Crimen de Juliana Palma en Neuquén: condenan a los tres imputados

El fallo fue unánime. Pueden recibir una condena de hasta 15 años de prisión. "Estoy más aliviada, pero nada me devuelve a mi hija", declaró la madre tras el veredicto.

Luego de otra tensa jornada, los tres imputados por el asesinato de Juliana Palma (20) fueron declarados responsables de homicidio simple agravado por el uso de arma; y de homicidio simple agravado por el uso de arma en grado de tentativa por las heridas que le causaron a su pareja y padre del niño de 4 años de ambos, Santiago Martínez (22). Los hechos ocurrieron en el barrio de Villa Ceferino, Neuquén, el domingo 19 de diciembre del 2021 a las 7 de la mañana.

El fallo unánime recayó sobre Cristian Emanuel García Lillo, alias Poca o Poka; Gonzalo Monsalve, alias Gonzalito; y Joaquín Ezequiel Vilches Ojeda, alias Castor.

Las familias de las víctimas y de los imputados siguieron el veredicto en dos salas de la Ciudad Judicial por Zoom. Apenas terminado el acto el personal de seguridad desalojó el edificio a toda velocidad; primero hizo salir a un grupo y un rato más tarde al otro, para evitar que se crucen en los pasillos o en la calle.

Falla la política criminal


El asesinato de Juliana se produjo en el contexto de un enfrentamiento entre dos familias («los Hueveros» y «los Poca o Poka») que lleva 15 años, según relataron los protagonistas que declararon en el juicio. El presidente del Tribunal, Richard Trincheri, criticó severamente «que no se investiguen» los continuos tiroteos en el barrio.

«Es una cuestión de política criminal, la fiscalía y la policía deberían actuar de distinta manera; está claro que no se arreglan los conflictos mediante las instituciones sino por venganza vecinal, y hay una parte que le toca al Poder Judicial», dijo.

Los intercambios de disparos, amenazas verbales y a través de las redes sociales se incrementaron durante el juicio. Gran cantidad de testigos dijeron que tenían temor de declarar, y varios cambiaron el sentido de sus dichos por aprietes o por dinero.

Conducta bochornosa


También resultó bochornosa, en los siete días que duró el juicio oral, la conducta agresiva de algunos de los abogados defensores contra la fiscal Eugenia Titanti, a la que directamente calumniaron, y contra algunas de las criminalistas citadas a declarar, así como los cruces entre querellantes y defensores.

A tal punto llegó la falta de respeto que el juez Trincheri varias veces les hizo advertencias, con el argumento de que sus conductas lejos contribuían a pacificar los ánimos de familiares de una y otra parte que asistían a las audiencias.

El hijo de Juliana


Luego de conocido el veredicto, la mamá de Juliana dijo a Río Negro que sentía «un poco de alivio» pero «nada me va a devolver a mi hija».

Habló de su nieto, de 4 años, que está en tratamiento psicológico y pide todos los días por su madre. Imposible no asociarlo con la hija de Agostina Gisfman, aunque hayan muerto en circunstancias diferentes: tienen casi la misma edad y el mismo grado de vulnerabilidad.

La mamá de Juliana relató que su nieto sufre problemas para relacionarse con otros niños de su edad, que a veces llora sin motivos aparentes o tiene berrinches incontrolables. Cuando su madre murió aún tomaba el pecho.

La querella anticipó que en el juicio de cesura pedirá 15 años de prisión para cada uno de los condenados.


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