Fue acusado de intentar degollar a su hijo de tres años en Neuquén: familiares lo salvaron de un trágico desenlace

Un padre fue acusado de tentativa de homicidio por provocarle un corte en el cuello a su hijo de 3 años. El niño sobrevivió gracias a la rápida intervención familiar.

La escena ocurrió en una casa del barrio Confluencia, en la ciudad de Neuquén. Fue de noche, cuando los gritos atravesaron la pared que separa dos viviendas familiares. Lo que encontraron al abrir la puerta fue un niño de tres años, ensangrentado y con un corte de diez centímetros en el cuello. Su propio padre había sido quien lo atacó.

El pequeño, que había pedido pasar el día con su papá, no imaginó que aquella visita terminaría con un paso por el hospital y un parte médico que, aunque trajo alivio, no logró borrar el espanto: la herida no comprometió arterias ni músculos. Pero el susto fue tan profundo como la herida. La Justicia ya formuló cargos este domingo y el hombre quedó detenido.


La fiscalía lo acusó de tentativa de homicidio agravado


Durante la audiencia, el juez de Garantías Lucas Yancarelli dio por formulados los cargos contra el acusado, tal como los presentó la fiscalía: tentativa de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía. Para los investigadores, el ataque fue repentino, sin posibilidad de defensa para el niño y con clara intención de quitarle la vida.

La Fiscalía pidió prisión preventiva por seis meses, alegando peligro de fuga y de entorpecimiento de la investigación. El juez hizo lugar al pedido, destacando que el accionar del imputado puso en riesgo real la vida del menor.


La defensa habló de un posible brote psicótico


El defensor del imputado no negó la materialidad del hecho, pero sí cuestionó la calificación jurídica. Planteó que no se trató de un intento de homicidio, sino de lesiones graves agravadas por el vínculo, y sugirió que su defendido habría atravesado un brote o alteración psíquica. Aun así, no se opuso a la prisión preventiva por el momento.

El juez Yancarelli remarcó que si bien la herida no fue mortal, la gravedad del hecho no puede ser relativizada. Es decir que, el niño está vivo porque los gritos fueron escuchados a tiempo. Si no, el desenlace podría haber sido trágico.


Un vínculo roto por la violencia


La madre del niño y el imputado están separados desde 2023, precisamente por episodios de violencia. Aquel día, el niño había pedido ver a su padre, y la visita se desarrollaba sin incidentes hasta que todo cambió. La rápida intervención de los familiares, que viven pared de por medio, fue determinante para salvar al menor.

Por ahora, el acusado permanece detenido mientras avanza la investigación. La calificación legal podría modificarse a medida que surjan nuevos elementos. Pero lo cierto es que el daño ya está hecho.


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