A seis meses del conflicto que pateó el tablero político de Neuquén

Las protestas de los autoconvocados de salud todavía tienen eco. Quienes participaron siguen sumariados, pero buscan disputarle la representatividad a los sindicatos. Siprosapune logró que se instalara el debate por la carrera sanitaria.

Seis meses atrás comenzó a gestarse el inicio de un conflicto que terminaría teniendo impacto nacional por los bloqueos en los accesos a Vaca Muerta y la suba de los porcentajes ofrecidos en las paritarias. Fue del que surgieron los autoconvocados de salud, que no se referencian con los sindicatos ATE ni UPCN, y que anuncian que se están reorganizando para pedir elecciones de delegados y de juntas internas en los hospitales de Neuquén.

El 24 de febrero la llamada “primera ola” ya había pasado, pero todo indicaba que se acercaba la segunda, con un 95,8% de ocupación de camas de terapia intensiva. En ese contexto, el Gobierno encaró las negociaciones salariales sin haber cumplido los aumentos comprometidos para 2020 y dejando atrás los incrementos en base a la inflación.

El ministro de Economía, Guillermo Pons, le ofreció a ATE un aumento del 12% más algunas subas no remunerativas. El sindicato lo aceptó y se encendió la mecha. De las primeras protestas en marzo, en el monumento a San Martín, los trabajadores pasaron a los cortes de yacimientos durante más de 20 días en abril. Finalmente levantaron la medida para concentrar sus esfuerzos en los hospitales, que sentían el impacto de la segunda ola, y cuestionando que el nuevo acuerdo, del 53% en cuotas hasta diciembre, no cubría la recomposición por el 2020.

La inesperada, para el Gobierno, fuerza de la protesta todavía late y los problemas de fondo no se terminaron de resolver. El MPN fijó su postura al considerar que el rechazo al 12% fue “absolutamente justo”, de acuerdo al jefe de la bancada en la Legislatura Maximiliano Caparroz.

El también médico caracterizó el conflicto en fases: Salud considerando insuficiente la oferta (“el gobernador (Omar) Gutiérrez reconoció la demora”, resaltó), el “oportunismo político” de partidos de izquierda y el Frente de Todos (FdT), después, haciendo foco en el conflicto y no en la solución, el nuevo acuerdo salarial y la que está por venir con una nueva negociación después de diciembre.

El tema se coló en la campaña. El candidato y exvicegobernador, Rolando Figueroa, eligió a la exfuncionaria provincial, Luciana Ortiz Luna para que lo acompañara en la lista. La médica fue corrida de su cargo, frente al Servicio de Emergencias que ella creó.

De ahí, su perfil en redes sociales y medios creció, reforzando el contrapunto con Provincia. Figueroa evitó referirse al tema cuando fue consultado por el tema en “Vos A Diario” (RN RADIO 89.3) y aseguró que la convocó por el importante rol de los trabajadores de Salud durante la pandemia. También resaltó la incorporación de Alan Traballoni, médico que fue camillero del SIEN durante la gestión de Ortiz Luna, y ahí sí dejó entrever su postura: “son personas que quieren tener voz porque muchas veces, en los círculos rojos de la política, definen dos o tres personas las cosas, las situaciones y dejan a todo el gran espectro de la sociedad por fuera”.

Otro de los ecos de las protestas de autoconvocados fue que el MPN finalmente habilitó el debate sobre el proyecto de ley de carrera profesional que el Sindicato de Profesionales de la Salud Pública (Siprosapune) había presentado dos años antes, como contrapropuesta al Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), al que acusan de la migración de médicos al sistema privado.

Provincia había dejado a Siprosapune fuera del debate del CCT en 2018 y de todas las paritarias por no ser un gremio reconocido, pero este año la visión cambió. Los profesionales también se manifestaban, pero no se unieron a los cortes de los autoconvocados. Desde ambos lados explicaron que no había acuerdo posible entre los reclamos.

En ese contexto, el MPN encontró un nuevo sector de Salud al cual darle espacio, aunque ahora el debate se empantanó. La secretaria gremial, Noemí Alemany, indicó que la mesa técnica con el Ministerio de Salud avanza aunque no en la velocidad deseada.

Sobre la realidad de los establecimientos actuales, el diputado del MPN aseguró que las inversiones están y que las peores situaciones fueron las primeras en atenderse. Sin embargo, desde los autoconvocados las críticas continúan, afirman que es necesario renovar los equipos y que los insumos faltan o son de mala calidad. “Se siguen tapando agujeros y tenemos que agradecer que bajaron los contagios. En el área covid del Heller ponen un alargue para conectar ocho aparatos por paciente. No hemos visto una mejoría”, relató Lihue González.

Tanto ella como Marco Campos, referentes de los autoconvocados, recordaron que los sumarios siguen abiertos, que no se reintegraron los descuentos salariales, que se dieron de baja contratos de eventuales y los pases a planta no alcanzan. También resaltaron que el aumento no cubrió los incrementos que no se pagaron el año pasado.


Escuchá la entrevista a Marco Campo:


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