Villa Traful, la perla turquesa que lidera las búsquedas en Google e invita al verano patagónico

Entre asfalto nuevo, playas turquesas y una calma que no se negocia, el destino consolida su lugar como una de las joyas más buscadas de la Patagonia.

Con picos de consultas récord y un lago que vuelve a imponerse en los buscadores, Villa Traful llega al verano con expectativas altas. Fotos Neuquén Tur.

En Villa Traful el verano no llega de golpe, se anuncia. Aparece primero en las búsquedas, en las consultas que se multiplican. Se siente en el murmullo del lago y en la certeza compartida que, otra vez, la temporada será buena. “Estamos muy expectantes de este verano. Hay muchas búsquedas, consultas, y trabajamos para prepararnos. Todos los años venimos superándonos en porcentaje de ocupación”, dice Thais Guterres, integrante del directorio de NeuquénTur y CEO del Hotel Alto Traful.

Los números acompañan esa expectativa. El verano pasado, Villa Traful se consolidó como uno de los destinos más fuertes de la temporada, con picos de ocupación que superaron el 90%. Un reciente relevamiento de Google sobre tendencias turísticas ubicó a la villa Traful como el destino con mayor crecimiento en búsquedas durante 2025, por encima de Florianópolis. No es casual, Traful aparece como una alternativa que combina paisaje, tranquilidad y una sensación de descubrimiento que otros destinos masivos no ofrecen.

Los tramos asfaltados reducen los tiempos de viaje.

“En los últimos dos años venimos con veranos del 90% de ocupación; el último verano fue del 95%, y esperamos que este también sea un buen verano. Al mismo tiempo, tratamos de posicionar el destino para otras estaciones del año, que es lo que necesitamos, no tener tanta estacionalidad”, explica Thais. Y suma un factor clave para ese objetivo: “Estamos confiados en que el asfalto nos va a ayudar muchísimo para tener buenas temporadas durante todo el año, además del verano. Eso es una gran noticia”.

La villa está a 100 kilómetros de Bariloche y a 65 de Villa La Angostura, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi. El acceso, históricamente de ripio, empieza a cambiar su historia. La conexión Villa Traful–Siete Lagos ya cuenta con 10 kilómetros asfaltados, mientras que hacia la Ruta 237, desde Confluencia, hay otros cuatro kilómetros ejecutados. Todavía no está completo, pero el impacto ya se percibe. “Justo recibí a una persona que decía: ‘Ya se redujo casi a la mitad el tiempo del viaje’”, cuenta Thais. La traza total hasta Siete Lagos es de 25 kilómetros y, con ese asfalto nuevo, el cambio se siente. El mantenimiento, además, es constante y garantiza accesos cuidados.

La Puntilla y Bahía Grande, las playas más fotografiadas.

El verano, en Traful, tiene una postal que sorprende incluso a quienes conocen la región. “Muchos buscan en este momento destinos de playa. Las playas de Traful tienen un agua turquesa, transparente, muy única. Todos los lagos de la región de los Siete Lagos son bellísimos, pero Traful tiene un color especial”, describe. Y agrega una definición que se repite entre quienes llegan por primera vez: “El lago es más frío, se nota la diferencia, pero siempre digo que es como un ‘baño energético’: hay que meterse. Las playas están bien mantenidas, y la naturaleza es muy virgen, muy conservada”.

Durante el verano, el perfil del visitante es diverso. Buenos Aires y Capital Federal lideran el ranking, pero el Alto Valle sostiene una demanda permanente durante todo el año. A eso se suman extranjeros, principalmente europeos y turistas de provincias como Córdoba y Santa Fe. Lo que buscan, coinciden, es una experiencia distinta. “Es un turismo tranquilo, familiar, de conexión con la naturaleza”, define Thais.

La gastronomía acompaña ese perfil con una apuesta clara por los sabores locales: trucha, cordero, ciervo. Los restaurantes se preparan para la temporada con platos que llevan el sello de la cocina neuquina. A eso se suman servicios. “Esta semana, por ejemplo, se inauguró una heladería con fabricación propia de la empresa Del Montañés”, cuenta.

