El papá de Julián Dobra habló del brutal asesinato en Roca y criticó la primera etapa de la investigación: «No me entendieron»

El papá de Julián Dobra habló por primera vez, en exclusiva, y apuntó contra el accionar inicial de la Fiscalía. La familia se constituyó como querellante y sumó dos penalistas.

A 8 días del hallazgo del cuerpo de Julián Dobra, el joven de Roca asesinado y abandonado en las bardas, su papá, Tomás, rompió el silencio. Lo hizo dolido, con la voz quebrada y con una convicción que se volvió brújula: saber qué pasó, por qué y quiénes fueron. En una entrevista exclusiva con Diario RÍO NEGRO, criticó duramente el accionar inicial de la Fiscalía, afirmó «nunca tuve una conversación directa con quien estaba a cargo» y anunció que la familia se constituyó como querellante en la causa.

«No quisiera vivir este presente ni este plano de mi vida. Daría todo por volver a cualquier situación horrible vivida en el pasado. Incluso todas las situaciones horribles juntas. No hay comparación». Con esa frase cruda, directa y profundamente desgarradora, Tomás puso en palabras un dolor imposible de dimensionar.

El hombre, trabajador nodocente de la Universidad Nacional del Comahue, convivió con la incertidumbre desde el momento en que se denunció la desaparición de Julián. Según su padre, la ausencia de Julián fue el 21 de abril, día que se realizó la presentación ante las autoridades para que lo busquen. Pero lo que más lo angustia hoy no es solo la triste pérdida, sino el sentimiento de haber sido desoído por quienes debieron actuar.

«Nunca hablé sobre este tema directamente con la fiscal que seguía el caso hasta que apareció el cuerpo», relató. Su voz fue firme y con la necesidad de que esta historia no se repita.

Ahora, dos abogados con experiencia en el ámbito penal, Oscar Pineda y Pablo Iribarren, representarán legalmente a la familia en una causa que conmocionó a la ciudad y que hasta el momento no tiene imputados. Tomás dice que no descansará hasta obtener respuestas.


Críticas al accionar de la Fiscalía en los primeros días


Tomás fue claro al apuntar sus cuestionamientos: «Estoy disconforme con el accionar del Ministerio Público Fiscal desde que denunciamos la desaparición hasta que encontraron el cuerpo». Señaló especialmente al fiscal Marcelo Ramos, quien fue designado -desde un principio en el caso- y a la fiscal Verónica Villarruel, quien continuó con los procedimientos. Según su testimonio, ninguno lo recibió ni lo escuchó.

Hubo reclamos del papá de Julián Dobra por cómo actuó la Fiscalía en Roca. Foto Gentileza.

Aseguró que, en medio de la desesperación, intentó aportar información por comunicación telefónica -vía Whats App- que podía ser relevante, pero siente que no fue tenido en cuenta como creyó que correspondía. «Quizás algo de lo que yo decía y aportaba podía haber ayudado. No me entendieron», lamentó.


Un cambio que da esperanza, pero no borra lo anterior


La llegada de la fiscal en jefe, Belén Calarco, trajo cierto alivio. Tomás reconoció que el cambio de autoridades en la conducción de la investigación abrió nuevas posibilidades. «Ahora sí sentí que me escuchó. Aunque ya es demasiado tarde», admitió. Sin embargo, insistió: «Pienso que lo más importaba en la investigación de los primeros días, no se aprovechó bien. Cuando aún existía la posibilidad del hallazgo de Julián».

Esa pérdida, dijo, es irrecuperable. Como el sonido del caño de escape del Suzuki Fun rojo de su hijo, que él mismo había instalado y que nunca más volverá a oír. Pero que recuerda como un mimo, esa imagen sonora que también evocaron cariñosamente sus amigos y vecinos.


La querella: un paso necesario para avanzar


Esta semana, la familia Dobra tomó una decisión clave: se constituyó como querellante. «Ayer decidimos poner abogados. No queremos quedarnos afuera de nada», dijo Tomás. La incorporación de los letrados Pineda e Iribarren busca ampliar líneas de investigación, presionar para que haya avances concretos y garantizar que la causa no quede sin transitar por todos los caminos posibles.

El dolor se transformó en acción para este padre. Y en una lucha judicial que buscará esclarecer una de las tragedias criminales más duras de los últimos años en Río Negro.


El hallazgo del cuerpo y una escena difícil de olvidar


El 30 de abril, casi 10 días después de iniciada su búsqueda, llegó la confirmación que nadie quería recibir: Julián fue encontrado muerto entre yuyos, polvo y senderos difíciles en las bardas del norte de Roca.

«El 30 es el día del hallazgo, el 1 de mayo identifican el cuerpo y nos enteramos», recordó Tomás. También detalló lo que vivió el pasado sábado, 3 de mayo, día que la familia organizaba el sepelio de Julián. Mientras que los seres queridos se juntaban para despedir los restos del joven, la tragedia volvió a sumar una escena perturbadora: el auto de Julián apareció envuelto en llamas durante la madrugada.

Tomás Dobra junto a su hijo Julián. Foto Gentileza.

Según contó su padre, quienes estaban a cargo de la investigación dejaron que el fuego se consumara por protocolo y no intervinieron los bomberos para no borrar huellas ni datos importantes que podían ser vitales para la investigación. Horas más tarde, fue a la subcomisaría 69 y le indicaron que «no tenían grúa para moverlo. Fue muy triste enterarnos así«.


Consejos, abrazos y redes de contención


A pesar del dolor, Tomás también encuentra momentos para agradecer. Recibió cientos de mensajes, llamados, palabras de aliento. Uno de ellos lo conmovió especialmente: el del papá de Juan Caliani, otro joven víctima de un caso estremecedor. “Me mostró su más humilde solidaridad. Me aconsejó”, dijo.

Ese acompañamiento, asegura, es lo que le permite sostenerse. Y también lo que lo empuja a no quedarse quieto, a pedir justicia.


Una vida que no volverá y una causa que no puede esperar


Tomás sabe que nada le devolverá a Julián. Que ningún informe, ningún imputado, ningún juicio le quitará el peso del silencio que ahora habita su casa. Pero también sabe que si no sigue cada paso, si no exige, si no interpela a la justicia, el caso corre el riesgo de diluirse. «Voy a seguir la causa al pie de la letra, paso a paso», concluyó.

Julián ya no está. Pero sus padres, toda su familia, su barrio, sus amigos, la sociedad roquense y ahora, dos abogados penalistas, están más presentes que nunca para que su historia no quede impune.


A 8 días del hallazgo del cuerpo de Julián Dobra, el joven de Roca asesinado y abandonado en las bardas, su papá, Tomás, rompió el silencio. Lo hizo dolido, con la voz quebrada y con una convicción que se volvió brújula: saber qué pasó, por qué y quiénes fueron. En una entrevista exclusiva con Diario RÍO NEGRO, criticó duramente el accionar inicial de la Fiscalía, afirmó "nunca tuve una conversación directa con quien estaba a cargo" y anunció que la familia se constituyó como querellante en la causa.

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