Esos molestos eccemas… ¿Cómo los combatimos?

La hinchazón de la piel es un problema que afecta a gran parte de la población en algún momento de sus vidas. Sin embargo tiene varios tratamientos, y una de las soluciones tiene relación con nuestra alimentación.

Casi todos, en algún momento, hemos sufrido un eccema en nuestra piel. Y si bien puede ser que el término no nos suene, entendemos que se trata de un concepto bastante abarcativo para describir “una hinchazón”.


El eccema se transforma en una señal de que tu cuerpo está sufriendo inflamación crónica. La solución, entonces, está en ir a la raíz: ver que está mal adentro del organismo y, luego si, reducir esa inflamación.

La causa principal del eccema es, entonces, una alteración en nuestro sistema inmunológico. Allí, el cuerpo reacciona de forma “exagerada” a algo.

Dentro de las principales causas de eccema en la población están el intestino permeable y flora intestinal anormal, por ejemplo.

Como bien decíamos, “eccema” es un término que designa varios tipos distintos de hinchazón de la piel. También se llama dermatitis. La mayoría de los tipos causa sequedad y comezón en la piel, además de sarpullido en la cara, al interior de los codos y detrás de las rodillas; y en las manos y los pies.


¿Cómo eliminarlo?



– Probá una dieta de eliminación: Las dos sensibilidades alimentarias más comunes y dañinas son el gluten y los lácteos. Nuestra dieta los elimina junto con los alimentos procesados azucarados, lo que reduce la inflamación y los resultados se ven en menos de 15 días.

– Comé mucho pescado y una colorida variedad de alimentos vegetales, y usa abundantemente especias como la cúrcuma. Estos alimentos son antiinflamatorios importantes. Si no lográs comer pescado 2 veces por semana, se aconseja suplementación con omega 3.

– Los probióticos y enzimas digestivas son algunas de las cosas que se utilizan en la práctica y ayudan a lograr una flora intestinal saludable. Al restaurar la flora intestinal normal reducimos la activación inmunitaria general y podemos mejorar muchas enfermedades inflamatorias.


– Los estudios muestran que la falta de sueño alimenta la inflamación, exacerbando el eccema y otras afecciones. Esa es una de las muchas razones por las que necesitamos ocho horas de sueño ininterrumpido y de calidad todas las noches.

– Los estudios demuestran que el ejercicio regular reduce la inflamación y estimula el sistema inmunológico. Podemos probar distintas alternativas: el yoga, ir a caminar, nadar o andar en bicicleta. Siempre se recomiendan 30 minutos de actividad física diaria.

– Los estudios relacionan los niveles de estrés crónico con la inflamación. Se recomienda la meditación, respiración profunda, yoga u otra forma de reducción del estrés. Sirve volverlo parte de una rutina.


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