Lecturas: “Aquí nos vemos”, de John Berger

Recordando textos que la ayudaron a superar momentos difíciles, la licenciada Cecilia Boggio nos recomienda un libro imperdible del siempre virtuoso Berger. Un repaso por sus “visitas” a todos aquellos que partieron, la temática central.

Cuando me enteré de la muerte prematura de una mujer muy valiosa no pude menos que sentirme muy triste. En momentos así siempre surge el recuerdo de un libro que me ayuda a ver la pérdida de otra manera: esta vez fue un notable texto de John Berger.


“Aquí nos vemos” (Alfaguara 2006) es una obra muy especial. Para algunos críticos es una novela, para otros son cuentos. El hecho es que Berger visita varias ciudades de Europa donde han estado o están sus muertos queridos. Sintió esa necesidad de viajar y, al mismo tiempo, escribir sobre sus sentimientos y también agradecer a esa gente la fuerte impronta que dejaron en su vida. De esta forma se permite un diálogo con el ausente, acepta consejos, vuelve a su infancia y juventud, rememora anécdotas.

En Lisboa encuentra a su madre, muerta quince años atrás. Ella se le aparece en distintos días y lugares, caminan juntos y recuerdan. Ella también lo aconseja, hasta llega a pedirle que como escritor evite la autobiografía.

De Lisboa el viaje sigue a Ginebra: su propósito es visitar la tumba de Borges. Como viaja en moto, nos va dando la impresión que tiene de esa ciudad y nos habla de la adolescencia que Borges pasó allí. Antes de ir al cementerio de Los Reyes, pasar a buscar a su hija Katya que trabajaba en el Grand Théatre de Ginebra. Allí es testigo de un bellísimo episodio durante el ensayo de una ópera. Como lectora argentina me emocionó que en este viaje a sus muertos queridos, a aquellos importantes de su vida, Berger a punto de cumplir 80 años recuerde frente a esta querida tumba la obra del escritor que sin duda influyó su prosa.

Luego Cracovia, donde en una mañana de mercado en la plaza Nowy se encuentra con Ken el neozelandés que fuera su instructor, su “passeur”, como se lo denominaba en ese momento y con el que vivió de los once a los diecisiete años.


Después de un intermedio lírico en el cuarto capítulo, continúa en Islington, un barrio londinense donde se encuentra con Hubert, su compañero de la Escuela de Arte. Allí aparecerá también el encuentro con Tirol, la joven con la que pasara una noche de bombardeos alemanes sobre Londres.

Viajaremos a Pont d’ Arc, a “La garganta del Ardech”, donde en 1994 se descubrió la Cueva de Chauvert en la que el hombre de Cro Magnon pintó por primera vez las imágenes de los animales con los que convivía. Después de reflexiones y hasta de una detallada lección de pintura rupestre, seguiremos a Madrid.

En el Hotel Ritz espera a un amigo cuando se le aparece Tyler, el maestro que les enseñó a leer y escribir en su Galpón del Tejado Verde a él y a otros cinco chicos de seis años. Seguirá su viaje en a Górecko, una pequeña aldea en la frontera entre Polonia y Ucrania , en el viaje recordará a una amiga etóloga que estudiaba la vida de los lobos, y se encontrará con Liz y hablarán de su estilo musical hasta llegar a la cabaña de su amigo Mireck .

Todo lo que les cuento aparece junto a observaciones sobre su Europa contemporánea, la de la abundancia. También habrá recuerdos de la Guerra Civil española y de García Lorca. El narrador no omite los conflictos sociales y las críticas a políticas bélicas de las grandes potencias.


Cierra el libro una página cuyo título, “81/2”, es un indudable guiño a Fellini. Allí hace un breve recuento de la conversación con su madre sobre lo que ella lee y lo que él escribe.

Ustedes se preguntarán qué tiene que ver todo lo que les he contado con el hecho de ayudarme a salir de la tristeza ante una pérdida. Berger siente que los muertos dejan abierta una puerta para que podamos descubrir lo mucho que nos han dejado.

“Aquí nos vemos” es un libro muy especial, íntimo, que moviliza a sus lectores. Está escrito con fluidez, tiene humorismo y nostalgias, compromiso social y su filosofía sobre el ser en el mundo. Otro texto imperdible.


Más datos del autor



John Peter Berger nació el 5 de noviembre de 1926 en Hackney Inglaterra y murió en la en su “chacra” de la Alta Saboya francesas el 2 de enero del 2017. Estudió arte en la Central School of Art de Londres y fue soldado voluntario en la Segunda Guerra Mundial (1944-1946). Al volver retonó sus estudios y fue profesor de dibujo desde 1948 hasta 1955.


A los treinta años dejó la pintura para escribir. Fue crítico de arte. periodista, corresponsal, creador de guiones de una serie televisiva .
Escribió obras teatrales, cuentos y novelas, obras híbridas donde la narración por momentos se hace ensayo. También escribió poesía. Sus títulos más reeditados y famosos: novelas “G” de 1972, la “Trilogía de las Fatigas”: “Terra Porca”, 1979, “Una vez en Europa” 1987 y “Lila y Flag” 1990, los relatos de “Fotocopias”, “Hacia la boda”. Recomiendo dos entrevistas que le hizo para la revista Ñ, la escritora argentina Ángela Pradelli.


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