Familias enfrentadas y una muerte absurda en un barrio de Neuquén

La mujer recibió un balazo que iba dirigido a su cuñado. Su hermano y su madre registran serios conflictos con la ley.

Rocío Soledad Sotelo, de 28 años, recibió un balazo en el abdomen el 24 de septiembre pasado en el barrio Sapere de Neuquén. El proyectil ingresó por la ventana del lavadero, e iba dirigido a su cuñado Carlos Peña. Después de más de un mes internada en grave estado, murió en el hospital Castro Rendón por un shock séptico el 30 de octubre.

El lunes, una asistente letrada de fiscalía le formuló cargos al autor del disparo, Nicolás Gerardo Riquelme Sánchez. Lo acusó de homicidio simple agravado por el uso de armas, y pidió que le impongan una prohibición de acercamiento a la familia de la víctima.

Es una medida difícil de cumplir, porque viven a 150 metros de distancia. De todos modos la jueza de Garantías, Natalia Pelosso, le advirtió a Riquelme Sánchez que debe evitar el cruce de amenazas con la otra familia, y le aconsejó que, si lo provocan, evite reaccionar: «el que tiene para perder es usted. Vaya a la policía o informe a su abogado», el defensor particular Martín Espejo.

La familia Sotelo


El homicidio se inscribe en una antigua rivalidad entre familias. Tiene un detalle adicional: Rocío Sotelo era la hermana mayor de Nicolás Gabriel Sotelo, quien ahora está detenido por delitos contra la propiedad. Cuando tenía 17 años y era conocido como Kikin, se lo declaró responsable de tres homicidios.

Además es hija de Nélida Varela, quien estuvo involucrada como autora de un homicidio en Balsa Las Perlas, donde vivía, en 2014.

Según quedó expuesto en la audiencia de formulación de cargos, los Sotelo son allegados a Jonathan Mérgola, cuyo hermano Maximiliano murió en un incendio en un buzón de la Unidad 11, donde cumplía condena por homicidio.

Víctima de una pelea ajena


Según fuentes judiciales consultadas por diario RÍO NEGRO, Rocío Sotelo nunca estuvo involucrada en hechos delictivos. Su muerte inexplicable se produjo en un contexto de violencia barrial alimentada por rencores que nadie supo pacificar.

Según explicó la asistente letrada Carolina Gutiérrez, el 24 de septiembre pasado entre las 15 y las 15:30, el imputado Riquelme estaba en la vereda de su casa, a la altura de Islas Malvinas al 2400, cuando pasó por el lugar Carlos Peña.

Riquelme lo insultó, y arma en mano empezó a correrlo. Hay dudas respecto de las características del arma: los testigos hablan desde una pistola 9 milímetros hasta un rifle estilo AK47.

Corridas y disparos


A medida que lo corría, Riquelme le disparaba a los pies a Peña, quien llegó a su casa en Picunches al 2200 y se encerró.

El imputado siguió disparando; una bala ingresó por la ventana del lavadero e impactó en el vientre de Rocío Sotelo, quien nada tenía que ver con la disputa.

La internaron en el hospital Castro Rendón, la operaron varias veces, y el 30 de octubre a las 6 de la mañana se comunicó su fallecimiento, por un shock séptico producido por la herida de arma de fuego.

Testigos que lo incriminan


Riquelme quedó incriminado por los numerosos testigos que lo vieron disparar. A su vez, él acusó a Peña y a Jonathan Mérgola de amenazarlo de muerte.

La fiscalía lo acusó de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, que tiene una pena mínima de 10 años y 8 meses de prisión.

Además solicitó que se le imponga la medida de comparecer una vez por mes en la comisaría Primera, y la prohibición de amenazar o intimidar a los familiares de Sotelo.


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