Cuánto tiempo caminar después de los 60 para mantenerse saludable

Envejecer de manera activa y saludable es una prioridad. Cuánto ejercicio tenés que hacer por día y qué beneficios tiene.

A medida que las personas viven más, garantizar un envejecimiento activo y saludable se ha convertido en un tema central de interés. La actividad física, especialmente en la tercera edad, es clave para conservar la independencia, la movilidad y el bienestar general. Entre todas las opciones, caminar se destaca como una de las prácticas más accesibles y efectivas para promover una vida activa y saludable.

Caminar es una actividad de bajo impacto que no requiere grandes inversiones ni equipos especiales, lo que la convierte en una alternativa ideal para personas de todas las edades. Sin embargo, después de los 60 años, los beneficios de esta práctica son especialmente relevantes:


Por qué caminar es la mejor opción


  • Mejora la salud cardiovascular: Al favorecer la circulación y fortalecer el corazón, reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y presión arterial alta.
  • Fortalece huesos y músculos: Contribuye a prevenir la osteoporosis y la pérdida muscular (sarcopenia), dos de las principales preocupaciones en esta etapa de la vida.
  • Promueve el equilibrio y la estabilidad: Disminuye significativamente el riesgo de caídas, una de las principales causas de lesiones en adultos mayores.
  • Impacto en la salud mental: Caminar ayuda a combatir la ansiedad, la depresión y el estrés, favoreciendo un estado de ánimo más positivo.

Fotos gentileza.

¿Cuánto tiempo se recomienda caminar?


De acuerdo con organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos mayores deberían caminar al menos 150 minutos por semana. Esto equivale a 30 minutos diarios, cinco veces por semana, a un ritmo moderado que aumente ligeramente la frecuencia cardíaca sin causar agotamiento.

Para quienes encuentran difícil alcanzar este objetivo, dividir la caminata en sesiones más cortas, como tres salidas de 10 minutos al día, también puede ofrecer beneficios significativos. Lo importante es mantener la constancia y escuchar las señales del cuerpo.

Recomendaciones para caminar con seguridad:


Es fundamental tomar ciertas precauciones para disfrutar de los beneficios de esta actividad sin riesgos:

  1. Ritmo adecuado: El paso debe ser lo suficientemente rápido para elevar un poco la respiración, pero no tanto como para causar cansancio excesivo.
  2. Superficies seguras: Optar por terrenos planos y evitar caminos irregulares que puedan aumentar el riesgo de caídas.
  3. Calzado adecuado: Usar zapatillas cómodas con buen soporte para proteger las articulaciones y evitar lesiones.
  4. Hidratación: Aunque la caminata sea ligera, es importante mantenerse hidratado, especialmente en días calurosos.
  5. Consulta médica: Las personas con condiciones de salud específicas, como problemas cardíacos o articulares, deben hablar con un profesional antes de iniciar o modificar su rutina.

Incorporar el hábito a la rutina diaria


Caminar no necesariamente implica salir exclusivamente a ejercitarse; también puede integrarse a las actividades cotidianas. Ir al supermercado a pie, pasear al perro o explorar parques cercanos son formas simples de sumar minutos de actividad.

Además, quienes disfrutan de la naturaleza pueden optar por caminatas al aire libre en senderos o zonas verdes, una práctica que no solo mejora la salud física, sino que también tiene un efecto relajante y revitalizador.

¿Es suficiente caminar para mantenerse saludable?


Si bien caminar es una actividad excelente para promover el bienestar general, no es suficiente para mantener o aumentar la masa muscular, especialmente en la tercera edad, cuando la sarcopenia es una preocupación común.

Los expertos recomiendan complementar las caminatas con ejercicios de fuerza al menos dos o tres veces por semana. Actividades como levantar pesas, hacer sentadillas, usar bandas de resistencia o realizar ejercicios funcionales ayudan a:

  • Prevenir la pérdida muscular.
  • Mejorar la densidad ósea, reduciendo el riesgo de fracturas.
  • Regular el metabolismo, favoreciendo el control del azúcar en sangre y previniendo enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.

La importancia del equilibrio entre actividad física y descanso


Es crucial recordar que la actividad física debe adaptarse a las necesidades individuales. El exceso de ejercicio, especialmente sin una preparación adecuada, puede provocar fatiga o incluso lesiones. Por eso, es importante respetar los límites del cuerpo y combinar las caminatas y el entrenamiento de fuerza con períodos de descanso.

Para quienes buscan aprovechar al máximo esta práctica, la caminata consciente —también conocida como mindfulness walking— es una excelente opción. Consiste en prestar atención al entorno, las sensaciones corporales y la respiración mientras se camina. Esta técnica no solo potencia los beneficios mentales, sino que también ayuda a reducir el estrés y mejora la conexión con el momento presente.

La combinación de caminatas regulares y ejercicios de fuerza es una fórmula efectiva para mantenerse saludable y activo después de los 60 años. Adaptar estas actividades a las capacidades y preferencias personales es clave para garantizar una experiencia placentera y sostenible.

Como dice el conocido refrán, «el movimiento es vida». Cada paso cuenta en el camino hacia un futuro más saludable y lleno de vitalidad.


Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios