Las piezas del crimen de Julián Dobra que aún no encajan en Roca: un cuerpo, un auto quemado y muchas preguntas

El crimen de Julián Dobra sacude a Roca: un cuerpo abandonado en las bardas, un auto incendiado y una investigación que avanza en silencio, con pistas y cautela. Vecinos exigirán justicia con una marcha este viernes.

Un fin de semana largo marcado por el horror y la tragedia. Así se vivió en Roca. La zona de bardas al norte de la ciudad tuvo mucho más que movimiento de tierra. Peritos y fiscales estuvieron transitando los caminos de ripio, jarillas y fueron dejando carteles amarillos. La escena, en medio del norte de la Ruta 6, es ahora un lugar clave para una de las investigaciones más complejas de los últimos años. Allí apareció el cuerpo de Julián Dobra de la Canal. Tenía 32 años. Lo mataron con una crueldad que, hasta el momento, nadie puede explicar. Al menos, no del todo.

Desde el 16 de abril pasado no se sabía nada de él. La última vez que alguien lo vio con vida fue saliendo de su departamento en la calle General Paz al 2200. Iba a bordo de su Suzuki Fun rojo. Nunca volvió. Este es el punto de partida del rompecabezas para reconstruir el tortuoso asesinato.

Dos semanas después, un cuerpo en la barda rompió la incertidumbre y de la peor manera. Tres días más tarde, apareció su auto, incendiado y abandonado. El caso sacudió a la comunidad que exigirá justicia este viernes, con una marcha programada en el centro de Roca.


El celular, una pista intacta entre la ropa


Julián tenía consigo su teléfono celular al momento de ser hallado sin vida. ¿Por qué no fue robado? No estaba oculto. Estaba entre su ropa. Fue una de los objetos que permitió confirmar la identidad del cuerpo. También se convirtió en ese tan controvertido dispositivo que es pieza clave para la Fiscalía y podría formar parte de un mensaje de los perpetradores de tan aberrante crimen.

Los especialistas ya trabajan en la extracción forense de sus datos. Llamadas, mensajes, aplicaciones, ubicación: cualquier registro puede ayudar a comprender qué pasó.

Hasta ahora, no se sabe si la Fiscalía ya tiene sospechosos bajo análisis, pero el hermetismo con el que se mueve el equipo de investigación sugiere que cada nuevo indicio es tratado con suma cautela.


Las preguntas sin respuesta


¿Quién o quiénes mataron a Julián? ¿Dónde lo hicieron? ¿Por qué? El cuerpo, encontrado la tarde del 30 de abril, presentaba un disparo en la cabeza. Según fuentes judiciales, la autopsia confirmó signos de criminalidad. Aún se desconoce el dato del calibre del arma, si es que fue encontrada alguna vaina o proyectil en la escena, o si hubo rastros de arrastre.

Uno de los interrogantes más complejos de resolver es si el crimen ocurrió en ese mismo sitio o si el cuerpo fue trasladado. Las bardas de Roca son un terreno difícil. No hay caminos señalizados. Los senderos son informales, provocados por huellas de paso, vegetación agreste.

Llegar al lugar implica transitar por Quinta 25 y desviarse varias veces por picadas que pierden forma en medio del paisaje. O bien, ingresar por un desvío de la Ruta 6, a la altura del parque ladrillero de Roca.


El auto incendiado y las sospechas


La madrugada del sábado 3 de mayo, un llamado al 911 alertó a la policía: se incendiaba un vehículo en la zona de canteras, frente al Parque Industrial 2, a unos 150 metros de la Ruta 6. Cuando los bomberos llegaron, el auto estaba consumido por el fuego. Sin patentes. Solo quedaba la estructura.

Así apareció el auto de Julián Dobra incendiado. Foto: Andrés Maripe.

