La historia de «Huevo» Acuña, de Neuquén a la Final de la Copa en Qatar 2022

El jugador de Zapala, disputa su segundo mundial. Es uno de los nombres fijos del equipo del Lionel Scaloni.

Dicen que la fe mueve montañas y es capaz de construir historias de película. De seres humildes, luchadores que van subiendo escalones hasta llegar a la cima. Marcos Acuña es uno de esos casos.  El jugador neuquino disputa en Qatar su segundo mundial y forma parte del equipo de Lionel Scaloni que el domingo jugará la final. 

El Huevo zapalino es un ejemplo de sacrificio y voluntad que hoy atraviesa  su momento más glorioso.  El jugador de Sevilla, desde el inicio del Mundial Qatar 2022, fue parte de los titulares. Luego, por acumulación de amarillas, no pudo jugar ayer frente a Croacia. 

En 2021, fue parte importante del equipo que tiene a Lionel Messi como capitán y que se consagró en la Copa América que se disputó en Brasil.

Su antecedente primero en citas mundialistas fue cuando su nombre apareció en la lista de 35 que entregó el técnico de la selección Jorge Sampaoli, todo un preanuncio de lo que sería su primer mundial, Rusia 2018.

“Es un gran orgullo. Lo vi crecer como persona y como jugador. Esta convocatoria es el premio a la constancia de un chico que nunca bajó los brazos y siempre siguió luchando por sus sueños”, contó Gabriel Rouret, uno de los “padres” futbolísticos del Huevo, cuando fue elegido para defender la Albiceleste en el mundial 2018.

Gabriel lo conoce de los siete años. A esa edad se lo pidió “prestado” a Patricio “Cubilla” Maliqueo para jugar un provincial en San Martín de los Andes. Ahí arrancó un camino que incluyó un paso por el Tiro Federal, con la dirección técnica de Claudio Joselovsky, hasta llegar a Don Bosco de la mano de Rouret.

En el Barrio siempre están pendientes de lo que pase con uno de los símbolos que lleva el nombre de Don Bosco por todo el mundo.

“Marcos tuvo varias pruebas pero nunca pudo quedar, en todas le decían que la estatura no lo ayudaba”, recordó Gabriel. San Lorenzo, Tigre y Boca fueron algunas de las instituciones que le cerraron las puertas a talentoso volante zapalino.

Lejos de entregarse, Acuña siguió luchando hasta que Ferro le abrió sus puertas con 17 años. El resto es historia conocida. El gran nivel que mostró en el verde de Caballito motivó que Racing posara sus ojos en él. En la Academia tuvo su mejor versión y el paso a Europa lo potenció aún más.

“Siempre tuvo unas condiciones naturales tremendas. Al talento le puso sacrificio y eso le convirtió en un todoterreno”, reconoció Rouret.

El Huevo nunca olvidó su origen y los amigos de la infancia. En enero de 2018 invitó a cuatro chicos de Zapala que estuvieron 20 días en Lisboa junto a él, cuando era parte del Sporting.


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