Más cambios en las exportaciones: monitoreo remoto y retenciones cero para un sector de la industria
Las medidas prometen impactar en el monitoreo de los envíos, que se podrá hacer en forma remota, y en un segmento industrial relevante.
Por Micaela Schmidt de Larrondo, Tonelli y Asociados.
El Estado argentino introdujo dos medidas que apuntan a un mismo objetivo: facilitar las exportaciones y mejorar la competitividad de las empresas nacionales. La primera es la implementación del régimen de Exportación Monitoreada, que permite realizar controles aduaneros de forma remota desde las plantas industriales. La segunda consiste en reducir a 0% los derechos de exportación para determinados productos de aluminio, acero y derivados cuando el país de destino aplica aranceles de importaciones iguales o superiores al 45%.
Exportación monitoreada: así funcionará
ARCA, a través de la Dirección General de Aduanas, puso a prueba el sistema de exportación monitoreada en forma remota. Dicha medida alcanza las operaciones realizadas bajo el régimen de cargas de exportación en Planta (EXPL). El método utilizado en la actualidad, cuando una empresa quiere exportar bienes directamente desde su planta, consiste en solicitar a Aduana que personal del organismo se presente en el lugar para revisar la carga antes de que salga hacia el puerto o la frontera. Este paso obligatorio suele generar costos de desplazamiento, demoras y problemas logísticos: si hay reprogramaciones, toda la operación puede retrasarse.
La nueva resolución de ARCA 5770/2025 cambia esta lógica. Establece que, bajo ciertas condiciones, las empresas podrán instalar sistemas de cámaras “circuito cerrado de televisión” (CCTV) para que la Aduana controle la carga de forma remota. Es decir: la verificación se hará en tiempo real, pero sin necesidad de que el inspector esté físicamente en la planta.
Para poder optar por la utilización de este sistema, la empresa debe tener al menos dos años de antigüedad como operador de comercio exterior registrado ante ARCA, y también debe contar con la infraestructura y tecnología requerida por la Aduana, tales como cámaras, conexiones estables, visualizaciones de puntos clave, entre otras.
En principio, esta medida será habilitada por la Aduana como un plan piloto, a realizarse de forma progresiva en 12 plantas de seis provincias: Mendoza, Entre ríos, Santa Fe, Córdoba, Misiones y Chubut.
La promesa de la medida es clara: reducir costos logísticos y tiempos de tramitación, lo cual se traduce en una menor carga operativa de las empresas exportadoras.
Derechos de exportación 0 %: para qué productos
La segunda medida busca aliviar la carga sobre quienes exportan. A través del decreto 726/2025, el Gobierno Nacional dispuso que la exportación de ciertos productos inscriptos en la nomenclatura común del Mercosur (N.C.M) de aluminio, acero y derivados tendrán alícuota 0% en derechos de exportación. El beneficio procede únicamente si el país de destino aplica un arancel igual o superior al 45%.
Esto busca equilibrar la desventaja que tienen los exportadores argentinos cuando enfrentan mercados que aplican aranceles muy altos al ingreso de sus productos. Al eliminar las retenciones nacionales, se intenta subsanar esta situación reduciendo costos.
La medida rige hasta el 31 de diciembre de 2025 o hasta que los países destinatarios reduzcan sus aranceles por debajo del 45%, lo que ocurra primero.
Si se miran las dos medidas en conjunto, se convierten en parte de una estrategia más amplia: facilitar la salida de productos argentinos al mundo y mejorar su posición competitiva.
Por un lado, la empresa reduce sus tiempos y costos logísticos gracias al control remoto de cargas y su operación se vuelve más eficiente. Por el otro, disminuye su carga impositiva al exportar (0% de retenciones), por ende, mejora su margen de utilidad. Y, por la combinación de ambas, se fortalece la capacidad de competir en mercados donde otros países también enfrentan fuertes aranceles o barreras.
Estas medidas tienen un potencial positivo y a su vez desafíos importantes. Veamos algunos de ellos.
- No todas las empresas podrán acceder al control remoto: se requieren inversiones en tecnología.
- La exención de retenciones no es automática: depende del producto y del país de destino.
- Al ser temporal, las empresas deben planificar de forma adecuada: no se trata de un beneficio permanente.
- El Estado disminuye su recaudación, por lo que será clave que esta renuncia fiscal se traduzca en más exportaciones e incremento de la actividad económica.
- El éxito de la “exportación monitoreada” depende de que la infraestructura digital y la capacidad técnica de control sean sólidas.
En conclusión, la implementación de la exportación monitoreada y la reducción al 0% de retenciones para aluminio y acero son dos piezas que encajan en una misma estrategia: hacer que exportar desde Argentina sea simple, rápido y menos costoso.
Si las empresas logran adaptarse —invirtiendo en tecnología, cumpliendo requisitos y planificando exportaciones— podrán mejorar su posición en mercados internacionales que cada vez son más exigentes.
El éxito dependerá entonces de la adaptación del sector privado y de la capacidad del Estado para asegurar controles eficaces. El impacto podría repercutir en toda la cadena de valor, desde las grandes industrias hasta los proveedores locales.
Por Micaela Schmidt de Larrondo, Tonelli y Asociados.
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