Manos solidarias con los abuelos de Bariloche en cuarentena

Carlos Maripan organizó una campaña para ayudar a abuelos y abuelas, que viven solos en la ciudad. Familiares y vecinos se sumaron con alimentos, ropa y calzado.

Por una sinuosa bajada de tierra se llega hasta la casilla de Jorge Quintriqueo, que está ubicada en la barda del barrio Arrayanes de Bariloche. Es pequeña y muy precaria. No tiene luz, ni gas domiciliario. En esa casita de retazos de madera y materiales donados, Jorge vive con su esposa, María. Hasta ese rincón olvidado, Carlos Maripan llegó con el propósito de ayudar.

Cuenta que conoció la semana pasada a Jorge y su esposa, que necesitaban de todo. Afirma que nunca había estado en ese lugar, casi invisible para las personas que circulan por la zona.

Carlos afirma que una amiga, Raquel, le dio el dato del matrimonio que estaba en una situación muy difícil. Y sin dudarlo, resolvió visitarlos.

Carlos Maripan ayuda a abuelos o abuelas que se encuentran solos en barrios de Bariloche (Foto: Marcelo Martínez)

Apenas observó la realidad de Jorge y María lanzó una convocatoria solidaria por redes sociales. La respuesta fue inmediata. Hubo donaciones de alimentos, leña, ropa, calzado y hasta una cocina. También, algunas personas ofrecieron materiales para abrigar la casita antes de que comience el crudo invierno de Bariloche.

Desde que comenzó la cuarentena obligatoria por el coronavirus, Carlos se moviliza para asistir, sobre todo, a abuelas y ancianos en situación de vulnerabilidad.

Explica que la idea surgió de manera espontánea. “Uno no se puede quedar con los brazos cruzados cuando hay muchas personas pasando necesidades”, asegura. La campaña en las redes sociales se llama “por quien merece amor”. El mensaje prendió entre algunos familiares y amigos.

Carlos recolecta en su auto las donaciones por las casas de aquellas familias que se suman. “Después, arma “las cajitas con alimentos que se pudieron recolectar”. Entrega la ayuda una vez por semana a los abuelos del Alto de la ciudad.

Afirma que, hasta el momento, pudieron asistir a unos 20 ancianos. Sostiene que no es fácil. Pero no baja los brazos porque aún queda mucho por hacer. Para quienes deseen colaborar el contacto con Carlos es al celular 2944-333350.


Por una sinuosa bajada de tierra se llega hasta la casilla de Jorge Quintriqueo, que está ubicada en la barda del barrio Arrayanes de Bariloche. Es pequeña y muy precaria. No tiene luz, ni gas domiciliario. En esa casita de retazos de madera y materiales donados, Jorge vive con su esposa, María. Hasta ese rincón olvidado, Carlos Maripan llegó con el propósito de ayudar.

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