Por el Gasoducto Néstor Kirchner, se fue uno de los buques regasificadores y no volverá en 2024
El presidente de Enarsa, Agustín Gerez, reveló que no se lo volverá a contratar una vez que entren en funcionamiento las plantas compresoras del Gasoducto Néstor Kirchner. El segundo buque regasificador partió este martes del puerto de Ingeniero White. Estiman que la importación de GNL podría bajar hasta un 40%.
Nación confirmó que el invierno que viene no funcionará el segundo buque regasificador en Bahía Blanca.
Sin un pomposo acto, como sucedió en 2018, el buque regasificador Excelsior que en este invierno inyectó gas importado a las redes del país, abandonó este el martes el puerto de Ingeniero White para ya no volver. Es que el presidente de Enarsa, Agustín Gerez, reveló que a partir de la puesta en operaciones del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner «el año que viene no va a volver el regasificador y vamos a reducir la importación de GNL».
Desde hace más de una década funcionan en el país dos buques regasificadores que toman el gas natural licuado (GNL) que importa Enarsa, y lo inyectan en las redes del país. Uno de ellos funciona en forma fija en el puerto de Escobar y el otro en la zona de Bahía Blanca.
En 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri, se había aprovechado el incremento de la producción de gas de Vaca Muerta y el fin del contrato de 10 años con el buque para despedirlo, pero en 2021 debió volver a raíz de la caída de la producción nacional de gas que recién repuntó meses más tarde con el lanzamiento del Plan Gas.Ar.
Pero el escenario cambió nuevamente, ahora a partir de la puesta en funcionamiento del Gasoducto Néstor Kirchner que desde principios de mes inyecta más gas de Vaca Muerta en la red nacional pero, fundamentalmente, por una cuestión técnica de los puntos de inyección.
El presidente de la firma estatal Enarsa, la encargada de la contratación de los buques y del gasoducto Néstor Kirchner, reveló a Energía On que «el año que viene no va a volver el regasificador y solo va a seguir operativo el de Escobar».
Gerez explicó que el cambio se dará con la puesta en funcionamiento de las plantas comprensoras del nuevo gasoducto Néstor Kirchner. «Va a haber una restricción de transporte en Salliqueló, porque vas a traer 22 millones de metros cúbicos por el Gasoducto Néstor Kirchner -el volumen que se llegará con las plantas compresoras previstas para este año- y tenés además lo que lleva el Neuba 2, por lo que no tenés la posibilidad de inyectar desde el buque».
El presidente de Enarsa remarcó que «por esto el regasificador de Bahía Blanca ya no tendría sentido, sí el de Escobar, hasta tanto se realice el segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner».
Este segundo buque tiene además un contrato aún vigente con Enarsa hasta 2025, e inyecta el gas que se importa en una zona no solo de alta demanda, sino también en donde no llega el gas que se pueda transportar con la actual etapa realizada del gasoducto.
La importación de GNL podría bajar hasta un 40%
Pero Gerez fue más allá y anticipó que a partir de la despedida del segundo regasificador también se espera una reducción más que considerable en la importación de cargamentos de GNL, de los buques que traen el gas licuado.
«El año que viene hay que ver cómo se desarrolla la demanda, si es un invierno muy duro o no. Pero si se mantienen las condiciones de temperatura alta que tuvimos este invierno, el año que viene vamos a estar importando entre 25 y 28 buques», aseguró Gerez.
Ese cálculo implica una marcada reducción sobre los 43 cargamentos que se importaron en este año, de los cuales además 3 fueron cancelados. Es decir que la importación de GNL podría reducirse hasta un 40% dependiendo del frío que registre el siguiente invierno.
Mientras tanto el buque Excelsior de la compañía Excelerate Energy viaja por estas horas a Uruguay, como escala previa para dirigirse a va a España a drydock, es decir a un mantenimiento, ya que a partir del 1 de septiembre amarrará en el puerto de Wilhelmshaven, en el norte de Alemania en donde permanecerá por los siguientes cinco años.
La firma tiene allí un contrato por ese plazo que habían puesto en pausa durante este invierno austral para poder brindar servicios en Argentina en donde operó por una década.
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