Boca, River y el don de la voracidad según pasan los años

Los dos grandes de la pelota nacional comenzaron el año peleando la Superliga, lo terminaron como líderes de la Copa Diego Maradona y arrancarán el 2021 enfrentándose, previo a las semifinales de la Copa Libertadores.

Cuando comenzó este año atípico y tristemente célebre en todos los sentidos, Boca y River buscaban cambiar de piel, cargaban sus mochilas de proyectos e intentaban cicatrizar las heridas que había dejado el 2019.

El Millo trataba de desentrañar en el diván por qué se le había escapado la Libertadores ante el Flamengo, mientras que Boca se refugiaba en la figura de Juan Román Riquelme, el regreso del ídolo ahora en modo dirigente.

En Boca Gustavo Alfaro ya era historia, la semifinal copera perdida con River también y la nueva era estaría signada con la vuelta al club de Miguel Ángel Russo, el DT que le dio la última Libertadores al Xeneize, con Román como capitán y símbolo.

En enero de este año, el coronavirus era un extraño y ajeno mal que se expandía por Asia y amenazaba a Europa, pero en nuestro país aún se respiraba normalidad. Y en ese contexto, Boca y River comenzaron el año siendo protagonistas.
Se jugaba la parte final de la extinta Superliga y en un sprint final avasallante, el Xeneize, con el renacido Carlos Tevez como mayor exponente, le arrebató el campeonato a River en la última fecha ganándole al Gimnasia de Diego Maradona.

Carlos Tevez grita el gol que le dio el título de la Superliga a Boca frente a Gimnasia.

Por esas cosas indescifrables que tiene el destino, ese día en La Bombonera fue la última vez que un estadio repleto de gente ovacionó a Diego. Nadie imaginaría lo que vendrá después: jugar partidos con tribunas vacías y Maradona pasando a la eternidad a los 60 años.

Diego Maradona, ovacionado en La Bombonera. Sería la última vez del ’10’ en el templo xeneize.

El primer trimestre bastó para que Boca fuera otro y se oxigenó con la salida de Daniel Angelici y también de Alfaro. Russo le dio vida y esperanza, descolgó los botines del placard de Carlitos Tevez y lo hizo la bandera del equipo.

A River le costó más salir. El aura ganadora lo abandonó en dos momentos clave, pero a su favor se sabe, tiene la solidez que dan los proyectos a largo plazo. Desde el 2015 que el equipo de Marcelo Gallardo es protagonista, siempre. Principalmente en el plano continental, donde ganó siete títulos, incluidas dos Libertadores.

Lo cierto es que los dos grandes del fútbol argentino despidieron el 2019 siendo los actores principales de la escena nacional, comenzaron el 2020 peleando palmo a palmo la Superliga e iniciarán el año nuevo enfrentándose por la Copa Diego Maradona, en la previa de las semifinales hacia el plato principal de todas la temporadas: la Libertadores.

Llega fin de año y Boca y River, pandemia de por medio, siguen en la mesa chica de las grandes citas. El fútbol argentino se ha polarizado, al punto que los protagonistas son los mismos de siempre.
Los otros grandes deambulan entre penas y pasos errantes. Racing se animó pero le faltó carácter para desbancar a Boca; San Lorenzo no acierta con los técnicos e Independiente se refunda con los pibes, no por método sino por obligación.

Boca acaba de dejar atrás algunos nubarrones que hicieron dudar de su poderío, justo cuando se aproxima la etapa caliente de la competencia. Russo metió mano al manual que mejor conoce: dejó un solo ‘5’ (Jorman Campuzano), cubrió el hueco que dejó Pol Fernández con la dinámica del Pulpo González y reservó a Edwin Cardona para ponerle el moño a los partidos.


El 2 de enero se enfrentarán por la Copa Maradona, el martes 5 River jugará ante Palmeiras y el miércoles 6 Boca irá ante Santos, por la Libertadores.


Camino a las semifinales, River ha arrasado a sus rivales, en la fase de grupos y en los mano a mano. La reinvención es una de las mayores virtudes de Gallardo, cuyo equipo sigue siendo estrella a pesar de ya no contar con los héroes de Madrid: Pity Martínez, Juanfer Quinteros y ahora Lucas Pratto. Matías Suárez, Julián Alvarez o Jorge Carrascal son los que ocupan esos lugares y la historia sigue siendo la misma.

La primera quincena del año que ya llega será el cielo o el infierno. No hay lugar para los grises en River y Boca, donde la obligación es ganar y superar un listón que nunca es lo suficientemente alto, por esas cosas que sólo tienen los grandes.

Datos de fin de año

7
veces se enfrentaron Gallardo y Russo, con cuatro triunfos para el entrenador del Millonario y tres empates
32
años tiene Diego Costa, que se fue del Atlético Madrid y podría pasar al Palmeiras, rival de River en las semifinales de la Libertadores.

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