Otro policía confesó las torturas en la comisaría de Cipolletti, pero no mejoró su situación procesal

Alcides Quintrel intentó despegarse de la acusación y también solicitó la domiciliaria. No hicieron lugar al pedido de su defensor y los acusadores creyeron parcialmente su relato.

Alcides Quintrel intentó despegarse de la acusación por el crimen de Jorge Gatica y apuntó contra su compañero Jorge Sosa a quien señaló como el único responsable de las torturas seguidas de muerte en la Comisaría 45 de Cipolletti. Pese a su declaración, no mejoró su situación procesal y seguirá con prisión preventiva.

Se mostró conmovido en algunos pasajes de la audiencia y aseguró que no fue autor de las golpizas al joven que había sido detenido por robar un par de chorizos en una carnicería, el 9 de enero pasado.

La semana pasada había pedido declarar y las intenciones ya se sabían desde ese momento: despegarse de la autoría del crimen, aunque los acusadores siguen creyendo que tuvo participación y creen «a medias» lo que relató en la audiencia.

Principalmente porque fue quien estuvo con el detenido junto a Sosa durante su estadía en la unidad y porque difícilmente un solo agente haya podido golpear tantas veces a Gatica en tan poco tiempo: la autopsia determinó que sufrió más de 50 golpes y le fracturaron 7 costillas, uno de esos golpes le generó un sock hepático que desencadenó en su muerte.

Además, a través de su defensor Federico Diorio, intentó morigerar la prisión preventiva con una domiciliaria. La jueza de Garantías Sonia Martin no solo la rechazó sino que responsabilizó a Quintrel por permitir la golpiza.


«Hubiese actuado igual si no era policía»



En su declaración el sargento contó que vio cómo Sosa le propinaba salvajes golpes a Gatica que estaba en el suelo y con las esposas. Relató que le dijo que parara, pero que el cabo primero no lo hizo. Le detenido casi no se quejaba porque estaba «medio desvanecido».

«Hubiese actuado igual si no era policía. Si hubiese sido un robo, le hubiese dicho que se detenga y si no lo hacía usted hubiese seguido de largo», le recriminó la magistrada. Dijo que con esa conducta, al menos, es responsable del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Lo que sí tuvo en consideración la jueza fue separar a Quintrel y a Sosa que hasta hoy estaban en la misma celda en una comisaría de Cipolletti. «No sabemos qué postura puede tomar Sosa ante esta declaración» dijo el letrado Diorio para solicitar que estén al menos en celdas diferentes.

Quintrel intentó hablar en la audiencia de formulación de cargos, pero no lo hizo por recomendación de su abogado, en ese momento el defensor oficial Marcelo Caravallo. Días después cambió de abogado, el mismo que tienen otros dos imputados en esta causa: Andrea del Carmen Henríquez y Walter Carrizo.

Dijo que cuando llevaron a Gatica al primer control médico, alrededor de las 22 del 9 de enero pasado, Sosa lo golpeó camino al patrullero. En el interior, Gatica le dio un cabezazo y el sargento lo inmovilizó, no volvió a pegarle. Del informe médico se constataron lesiones y escoriaciones, pero lo peor fue al regresar a la Comisaría 45.

Quintrel y Sosa estaban al cuidado de Gatica. Quintrel dijo que estaba en otra sala y comenzó a escuchar ruidos raros «como si fuera una pelea, una lucha». «Sosa le estaba pegando en el suelo, patadas, cachetadas, piñas, de todo», relató.

Luego, ante la pregunta de un querellante, reveló que Gatica estaba en el suelo, esposado y sin poder defenderse. «Le dije que la corte, pero siguió. Luego vino Herníquez -era jefe de calle esa jornada- y le pidió que parara y ahí sí paró».

Fue en ese momento que Henríquez cambió la custodia con Carrizo y Sosa se fue a la guardia, pero antes lo remató con una patada en las costillas . Posteriormente, Henríquez, Quintrel y Moraga salieron de recorrido tras un llamado al 911 por un accidente de tránsito.


Manden una ambulancia


Alrededor de las 12, recibieron el llamado de Carrizo para que envíen una ambulancia urgente. Cuando regresaron a la unidad policial Gatica estaba desvanecido, le hicieron RPC (Reanimación Cardio Pulmonar) mientras Quintrel manejaba a gran velocidad hacia el hospital. Los intentos de reanimarlo fueron inútiles, murió antes de recibir atención médica.

Por el desarrollo de la audiencia no surge, en principio, que Quintrel haya mejorado su situación procesal, al menos en esta instancia. Para los acusadores si bien Sosa es el principal responsable, creen que no fue el único que golpeó al joven de 36 años.


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