Dale la teta, también es placentero durante la pandemia

En esta pandemia por coronavirus las especialistas recomiendan mantener la lactancia. No habrá personas asistiendo en casa para evitar el contagio de COVID-19, pero la tecnología on line puede ser una alternativa.

“Es importante que sepan que la lactancia puede ser placentera y que también tiene que ser deseada”. La frase es una de las pocas verdades que se mantienen firmes en este contexto de pandemia y aislamiento, cuando –casi- todo cambió. Hoy, dar la teta puede no enfrentarse a miradas juzgadoras ni al estrés de algunas rutinas, pero sí lo hace a los miedos y a la ausencia física de esas personas que contienen emocionalmente. Ahí es donde entra Sayi Miriani, quien lleva la máxima del comienzo de esta nota como insignia. Ella es puericultora, o sea que se dedica a acompañar a quienes están a cargo de la crianza, para que sea la mejor experiencia posible.

Miriani es una de las pocas puericulturas universitarias que hay en la Patagonia y se desempeña en distintos centros de salud de Neuquén. Durante el embarazo, después del parto y en las casas, ella aconseja a cada integrante de la familia, porque cada quien tiene un rol cuando es la hora de dar la teta. Porque alimentar no es solo dar leche, es una conexión.

Antes de la cuarentena, Miriani asistía a sus pacientes en las internaciones o en su consultorio. Con un muñeco de bebé mostraba la mejor manera de sostener la cabeza o acomodar los brazos. Ahora, las consultas son por videollamada, y el celular va pasando de mano en mano, a medida que se van probando las indicaciones que da la puericultura. No es lo mismo, pero, se tarde mucho o poco, al final siempre sale. Aunque la mayor tarea es combatir los miedos.

El estrés, la angustia y el dolor a la hora de dar la teta, forman un círculo negativo porque afecta la producción de oxitocina, una hormona que se produce en los orgasmos, el parto y la lactancia. ¿Cuál es su función?: provocar la eyección de la leche, por lo tanto, mejorar la alimentación y la salud general del bebé.

Por esto es que Miriani está convencida de la lactancia tiene que estar más fortalecida que nunca. Es fundamental que quien tiene que dar la teta no tenga dudas de que es capaz de hacerlo y que quienes la rodean tampoco duden. Si bien es cierto que hoy no es recomendable que una persona de afuera vaya a visitar al bebé y a ayudar a la mamá, eso no implica que no pueda dar contención: es posible –y necesario- acompañar también en estos tiempos.

Estas enseñanzas no sirven solo para la etapa de la lactancia, también es bueno conocerlas antes del parto y durante todo el proceso de crianza. “La información nos empodera”, recordó Miriani, y nuevamente su frase sigue siendo una gran verdad, con más valor aún, en estas épocas de incertidumbre.

En un contexto de cambios y refuerzo de medidas sanitarias, los partos también entraron en observación y algunos centros de salud prefirieron limitar al máximo la cantidad de personas presentes en la sala de parto. Esto generó un contramovimiento, y vecinas de Neuquén comenzaron a juntar firmas a través de la plataforma Change en apoyo a su pedido de parir acompañadas.

En el petitorio afirman que con la restricción del ingreso de acompañante se está violando la ley nacional 25929, de parto humanizado. En el artículo 2, inciso G, específica que toda mujer tiene derecho a estar acompañada por una persona de su confianza y elección, durante el trabajo de parto, parto y postparto.

Desde el Ministerio de Salud de Neuquén aclararon que los partos se realizan todos de la misma manera, pero si se trata de un caso sospechoso o confirmado de coronavirus se aplican medidas de aislamiento y protección de la gestante, del acompañante y del personal que interviene.

Además, el Ministerio de Salud de la Nación emitió una serie de recomendaciones para la atención de embarazadas y recién nacidos en contexto de pandemia en las que se indica el análisis individual de cada caso, que debe centrarse en garantizar el ejercicio del derecho a un parto respetado. Se aclara que, aún con políticas de restricción de visitas, se permitirá la presencia de una persona sin infección, ni sospecha de coronavirus, elegida por la gestante como acompañante, tomando en consideración que la persona sea menor de 60 años y no posea enfermedades preexistentes.


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