El precio de la carne se fue por las nubes en Neuquén
Aumentó un 85,15 % en un año según la medición que hace la dirección de Estadística. El termómetro del consumo en la ciudad y en la provincia. La suba de precios hizo cambiar los hábitos: se compra menos y se opta por cortes más económicos.
Con la trepada del dólar, los precios de alimentos y distintos productos se vieron afectados. La carne no se quedó atrás y esto se ve reflejado en el consumo de los clientes, quienes optan por comprar menos cantidad o comprar lo justo y necesario, debido a los precios.
La dirección de Estadística y Censos de la Provincia de Neuquén informó que desde julio del año pasado a junio de este año el aumento de los alimentos fue del 63,69%. En el mismo período, es decir segundo semestre del año pasado y primer semestre de este año, el nivel general de los precios en la ciudad de Neuquén fue del 62,09%.
Dentro del rubro alimentos el que más aumentó fue la carne, en este lapso, un 85,15%, en sus variedades fresca, conserva o embutidos. Es decir que el aumento de este producto, básico en la canasta familiar, fue muy superior al comportamiento de los precios en general, unos 22 puntos porcentuales.
El comportamiento de los precios, consolidó estrategias de los consumidores. En algunos comercios se puede optar por comprar por unidad al vacío o por kilos, y los carteles con las ofertas o promociones son los que más captan la atención de los clientes.
En una de las carnicerías del centro consultadas, Walter, su encargado, comentó que el consumo de carne disminuyó y se nota porque la gente “lleva el consumo diario”.
Entre sus clientes, mencionó que los mayoristas antes compraban por caja, pero ahora optan por pieza; y quienes llevaban la pieza, ahora llevan por kilo.
Respecto a los precios de los cortes, comentó que la semana pasada fue la última vez que los actualizaron. El kilo de milanesas armadas, cuesta $1155,99 frente a $1399,99 el kilo de peceto o nalga, y a los $1229,99 el kilo de cuadrada o bola de lomo.
Hay que recordar que en las carnicerías que funcionan en algunos supermercados o hipermercados se pueden conseguir cortes con hueso, específicamente asado, cuyo precio no baja de los 2.100 el kilo. En los sitios de venta específicos que adquieren la media res para depostar, se opta por cortes más económicos al momento de comprar para hacer a la parrilla.
Los precios varían un poco entre carnicerías. En otro comercio del centro consultado, las milanesas armadas están a $1500 el kilo, mientras que el kilo de cuadrada o de bola de lomo cuesta $1550. El kilo de nalga se encuentra a $1660, mientras que el de peceto está en $1670.
En las cadenas que están adheridas al programa Cortes Cuidados, la nalga se encuentra a $999 el kilo. Este programa fue renovado hasta el 7 de agosto. Incluye también el asado de tira a $729 el kilo, matambre a $929, el vacío a $955, entre otros cortes, a los que hay que aplicar el diferencial por región patagónica del 6%.
Este programa es una buena opción para el bolsillo, teniendo en cuenta que el matambre y el vacío en una carnicería está entre los $1099,99 -envasado-, y los $1750. Los valores en las carnicerías de barrios, se encuentran similares.
Oferta y bolsillo
Un cliente de una de las carnicerías consultadas, comentó que siempre que encuentra una oferta, y el bolsillo se lo permite, compra por pieza al vacío o en cantidad en cortes. Según indicó, hay veces en que conviene llevar así, ya que, al pasar el costo por kilo termina siendo más económico. Sin embargo, otros clientes llevaban sólo lo necesario para el día.
En las carnicerías que se abastecen de determinados frigoríficos de La Pampa se pueden obtener precios más adaptados al bolsillo aunque se requiere comprar la pieza entera y no en forma más reducida, para que sea rendidor.
Las cadenas de hipermercados tienen mecanismos de abastecimiento propio, con frigoríficos ubicados fuera de la barrera sanitaria, por lo que tienen más stock de carne sin hueso. El ingreso irregular del corte más popular, el asado, impide tener un precio promedio.

