Rafting y gastronomía: el mix que propone un chef en Junín de los Andes para esta temporada
Claudio Abraham ya lo experimentó durante el verano pasado y fue un éxito. Ahora busca tomar más impulso para seguir atrayendo a turistas.
Claudio Abraham nació en Zapala, en el límite entre la cordillera y la meseta, rodeado de una familia de cocineros que, sin querer, guiaron las decisiones más trascendentes de su vida. En su casa natal siempre se cocinó todo casero. Aromas y tiempos de cocción gobernaron su vida en esos difíciles períodos de adolescencia.
Durante su desarrollo profesional se mudó a Buenos Aires. Allí integró la primera promoción del colegio El Gato Dumas. Sin embargo, el lugar de mayor aprendizaje sucedió al calor del fuego a leña y a cielo abierto. “Donde más aprendí fue en la práctica, en el lodge. El Gato Dumas siempre nos decía que el colegio es sólo una rampita para arrancar a cocinar. Nos decía que después de 10 años de haber cocinado recién se van a poder llamar cocineros”, recuerda.
Luego de transitar varias cocinas porteñas y sumar experiencias con renombrados cocineros de la escena nacional e internacional, decidió volver a sus tierras. La pandemia fue para muchos una advertencia en muchos sentidos. A Claudio lo llevó a cambiar de estilo de vida. “Me propuse estar más cerca de mi familia. Fue así que decidí hacer un restaurante para 20 personas sólo con reserva”, recuerda el chef sobre ese período de transición.
El público valora ver quién le cocina y cómo se prepara la comida. Después de la pandemia, la gente busca frescura y autenticidad».
Claudio Abraham. Embajador de la gastronomía neuquina.
Una de las principales razones del éxito de su restaurante El Comedor es la conexión directa entre el cocinero y el comensal. “El público valora ver quién le cocina y cómo se prepara la comida. Después de la pandemia, la gente busca frescura y autenticidad, quiere saber quién eligió esos productos y por qué,“ explica el chef. En su establecimiento, Abraham cocina junto a su hijo Joaquín, quien se prepara para estudiar gastronomía en Córdoba.
En sus eventos, la interacción es clave. Claudio describe con entusiasmo cómo en ocasiones especiales como casamientos, los invitados se acercan a los fogoneros para elegir personalmente qué desean comer. “La gente ya no quiere la modalidad de estar sentada en una mesa esperando un plato. Prefieren la experiencia de elegir y conversar con el cocinero, saber qué punto prefieren y disfrutar del momento.”
Él encara una propuesta que valora los productos locales y de estación. “Siempre empezamos con la pregunta de qué quieren comer. Si están indecisos, les sugerimos lo que tenemos más a mano: quesos del tambo, trucha fresca, ciervo, y cordero”, señala. La relación con los productores locales es fundamental para él, asegurando que “siempre estamos en contacto para ver qué tienen de nuevo, y llevar esos productos a ferias y exposiciones”.
La cocina árabe, presente en su herencia familiar, tiene un protagonismo especial en su oferta. “Nos encanta ofrecer platos con sabores de nuestra tradición, como kebab de cordero y empanadas con especias directamente traídas de Turquía”, detalla Claudio, quien además ha sido elegido para cocinar en eventos importantes de la comunidad árabe, como la celebración de los 99 años de la Unión Cirolibanesa en Zapala.
Nos encanta ofrecer platos con sabores de nuestra tradición, como kebab de cordero y empanadas con especias directamente traídas de Turquía».
Claudio Abraham, en diálogo con RÍO NEGRO.
La filosofía de Claudio se centra en el respeto por los ingredientes y en ofrecer una experiencia completa a sus comensales. “El buen cocinero no solo presenta un buen plato, sino que cuida la materia prima desde el principio hasta el final, asegurándose de que no pierda su calidad”, agrega, recordando las enseñanzas del prestigioso chef Gato Dumas.
Rafting + gastronomía, éxito total:
Es una de las propuestas más innovadoras de Claudio, que combina la emoción de descender por los ríos con una experiencia distinta en medio de la naturaleza. “Ya lo hicimos el año pasado con una empresa local y fue un éxito. La gente no solo disfrutó del rafting, sino también de la comida al aire libre”, comenta Claudio con entusiasmo. El recorrido comienza con un emocionante trayecto en balsa, donde los participantes navegan por el río durante aproximadamente una hora, disfrutando del paisaje y la adrenalina.
Una vez finalizado el descenso, los participantes son recibidos en un campamento especialmente preparado para la ocasión. “Es un ambiente muy especial. Decoramos el espacio y creamos una atmósfera ideal para ese momento. La gente hoy quiere comer en espacios abiertos, vivir esa experiencia”, explica el chef.
La propuesta gastronómica inicia con una picada regional, que incluye una selección de quesos locales, ahumados y pan casero, seguido de un plato principal como pollo al disco con puré, todo preparado al aire libre. “La comida caliente y la ambientación en medio de la naturaleza hacen que la experiencia sea inigualable. Los comensales pueden escuchar el sonido del río y de los pájaros mientras disfrutan de los sabores frescos y auténticos,“ añade.
El éxito de esta propuesta lo llevó a expandir la oferta y proyectarla para esta temporada de verano. Para eso está colaborando ahora con una empresa de San Martín de los Andes. “La gente valora mucho poder vivir una experiencia completa: aventura, buena comida y contacto directo con la naturaleza,“ destaca. Esta actividad no solo atrae a turistas nacionales, sino también a visitantes internacionales, quienes buscan experiencias auténticas y memorables en la Patagonia.
La experiencia de comer al aire libre, ver cómo se preparan los alimentos y poder interactuar directamente con el chef son elementos que enriquecen la propuesta. Claudio subraya la importancia de utilizar ingredientes locales y de alta calidad, destacando la frescura de los productos como un sello distintivo de su cocina. “Nos encanta ofrecer algo especial, que no se puede vivir en cualquier lugar. La combinación de un entorno natural impresionante con una gastronomía cuidada y auténtica es lo que nos diferencia”, concluye.
Recomendados de Claudio:
– La tabla de quesos y ahumados es una entrada popular que combina quesos frescos artesanales con una selección de ahumados de trucha, ciervo y jabalí, además de frutos secos y pan casero.
– Otro éxito es la trucha a la plancha, cocinada con sencillez para resaltar su sabor natural, acompañada de vegetales grillados o al horno de barro.
– El cordero al asador no solo deleita con su sabor, sino que ofrece una experiencia interactiva para los comensales, quienes disfrutan viendo el proceso de cocción y conversando sobre las técnicas utilizadas. Por último, el ojo de bife a la plancha, servido con un chimichurri de piñones.
En ig: @elcomedor3120 y @turquesaabraham
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