El día después de la pandemia, según Facundo Manes

El prestigioso experto en neurociencia Facundo Manes dialogó con RÍO NEGRO en el marco del Yo Pienso 2020, y dejó varias reflexiones interesantes sobre la pandemia y lo que se vendrá a futuro.

En el marco de la segunda jornada del “Yo Pienso 2020 – El futuro”, organizada por Editorial Río Negro, tuvimos la palabra de uno de los expertos argentinos en neurociencias más calificados y respetados en el mundo: Facundo Manes.


Con varias aristas, la charla tuvo como eje la situación del coronavirus, pero pasó por varios ámbitos más. Repasamos, entonces, algunos de los tópicos más interesantes de la entrevista realizada por Ítalo Pisani.

P – Estamos ante una pandemia que nos trastocó. Hay un mundo encerrado, detenido. ¿Cómo impacta esto en nuestra salud mental? ¿Cómo podemos manejar la incertidumbre?

R – Tocaste un tema clave. Esta pandemia es una crisis de salud, pero también es un golpe al orden internacional. Una crisis política, ideológica y moral. Todo esto tiene un gran impacto en nuestras emociones y comportamientos individuales, y también en los sociales y comunitarios. Nosotros en la Fundación INECO acabamos de terminar un estudio en todo el país (que sigue, en realidad) y encontramos cifras alarmantes. Al principio había más ansiedad, porque nos enfrentábamos a algo novedoso e impredecible, pero con el tiempo empezamos a ver más depresión. Hoy vemos que 6 de cada 10 reportaron síntomas leves y moderados de depresión, y 5 de cada 10 síntomas de ansiedad. Gran parte de la población tiene fatiga mental, y eso se ve en todo el país, aún cuando el pico de contagios es en Buenos Aires. El impacto mental es homogéneo, por la incertidumbre que no solo abarca la salud. Esta situación afecta mucho a los jóvenes, que son un grupo de riesgo. 8 de cada 10 jóvenes tenían síntomas de fatiga, ansiedad y depresión.


P – ¿Cómo se puede manejar esta pulsión irrefrenable por salir, vincularse con afectos y trabajar, justo en este momento?

R – A nivel personal, es importante entender qué podemos hacer nosotros. Dijiste algo importante: somos seres sociales. El cerebro es un órgano social: necesitamos el vínculo con el otro. Este virus agarra lo mejor de nuestra especie, que es la capacidad de vincularnos, y lo usa en nuestra contra. Por eso hay que respetar el distanciamiento físico, pero no social. Tenemos que seguir conectados socialmente, a través de la tecnología, como lo hacemos ahora. El segundo consejo sería mantener una rutina diaria. Esto nos aumenta la sensación de previsibilidad en un momento de incertidumbre total. Y además hay que aprovechar a dormir 8 horas por día. El sueño refuerza el sistema inmune.

P – ¿Y las pesadillas? Un estudio reciente avisó del aumento de la mala calidad del sueño…

R – Muchas veces tiene que ver con la condición de base de uno. Si uno tiene ansiedad, síntomas depresivos, estrés, eso impacta en el sueño. Tenemos que mejorar los niveles de bienestar, bajar la ansiedad y el estrés, y eso nos va a ayudar. Es importante la higiene del sueño.

P – Muchos se preguntan como hablarle a los chicos, como explicarles lo que está pasando…

R – Es un gran tema. Los chicos necesitan saber, pero a los más pequeños tenemos que tenerlos informados sin sobrecargarlos de información. Hay que escuchar sus emociones, pedirles que nos cuenten como se sienten, decirles que lo compartan con sus amigos. Y sobre todo, tenemos que entender que para cuidar a alguien uno tiene que estar bien.


P – Tenemos una escolarización deficiente por las condiciones. ¿Cómo garantizamos este concepto que señalás siempre, de mantener en alto la educación para resguardar el cerebro?

R – Es importante, porque en Argentina teníamos que hablar seriamente de la educación prepandemia. Esta crisis puso en evidencia, y espero que nos demos cuenta, que la educación es central para el progreso del país. Tenemos que saber que la educación no es solo dar información, sino ayudarlos a desarrollar una brújula confiable, y herramientas para navegar con confianza en un mundo cada vez mas complejo, incierto y volátil. El éxito de la educación es acerca de la construcción de una identidad, la capacidad de las personas para actuar en forma independiente. Busca tener un propósito en la vida, tener curiosidad, una mente abierta, empatía, coraje. Movilizar recursos cognitivos para tomar acción.

P – Hablemos del adulto mayor, el más vulnerable en este momento, que necesita afecto. ¿Cómo se puede manejar eso?

R – Esta es otra tendencia. La soledad crónica es un factor de mortalidad más importante que alcoholismo, la obesidad y la polución ambiental. Todos nosotros habremos ido al médico alguna vez, y nunca nos preguntó cuántos vínculos profundos teníamos. Parte de nuestro bienestar tiene que ver con eso. La población mas afectada prepandemia era la del adulto mayor, y ahora viene esta pandemia donde tienen un mayor riesgo y tenemos que aislarlos. Una llamada a un adulto mayor que está solo le cambia el día y la semana.

