Puerto Madryn: buceaba rumbo a un barco hundido y mirá quién vino a saludar…

Raúl tiene experiencia en filmar ballenas y delfines en lo profundo del mar. En eso y en asombrarse cada vez. Pero ahora, en la costa de Chubut, el que se acercó hasta quedar a 20 centímetros de la cámara del buzo fue un pequeño y hermoso habitante del Atlántico. Mirá...

Suele suceder en la vida de un buzo. Sobre todo si trabaja en Puerto Madryn, esa maravilla de la Patagonia en la costa de Chubut y su fascinante población marina. Desde lobos marinos y delfines a las gigantescas ballenas a pequeños habitantes como los que se encontró Raúl en estos días mientras buceaba rumbo a un barco hundido a una profundidad de 95 metros.

Esas naves en el fondo del mar son una atracción para los buzos, porque cobran vida propia en lo profundo, los peces merodean o se meten y ver eso es una experiencia de aquellas. En esra ocasión, Raúl iba a un naufragio a 95 metros como siempre con su cámara subacuática, porque aparte de maravillarse con lo que observa le gusta compartirlo.

Raúl (izquierda) en una inmersión anterior en Punta Loma, rodeado de lobos marinos.

Entonces los vio: nadaba hacia él un cardumen de langostinos, esos crustáceos de entre 12 y 15 centímetros. Uno de ellos se acercó hasta quedar a 20 centímetros y pudo ver así de cerca la belleza y la armonía de sus movimientos.

Fue así, tan rápido, tan sencillo y tan lindo como eso. Mirá.


Días atrás, Raúl había filmado otro impactante video, esta vez en la playa


«Empezamos a caminar cerca de la ciudad y vimos que había un par de ostreritos que estaban medio nerviosos cuando pasamos, pero no se alejaban del lugar. Entonces le comentaba a mi tío que debían tener nido por acá, porque eso es lo que hacen cuando tienen nido: se alejan un poco como para distraer y alejarlos por si es algún depredador que viene a comer los huevos o los pichones», relata.

«Ahora, cuando te acercás mucho ya empiezan a revolotearte cerca y por ahí vimos que el pichoncito se movió. Llevo la cámara a todos lados y la dejé ahí, ya que tengo control a distancia con el teléfono. Nos retiramos, dejé filmando y pude captar ese momento relindo. Nos quedamos tomando unos mates un rato largo hasta que otra vez se alejó el papá o la mamá y pudimos retirar la cámara», agrega.

Chiche y su sobrino vieron que había huellas de vehículos a metros del nido. Este es el mensaje de Raúl: «Yo creo que la gente no tiene maldad, y a veces lo hace por desconocimiento. Que no saben que hay aves que nidifican muy cerca del agua. Y veces, la gente baja en las 4×4 cuando va a pescar, quieren ir un poquito más lejos y por ahí no ve esto y eso un desastre porque les pasan por arriba. Por eso es recomendable tener mucho cuidado uno baja con la camionetas, los cuatriciclos, las motos. Pero, repito, no creo que nadie lo haga de malo, es por desconocimiento».


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