«Lo sicariaron»: la frase, los vínculos y los rastros que guían la causa por el crimen de Julián Dobra en Roca

A más de un mes del crimen de Julián Dobra en Roca, sigue la recolección de pruebas que buscan llevar el caso a juicio. ¿Cómo se conectan los tres ejes que guían la investigación?

Hoy, a más de un mes del asesinato de Julián Dobra en Roca, el caso avanza en la Justicia de Río Negro. El martes pasado, el juez de revisión Emilio Stadler confirmó las imputaciones y medidas cautelares contra los cinco acusados, desestimando los planteos presentados por las defensas. Mientras tanto, la fiscalía sigue con la firme tarea de recolección de pruebas para reconstruir los últimos días de la víctima y definir si la causa puede ser elevada a juicio. Hay tres ejes claves y pruebas que unen a los sospechosos con el crimen. ¿Cómo participaron del homicidio? Es una pregunta que aún busca respuestas.

El brutal asesinato de Julián, un joven cuyo cuerpo apareció sin vida el 30 de abril en las bardas de la ciudad tras dos semanas de búsqueda intensa, no deja de doler. Su desaparición había sido denunciada entre el 16 y 17 de abril, y el caso, desde sus inicios, fue seguido con hermetismo por parte de la Justicia. Todo cambió cuando comenzaron a fortalecerse las pistas y derivaron en allanamientos, detenciones y cinco imputaciones.


Perfil de los acusados y situación procesal


Hasta el momento, hay cinco personas imputadas: Walter Méndez, Julio Salgado, Leandro Navarro y dos menores de edad. La identidad de los adolescentes no fue revelada por razones legales. Las medidas cautelares se mantienen firmes y todos siguen detenidos -por cuatro meses- mientras avanza la investigación.

Entre los elementos que involucran a los acusados hay múltiples testimonios, registros telefónicos, evidencias físicas, análisis de geolocalización y objetos secuestrados. La fiscalía continúa trabajando centrándose especialmente sobre los dispositivos electrónicos y restos hallados en el vehículo.


Tres escenas y cinco acusados: así avanza la causa por el asesinato de Julián en Roca


A más de un mes del crimen, la causa judicial tiene tres ejes investigativos principales:

  • La desaparición de Julián Dobra.
  • El hallazgo de su cuerpo en las bardas.
  • La quema de su automóvil, un Suzuki Fun rojo.

Estos tres momentos están siendo reconstruidos mediante pericias forenses, análisis de teléfonos, relevamiento de cámaras y testimonios. La fiscalía también apuntó a las relaciones previas de la víctima con algunos de los imputados, y a la conducta posterior al crimen por parte de los acusados.


La desaparición de Julián: un punto aún sin esclarecer


Uno de los puntos más difusos de la investigación sigue siendo el lugar y modo en que Julián Dobra podría haber sido privado de su libertad previo a su muerte. No hay pruebas que indiquen que fue ejecutado en el mismo sitio en el que apareció su cuerpo. La fiscalía considera que fue asesinado en otro lugar y luego trasladado.

Por eso, los rastros, evidencia digital y pruebas materiales secuestradas serán la llave para desentrañar uno de los casos más complejos en los que ha intervenido la Segunda Circunscripción de la Justicia de Río Negro.

Entre los primeros indicios, se destacó el vínculo previo de la víctima con al menos dos de los imputados, un conflicto con Julio Salgado -uno de los acusados- y una conflictiva relación con una mujer que podría haber motivado tensiones.

Sumado a esto, Salgado había hecho una exposición policial en marzo. En esa circunstancia, declaró que Julián le había disparado con un arma de aire comprimido en la puerta de su casa, aunque en su momento dijo: «No voy a denunciar, después lo voy a agarrar yo si es un ‘amigo'».


«Amigos», sospechas y conductas extrañas


A raíz de los primeros testimonios recogidos por el Ministerio Público Fiscal, se estableció que Julián, Julio Salgado y Walter Méndez eran «amigos de consumo». Sin embargo, la relación se había alterado en los últimos días porque Dobra sospechaba que Salgado mantenía una relación con su expareja y que, junto a ella, le había robado algunas de sus pertenencias.

Por otro lado, uno de los menores imputados fue visto manejando el auto de Julián entre el 13 y el 16 de abril, pese a que no tenía vehículo propio. «Siempre se manejó en bici o en moto», sostuvo el fiscal Marcelo Ramos durante la última audiencia, en base al relato de testigos. El teléfono del adolescente también figura como el último contacto registrado por Julián antes de desaparecer.

Walter Méndez, en tanto, fue sindicado como la última persona que estuvo con la víctima. Lo llamó siete veces entre el 16 y 17 de abril. Después, no volvió a comunicarse, salvo por una llamada de dos segundos el día 21, tras ser consultado por el padrastro de Julián. En el barrio, mientras lo buscaban, llegó a decir: «A Julián lo sicariaron» y «se la buscó», cuando aún no había aparecido el cuerpo.


