Cortés pidió disculpas y vinculó el maltrato al “fragor” de una discusión

El titular del sindicato de Comercio hizo su descargo tras la denuncia por violencia de género hacia trabajadoras de la CEB.

El secretario general de la Asociación de Empleados de Comercio (AEC), Walter Cortés, pidió disculpas públicamente a las dos mujeres que lo acusaron por un episodio de violencia en el interior de la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB) y dijo que el hecho se generó en un contexto de una discusión gremial en la que “alzó la voz”.

Trabajadores de la CEB denunciaron públicamente esta semana que Cortés profirió maltrato y agresión verbal a dos mujeres trabajadoras de la entidad, en un episodio ocurrido el viernes pasado. Como consecuencia de esta situación de tensión, una de las mujeres, que cursa el séptimo mes de embarazo, debió ser internada en un sanatorio ante una descompensación.

Cortés representa a una porción de los trabajadores de la CEB, que ascienden a 70 personas, quienes son empleados bajo el convenio mercantil pero al mismo tiempo es un referente de la conducción de la entidad sin tener ningún cargo formal.

En conferencia de prensa hoy, rodeado de delegados y dirigentes gremiales mujeres en su mayoría, Cortés hizo su descargo y dio su versión del episodio además de acusar irregularidades en la CEB y señalar discriminación de los empleados mercantiles respecto de los trabajadores del sindicato de Luz y Fuerza que conviven en la misma entidad.

“En el fragor de la discusión gremial en la cual defiendo a mis trabajadores, seguramente levanto la voz como lo hago ahora y pongo énfasis en las situaciones injustas”, dijo Cortés y de inmediato asoció que “en este fragor en el que uno quiere resolver situaciones de fondo y con mi actitud seguramente (las dos mujeres afectadas) se han sentido de alguna forma perjudicadas y le llaman violencia de género. Si para ellas es así, yo les pido disculpas”.

El dirigente sindical dijo que las dos mujeres que denuncian una acción violenta, ejercen cargos jerárquicos, una como encargada del sector de Sepelios y otra como jefa de Recursos Humanos, con quienes discutió una problemática gremial respecto de un trabajador.

El origen de la discusión, según Cortés, fue una “persecución y discriminación” de la jefa de área hacia un trabajador al que le habría ordenado mediante mensajes de whatsapp quitarse la barba del rostro, bajo posible apercibimiento de no cumplir.

Afirmó que “jamás en toda mi historia de vida sindical y política se me pasó por la cabeza insultar o agredir a alguna mujer» y enfatizó que el 70% del gremio que conduce son afiliadas mujeres.

Más adelante reiteró, respecto al episodio con las mujeres, que “si se sintieron injuriadas producto de mi énfasis, les pido encarecidamente disculpas pero no pueden tapar el sol con las manos”.

También el dirigente vinculó esta denuncia pública a una “interna política” y señaló que el esposo de una de las mujeres afectadas “le debe 350.000 pesos a la obra social de Comercio” y actualmente conduce un taxi. Por este último motivo, asoció Cortés una vinculación del hombre con el consejero opositor de la CEB, Luis Barrales, titular del sindicato de Taxis.

Cortés denunció que en la CEB hay cuestiones “por demás injustas, donde se ejerce muchas veces discriminación, persecución y también abusos” y expuso públicamente que hay dos denuncias penales por acoso sexual a personal femenino de maestranza.

También afirmó que hay “trabajadores de primera y de segunda” en la CEB, con tratos “discriminatorios” y diferencias salariales importantes entre los agremiados a Comercio y los de Luz y Fuerza.


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