas de fabulosos botines enterrados
Cuando se reabra el acceso, lo que ocurrirá en noviembre, donde un verdadero tesoro espera a quienes se aventuren a explorar las lagunas de Epulauquen.
Y no solo por la leyenda de los fabulosos botines escondidos por los Pincheira, guerrilleros chilenos al servicio de la Corona Española en la última batalla por la Independencia que se libró aquí, en el corazón del norte neuquino.
También por ese paraíso agreste que despliega todo su atractivo en seis espejos encadenados de agua cristalina en este tramo del otoño, por los senderos que los unen entre lengas, ñires, helechos o flores silvestres según el tramo, las cascadas ocultas, las truchas que hacen suspirar a los pescadores, las caminatas entre el vuelo de los cóndores, las garzas y los carpinteros patagónicos.
Todo eso y tantas otras maravillas, por ejemplo, un sorprendente bloque errático, como se denomina a la inmensa roca que los glaciares, en su retirada hace unos 12.000 años, arrastraron hasta la cuarta laguna, La Chaquira. .
Cómo llegar a las lagunas de Epulauquen
Si te tienta ir cuando se reabran las lagunas, si se toma como referencia Neuquén Capital, lo primero es hacer 400 kilómetros hasta Chos Malal por la ruta 22 y empalmar con la mítica 40 para llegar a la primera capital de Neuquén, pura historia y esas montañas que la rodean al final de una larga recta y que anuncian que estás por entrar a otro mundo.
Y si antes te llamaron la atención las cigüeñas petroleras, la estación espacial china que emerge en el medio de la nada y la irrupción de picos nevados en el paisaje, lo que sigue es internarte en el corazón agreste del norte neuquino y su mundo de arrieros a caballo al frente de sus piños de ovejas y chivas en busca de aguas de deshielo y pasturas de las laderas, el sobrevuelo de los cóndores, las pequeñas capillas, la gente noble, afortunadamente aislada en su pureza, como suele decir Don Isidro Belver, el sacerdote que Don Jaime de Nevares envió a misionar en los 70, el tiempo volvió historiador y nunca más quiso irse de aquí.
Ya en Chos Malal (hay dos YPF si querés llenar el tanque y cargar agua para el mate) hay que seguir viaje por la ruta 43, que está asfaltada hasta Las Ovejas. A 5 km (95 desde Chos Malal) hay que doblar en la ruta provincial 45, la que lleva a las lagunas. Desde ahí son unos 40 km más.
La batalla en las Lagunas de Epulauquen y el tesoro escondido
«El 14 de enero de 1832 tuvo lugar en las Lagunas de Epulauquen, la batalla definitiva contra los hermanos Pincheira a manos del general chileno Manuel Bulnes. Esta batalla, llamada de “Las Lagunas” o “de Coyamuelo” permitió erradicar definitivamente el accionar de esta banda. Algunos consideran que esta fue la última batalla contra el ejército realista en territorio Argentino«, escribió el doctor en Geografía Luis Bertani.
«El tesoro que poseían los hermanos Pincheira, dicen, quedó en algún lugar de Epulauquen. Algunos sostienen que los únicos que realmente sabían la ubicación del tesoro eran los hermanos varones y estaría oculto en una cueva natural cercana al bosque de Epulauquen, derrumbada por los hermanos para guardarlo definitivamente», agregó.
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