El hallazgo del cuerpo y las pruebas forenses


El cuerpo de Julián apareció el 30 de abril, vestido con la misma ropa que llevaba la última vez que fue visto con vida, en compañía de Méndez. Según la fiscal Belén Calarco, el cadáver presentaba un hematoma en la cintura generado por compresión contra una superficie dura, cuando aún estaba con vida. Esa marca podría haberse producido dentro del propio auto de Julián.

También se dijo que la víctima recibió dos disparos calibre .22, y en los allanamientos a los domicilios de los acusados se encontraron proyectiles coincidentes. Además, se hallaron varias cajas con marihuana (por lo cual, dieron intervención a la Justicia Federal por posible comercialización de drogas), celulares y otros 16 chips de teléfono.

La mayoría de estos elementos fueron incautados por la Brigada de Investigaciones, en el allanamiento a una vivienda -ubicada en calle Carpintero y Sarmiento- que indicaron como «aguantadero». Allí, solían encontrarse los dos menores y Navarro.

Otro indicio particular fue el dato que arrojó una consola Xbox de Julián. Según los informes, el dispositivo podría haber sido utilizado tras la desaparición, ya que el usuario de la víctima estuvo en línea y se hicieron compras con la tarjeta de crédito de Dobra, con fecha del 30 de abril.

Por último, para la fiscalía la víctima fue asesinada en un lugar que aún no se pudo identificar y luego trasladada hasta el sitio donde apareció. La fauna carroñera alteró parte de la escena, lo que dificultó la obtención de pruebas directas.


El auto quemado: otro importante eslabón de la cadena


Días después del hallazgo del cuerpo, fue encontrado el Suzuki Fun rojo de Julián en llamas. En el lugar se recogieron indicios importantes: zapatillas que podrían coincidir con huellas, una motocicleta con pedido de secuestro y cubiertas compatibles con las marcas halladas en la escena.

La fiscalía sospecha que dentro del vehículo había evidencia biológica, tanto de la víctima como de los victimarios, lo que motivó que fuera quemado para eliminar pruebas. Se presume que al menos dos personas participaron en su traslado, alejaron el auto de la ciudad y regresaron en motos.


Qué resolvió la Justicia en la última audiencia


El último movimiento procesal relevante se dio el martes 27 de mayo, cuando el juez Stadler revisó lo actuado por el juez de garantías Julio Martínez Vivot y resolvió rechazar el pedido de revocatoria de las imputaciones que habían presentado las defensoras de los cinco acusados. De esta manera, quedaron firmes los cargos por el asesinato de Dobra.

El fiscal Marcelo Ramos, en esa instancia, defendió la formulación de cargos señalando que se hizo en base a la evidencia reunida y presentada durante la audiencia. Aseguró que las discrepancias planteadas por las defensas eran «subjetivas y parcializadas». Ese mismo día, familiares, amigos y vecinos de la víctima realizaron la segunda marcha en pedido de justicia.


Qué se espera en los próximos meses


Con la ratificación de las imputaciones por parte del juez de revisión, la causa sigue su curso hacia una posible elevación a juicio oral. El equipo fiscal espera contar con los resultados de pericias forenses, informes digitales y testimonios ampliados que podrían fortalecer la acusación.

No se descartan nuevas imputaciones o reformulaciones, en caso de que aparezcan pruebas contundentes. Las partes querellantes, por su parte, seguirán participando activamente en la causa junto a los familiares de la víctima.


El pedido de justicia no cesa


Desde la desaparición de Julián, la comunidad de Roca no dejó de movilizarse. Marchas, publicaciones en redes sociales, pintadas y carteles por toda la ciudad piden una sola cosa: justicia. La brutalidad del crimen, el contexto social que lo rodea y la falta de respuestas inmediatas dejaron una marca profunda en la sociedad.

La familia de Julián mantiene la esperanza de que el caso no quede impune. A más de un mes del asesinato, reclaman celeridad, verdad y justicia. Mientras tanto, el proceso judicial sigue su curso, buscando las piezas faltantes de un rompecabezas doloroso y complejo.


Hoy, a más de un mes del asesinato de Julián Dobra en Roca, el caso avanza en la Justicia de Río Negro. El martes pasado, el juez de revisión Emilio Stadler confirmó las imputaciones y medidas cautelares contra los cinco acusados, desestimando los planteos presentados por las defensas. Mientras tanto, la fiscalía sigue con la firme tarea de recolección de pruebas para reconstruir los últimos días de la víctima y definir si la causa puede ser elevada a juicio. Hay tres ejes claves y pruebas que unen a los sospechosos con el crimen. ¿Cómo participaron del homicidio? Es una pregunta que aún busca respuestas.

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