Horas más tarde, el MPF confirmó que se trataba del Suzuki Fun rojo de Julián. Estaba a unos tres kilómetros del lugar donde habían encontrado su cuerpo. La distancia, aunque corta en línea recta, se complica por el terreno. No hay certeza sobre cuándo fue abandonado el vehículo ni si alguien intentó borrar evidencias con el incendio.


El joven asesinado: quién era Julián Dobra


Tomás Julián Dobra de la Canal tenía 32 años. Había egresado como profesor de Educación Física en la sede Bariloche de la Universidad Nacional del Comahue. Era hijo de dos trabajadores nodocentes de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Roca. Además, era sobrino político de Sergio Barotto, vocal del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro y docente universitario.

La noticia de su muerte generó una fuerte conmoción en el ámbito universitario y social de la región. El sábado, amigos y familiares lo despidieron en un sepelio cargado de dolor y silencio. Nadie entiende aún por qué lo mataron.


El silencio en la investigación


La investigación está en manos de la fiscal jefa Teresa Giuffrida. Hasta el momento, la información oficial es mínima. Desde el Ministerio Público Fiscal indicaron que se trabaja con total reserva para no entorpecer las medidas en curso.

Que no se hayan informado avances concretos no significa que la causa no transite su camino de mayor actividad investigativa. Lo cierto es que, no se identificaron sospechosos públicamente y tampoco se detallaron los resultados finales de la autopsia. Lo que sí se sabe es que el cuerpo tenía un disparo en la cabeza y que la autopsia confirmó la presencia de signos de criminalidad.


La escena del crimen: tierra suelta y desolación


El lugar donde fue hallado el cuerpo tiene un aspecto particular. Hay polvo, ripio, jarillas y alpatacos. Las bardas del noroeste de Roca son un terreno amplio y deshabitado. Ese miércoles 30 de abril, un vecino que pasaba por allí alertó a la policía al ver el cuerpo.

Aunque inicialmente se pensó que estaba cerca de la defensa aluvional conocida como «Catini», los rastrillajes posteriores revelaron que había sido abandonado más al oeste, en una zona aún más inhóspita.

El viernes, un día posterior al hallazgo, los peritos regresaron con nuevos elementos técnicos para continuar el rastrillaje. Buscaron objetos, huellas, signos de arrastre. Cualquier indicio que permitiera reconstruir qué pasó en las últimas horas de Julián.


Cuándo y a qué hora será la marcha que pide «justicia por Julián» en Roca, tras su brutal asesinato


Según difundieron en las redes sociales, este viernes 9 de abril, a las 17. La convocatoria indica concentrar en la plaza San Martín de Roca.

«Vamos a pedir justicia por el, por los que todavía no aparecen y por la seguridad que nos merecemos», expresaron en la convocatoria.


El camino hacia la verdad


Mientras los días avanzan, la causa se vuelve más compleja. Su desaparición repentina, el hallazgo de su cuerpo y su auto quemado: todo conforma un rompecabezas que aún no termina de encajar.

En paralelo, el dolor de una familia y una comunidad que busca respuestas. El nombre de Julián Dobra de la Canal circula con pesar. Un joven con una vida por delante, asesinado en circunstancias que nadie sabe explicar. Las bardas, una vez más, se convirtieron en escenario del horror que ya tuvo algunas víctimas halladas en el último tiempo. Y en silencio, la justicia resolver el camino hacia la verdad.


Un fin de semana largo marcado por el horror y la tragedia. Así se vivió en Roca. La zona de bardas al norte de la ciudad tuvo mucho más que movimiento de tierra. Peritos y fiscales estuvieron transitando los caminos de ripio, jarillas y fueron dejando carteles amarillos. La escena, en medio del norte de la Ruta 6, es ahora un lugar clave para una de las investigaciones más complejas de los últimos años. Allí apareció el cuerpo de Julián Dobra de la Canal. Tenía 32 años. Lo mataron con una crueldad que, hasta el momento, nadie puede explicar. Al menos, no del todo.

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