La villa está a 100 km de Bariloche y 65 de Villa La Angostura

Villa Traful conserva su esencia, pero afina su oferta. Hoy cuenta con agencias que organizan excursiones y experiencias, facilitando la estadía de quienes llegan por pocos días o semanas enteras. “Lo que más los impacta es que esta región es como una burbuja dentro del país. Villa Traful es una perlita dentro de los Siete Lagos: otros destinos están más desarrollados, con más gente y más servicios, pero Traful conserva una naturaleza única, con su lago turquesa”, destaca.

En un contexto económico complejo, Traful no es ajena a las dificultades. “Nuestros costos operativos se triplicaron, lo que hace difícil competir con destinos como Chile o Brasil. No es solo la Patagonia, es una realidad país”, admite Thais. Aun así, la elección por este destino se repite.

La historia personal de Thais también dialoga con esa idea de descubrimiento. “Yo soy de Río de Janeiro, pero con corazón patagónico”, cuenta con su tonada brasilera. Vive en Neuquén y su vida transcurre entre la capital provincial y Traful. Hace siete años que está al frente, junto a su esposo, del Hotel Alto Traful.

Los tramos asfaltados reducen los tiempos de viaje.

“Este lugar me conquistó por completo”, dice y la frase suena a cierre, pero también a declaración de amor. “Vengo de un lugar donde no hay estaciones marcadas, donde el paisaje es verde todo el año. Acá, los cambios de estación, los colores del otoño, el amarillo de la retama en primavera, el blanco de la nieve, nunca dejan de sorprenderme. Soy una enamorada de la Patagonia”.

En Villa Traful, el verano no promete estridencias, ofrece algo más persistente, la sensación de haber llegado a un lugar donde el tiempo baja un cambio y el paisaje hace el resto.


Playas y paseos imperdibles de verano


Las costas del lago combinan acantilados y playas que invitan a pasar el día entero. Las cascadas Coa Coá y Ñivinco, las caminatas y las travesías en lancha forman parte de un menú que se despliega sin apuro.
La pesca con mosca de truchas arcoíris convive con largas horas de descanso al sol. La villa tiene cuatro kilómetros de playa dentro del ejido urbano, pero el acceso se extiende desde Puerto Arrayán hasta el mirador, sumando unos 20 kilómetros de costa. La Puntilla y Bahía Grande, viralizadas en redes, son las más conocidas. Algunas, accesibles solo en embarcación, ofrecen silencio.

Con picos de consultas récord y un lago que vuelve a imponerse en los buscadores, Villa Traful llega al verano con expectativas altas.

La Puntilla está a dos kilómetros del centro. Su agua, de no más de 17 grados, y la costa de piedras finas la vuelven inconfundible. Bahía Grande, está resguardada del viento, con arena volcánica y un bosque de cipreses.

Una de las excursiones imperdibles es la visita a las lagunas Las Mellizas, que cruza el lago Traful y se interna en un bosque de cipreses y radales. Allí se encuentra la Cueva Traful I, con expresiones de arte tehuelche de unos 600 años de antigüedad.

Bosque Sumergido. Se puede visitar en lancha o bucear entre los troncos petrificados.

La perla, es siempre el Bosque Sumergido. Se puede visitar en lancha o bucear entre los troncos petrificados. “En el Bosque Sumergido se puede hacer playa, cruzar temprano, pasar el día del otro lado del lago y volver al final de la jornada”, señala Thais.

También está la travesía al Cerro Negro, más exigente, donde la senda se abre entre ñires achaparrados y vistas que parecen no agotarse nunca.

Los alojamientos habilitados en el pueblo, tienen precios variados, dependiendo de la categorís. Hay campings, complejos de cabañas, hosterías y hoteles. Disponibles en: https://www.villatraful.gob.ar/donde-dormir/


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