Crimen de Plottier: la imputada sufrió violencia sexual y de género desde niña

Lo relató su actual psiquiatra ante el jurado popular. Dijo que presenta un trastorno depresivo y que sus hijos han sido un “factor protector”. Su colega del cuerpo médico forense precisó que al momento del hecho pudo comprender y dirigir sus acciones.

Sara Miranda tiene 47 años y nació en San Martín de los Andes. No completó la escuela primaria y durante su vida tuvo trabajos informales. Sufrió violencia sexual y de género desde que era una niña. Su primer embarazo fue a los 13 años. Actualmente concurre a una psiquiatra en el hospital Heller y realiza terapia en el centro de salud de San Lorenzo Norte. A cada turno la acompaña el personal policial, ya que se encuentra con prisión domiciliaria, acusada del homicidio doblemente agravado de Roque Mora, por el que puede ser condenada a una pena perpetua.

El jurado popular que tiene que definir su responsabilidad escuchó ayer el testimonio de su psiquiatra tratante. La testigo afirmó que la imputada está medicada, ya que presenta un trastorno depresivo. Dijo que “no tiene deseos, motivaciones” y que la sostienen sus hijos, su “factor protector.”

No es la primera vez que asiste a un equipo de salud mental. También lo hizo en los hospitales de San Martín y Plottier.

El psiquiatra forense que analizó la historia clínica de Miranda y el legajo penal reveló que la acusada tuvo intentos de suicidio, dificultad en el trato con las personas, presenta rasgos de impulsividad y de inestabilidad emocional que se mantienen en el tiempo. Indicó que, de todas formas, esto no imposibilita que al momento del hecho pudiese comprender y dirigir sus acciones.

Manifestó que la conducta desplegada por quien estuvo en la escena del crimen es “coherente, lógica, comprensible, motivada, instrumentada, donde se descarta la presencia de alteraciones morbosas de las facultades, alteraciones del estado de conciencia e insuficiencia de las facultades mentales.”

Quien también compareció fue otra de las empleadas que tuvo la familia Mora, encargada del cuidado de la viuda del hombre. Este ha sido un punto recurrente del juicio: trabajadoras que aseguran que él les proponía tener una relación de noviazgo y que ellas se negaban, lo cual no afectaba la continuidad de su tarea. Sólo en un caso sus hijos advirtieron que su papá mantenía un romance con una de ellas y la despidieron. Ninguna hasta el momento contó haber sido forzada a mantener un vínculo.

En la audiencia de hoy está previsto que continúen las declaraciones de testigos de la defensa, ya que la prueba producida por la fiscalía y la querella concluyó ayer.

El juez que conduce el juicio, Cristian Piana, anticipó que están evaluando que se extienda el debate un día más para los alegatos de clausura, las instrucciones y la deliberación.

Para un veredicto de culpabilidad se requieren ocho votos como mínimo de los doce integrantes del jurado.

El dato

10
de julio de 2020 se produjo el homicidio de Roque Mora. Su familia encontró el cuerpo al día siguiente, en su casa de Plottier.

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