P – En estos tiempos, ¿cuál es la diferencia entre paranoia y prevención?

R – Creo que hay que hacer una campaña nacional de ‘menos miedo y más cuidado’. Significa tener distancia social, lavarse las manos, usar los barbijos y tener responsabilidad; porque lamentablemente no veo otra solución. Y lo económico empieza a afectar la salud. Son cosas que están muy relacionadas, es una dicotomía falsa la de salud versus economía. Necesitamos mas pensamiento crítico y multidisciplinario para abordar esto.


Para cerrar, el neurocientífico dejó un mensaje para quienes llevarán adelante el destino del país en los próximos años: “Mi última reflexión es hacia los jóvenes, que quizás no creen en las instituciones, en la educación como movilidad social ascendente. Hoy les quiero decir que no aflojen, tienen un rol protagónico en la reconstrucción de nuestro país. No tienen que aceptar las cosas como están. Los necesitamos, y estamos en deuda con ustedes. Les debemos un sueño colectivo”.


Las preguntas del público



Además de la entrevista, el público tuvo la oportunidad de hacer algunas consultas durante la transmisión, y recopilamos las respuestas de Facundo Manes a continuación.

Silvana – Soy maestra jardinera. Todos los chicos tienen conectividad, pero la mitad hacen las cosas. Algunos dicen que no tienen ganas…

Manes – Antes traté de definir qué significa educación. No es tanto dar el dato sino tener empatía, darle a los chicos herramientas para sobrevivir en un mundo complejo, volátil. Hoy más que hacer un deber, es importante que los chicos reflexionen por lo que están pasando. No me preocuparía que no rindan, porque incluso nosotros no lo estamos haciendo. Es un momento para ser compasivo, no para sobreexigirse;y si es una oportunidad de aprender a valorar quiénes somos, descubrir nuestra mejor versión. Más que concentrarme en un detalle técnico buscaría que los chicos se involucren en compartir sus reflexiones y sensaciones. Nunca más se van a olvidar que vivieron esta pandemia.

Anónimo – ¿Cómo termina todo esto en Argentina? ¿Cuando aparezca la vacuna o con la mayoría contagiada?

Manes – Creo que vamos a convivir con el virus unos meses. No veo que haya otra salida que convivir con el virus hasta entrado el año que viene o cuando salga la vacuna o la cura. Muchos dicen que este año, pero creo que por los procesos médicos y de producción, acá va a tardar en llegar. La cuarentena no es una cura, lo que hace es preparar al sistema de salud, pero ahora hay que apelar a la responsabilidad de la gente. Si no hacemos mas testeos y mas trazados de contactos, no veo otra solución más que la vacuna.


Miguel – ¿De qué forma podría una empresa sacar una oportunidad de esta crisis para motivar a su personal?

Manes – Es difícil cambiar porque vivimos muy influenciados por conductas automáticas, inconscientes, que venimos haciendo durante toda la vida. Cuando cambia el contexto, es una oportunidad para el cambio. Este contexto libera ciertos mecanismos biológicos que permiten luchar contra estos hábitos. En un contexto tan cambiante, estamos predispuestos al cambio. Después se podrá aprovechar o no. Los grupos tienen que valorar una palabra clave en este momento que es la empatía:imaginar qué piensa cada miembro del grupo, y los líderes de los grupos deben poner energías en eso, en que piensa el otro y no tanto en uno mismo. El líder es importante para tener una visión y tomar riesgos, pero es importante tener otras voces dominantes. También es importante tener diversidad de género.

Luis – ¿Cuáles son las mayores falencias que desnudó la pandemia?

Manes – En Argentina, puso en evidencia las grandes desigualdades económicas, sociales y de acceso a la salud, el trabajo formal y la educación de calidad. A nivel global, creo que va a haber un nuevo reordenamiento de la geopolítica mundial. Quizás vayamos a un mundo mas multipolar. También la globalización se venia discutiendo: quizás no cambie pero se revise, porque ya venía con críticas. También es un momento para bajar un cambio, vivíamos muy acelerados. Otra enseñanza es que la salud humana está muy vinculada con la salud del planeta. Las investigaciones muestran que este tipo de enfermedades están en aumento, y para evitarlas debemos abordar múltiples amenazas a ecosistemas y vida silvestre.

Anónima – ¿Cómo se hace para salir a la vida sin miedo?

Manes – Estamos viendo la propagación de un virus, pero también del miedo, y eso me preocupa. El miedo es una emoción negativa que es necesaria, porque es nuestro sistema de alarma para detectar el peligro. Es importante porque nos permite sobrevivir. El antídoto para el miedo es el conocimiento y la cooperación, esto que hacemos ahora: brindar información y estar juntos. Tengamos menos miedo y más cuidado, conocimiento y cooperación.


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