Mayo fue el mes de mayor suba
El Isepci informó el Índice Barrial de Precios (IBP) de junio, en el que el valor de la Canasta Básica Total (CBT) fue de 121.678 pesos y el de la Canasta Básica Alimentaria de 54.320 pesos, lo que implica un aumento de 2,03% en ambos indicadores para la ciudad de Neuquén. Los productos de almacén fueron los que mayores incrementos vieron reflejados en sus precios.
De los 57 productos que componen la CBA, el 49% registró aumentos, el 26% mantuvo su precio y solo el 25% tuvo alguna rebaja. Si comparamos los precios con junio de 2021 se advierte que en todos los rubros se percibe un aumento anual de más del 60%.
Sebastían Íbalos, director de ISEPCi Neuquén , indicó que: “tanto la CBT como la CBA sirven para establecer criterios importantes como la pobreza y la indigencia respectivamente, esto significa que para no estar debajo de la línea de pobreza una familia de 4 integrantes debió cobrar en junio, por encima de los 121.678 pesos. A su vez, se necesitaron 54.320 pesos para comprar los productos de la Canasta Básica y no ser considerado indigente”.
El rubro de almacén fue el que mayor incremento registró con un 6,81%. Nuevamente la harina de trigo aumentó con un 7,69%; también lo hicieron la leche (15,58%), la manteca (12,50%), el yogurt firme (14,29%) y los fideos guiseros (9,09%).
Las verduras aumentaron en general un 5,43%: papa (20%), cebolla (16,67%), zapallo (9,09%), pera (5,26%).
El rubro de carnicería, tras un aumento importante del 20% en mayo, registró en junio una baja de -4,37%. Solo el hígado y el pescado vieron subas de más del 4%, mientras que el resto de los cortes bajaron sus precios: asado (-2,68%), carne picada (-2,17%), pollo (-5,53%).
Ibalos explicó que cuando un producto sube mucho, como fue la carne en mayo, luego se estabiliza o baja por el comportamiento de la retracción de la demanda. “En el rubro carnicería, desde enero viene con un incremento sostenido, del 6, 7% y hasta del 15 o 14% en el mes para algunos cortes”. De todas formas aclaró que por el aumento del dólar se va a producir un repunte de precios para el mes que viene. Ejemplificó que en abril y mayo se produjeron dos aumentos de combustible que se reflejaron en los precios.
Aclaró que el rubro carnicería es que más aporta a la suba e indicó que hay productos como los lácteos que son difíciles de reemplazar cuando una familia tiene chicos y, en ciertos segmentos, la carne puede tener opciones.
El relevamiento se hace en 158 puntos de Neuquén, Plottier y Centenario y se toma el precio más barato y en la caja.

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La barrera sanitaria solo molesta a la formalidad
Los agentes policiales que tienen a su cargo la atención de los caminos rurales del meridiano que divide Río Negro de Neuquén cuentan que cuando se acerca un fin de semana largo y a pocos días después del inicio del mes, la detección de cargamentos de asado es como cazar en un zoológico.
Es que un costillar en Santa Rosa, La Pampa, se lo puede comprar al por mayor a razón de 700 pesos el kilo. Ese valor se triplica en la “zona de consumo petrolero” como se la denomina. Con los intentos no se pierde mucho sólo que a veces se decomisa todo el cargamento de hasta 20 costillares. La legislación indica que se retiene el vehículo por unas horas y nada más. Si la carne viene refrigerada, cosa rarísima, se la dona, pero como siempre viene en baúles o sitios de acopio escondidos, se la tira.
En la Legislatura hay varias iniciativas para tratar el tema, aunque se admite que, en rigor, la barrera sanitaria solo funciona para la formalidad del comercio de carne: supermercados y frigoríficos con marca que tienen sitios de venta. Se admite que como en términos sanitarios el hueso plano no transmite aftosa, el posible contagio de la fiebre a animales no vacunados es difícil.
El diputado del bloque Movimiento de Acción Vecinal, Raúl Muñoz, presentó un proyecto de declaración para acompañar la propuesta del ministro de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, de revisar la posición actual de la barrera zoofitosanitaria, medida de inocuidad alimentaria que impide el ingreso de carne con hueso al sur del río Colorado.
Destaca en sus fundamentos que rever la utilidad de su ubicación no sólo significa poner en valor el actual estatus sanitario del país en términos de producción vacuna, sino también ampliar la oferta de este producto en el mercado local, acción que redundará en una baja sustantiva de su precio al consumidor.
El proyecto ingresó a fin del mes de mayo a la cámara y sólo resta que la presión política aumente para que sea uno de los ejes del próximo encuentro del Parlamento Patagónico.

Los frigoríficos y la producción local
Durante una fiesta patria, antes de la pandemia, en 2019, el frigorífico de La Adela, La Pampa, organizó con entidades sociales de la localidad un gran asado popular, con hueso obviamente. Los organizadores se asombraron que las porciones que vendieron eran a vecinos de Río Colorado, en ese momento cada porción costaba 300 pesos. Es que ingresar carne cruda a la Patagonia no se puede, pero sí asada.
Es una muestra de la puja que existe entre los sectores formales e informales del mercado de la carne.
Los policías que son los que detectan los contrabandos de costillares dicen que, siempre llegan envasados en grandes bolsas de nylon que, a veces, tienen el nombre del frigorífico que es de La Pampa o del sur de la provincia de Buenos Aires.
Claro que en la zona de menos consumo relativo del producto, como es la zona norte o sur de la provincia, hay un esquema de abigeato y de faena informal de bovinos.
La Provincia de Neuquén informó que hay unos 14 engordes a corral en la provincia desde donde se puede abastecer no más del 10% de consumo total que existe. Los animales, tras tres o más meses de confinamiento, son trasladados a los centros de faena que están ubicados en otras provincias, como Chubut, cuyo sistema de pagos es más conveniente para el ganadero.
En Neuquén hay dos frigoríficos en Senillosa y Piedra que funcionan con regularidad, y otros que lo hacen en forma periódica. Río Negro tiene un gran centro de faena en Viedma y otro en Luis Beltrán desde donde abastece al mercado y tiene el triple de stock ganadero que la provincia que Neuquén que no registra fuertes caídas.

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Con la trepada del dólar, los precios de alimentos y distintos productos se vieron afectados. La carne no se quedó atrás y esto se ve reflejado en el consumo de los clientes, quienes optan por comprar menos cantidad o comprar lo justo y necesario, debido a los precios.
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