Un policía comprometió aún más al acusado de matar a Elías Garay
Citó una frase que pronunció Martin Feilberg en la comisaría cuando se inició la ocupación mapuche.
Martín Feilberg es uno de los imputados por el homicidio de Elías Garay. Foto: Archivo
El oficial de policía Ezequiel Flores declaró hoy que uno de los imputados por el homicidio del joven mapuche Elías Garay le dijo semanas antes que si la Justicia no desactivaba “en tres días” la usurpación que había iniciado la lof Quemquemtreu iban a “contratar a unos monos para cagar a tiros a los mapuches ahí en el campo”.
La frase fue atribuida al trabajador forestal Martin Feilberg, que dos meses después de aquel intercambio ingresó un domingo al predio ocupado junto a su colega Diego Ravasio y armados con una carabina 22, con la cual dieron muerte a Garay y le causaron heridas graves a Gonzalo Cabrera.
El relato de Flores fue el dato más relevante de la tercera jornada del juicio oral por el asesinato de Garay, ocurrido el 21 de noviembre del año pasado en Cuesta del Ternero. En el mismo episodio resultó herido Cabrera, quien recibió dos balazos en el abdomen, pero logró reponerse y declaró ya la semana pasada.
Los dichos del policía pusieron en crisis la estrategia sostenida por los abogados defensores, según la cual los disparos se hicieron al cabo de un incidente casual, en el que habrían existido agresiones mutuas. La fiscalía y la querella, en cambio, sostienen que Ravasio y Feilberg entraron al campo “dispuestos a matar”.
Arrancó en 2021
La ocupación de la lof Quemquemtreu en el campo ubicado en Cuesta del Ternero, que es de propiedad provincial, se inició a mediados de septiembre de 2021 y se mantiene hasta hoy. Quien se presentó en la comisaría 12 como damnificado a denunciar la irrupción fue el empresario forestal Rolando Rocco, adjudicatario de un permiso de explotación del pinar allí existente, y lo hizo acompañado por Feilberg, con quien lo unía una relación “de amistad y de trabajo”.
Ese trámite se realizó el 18 de septiembre del año pasado. Según el policía Flores, cuando se retiraban Feilberg le transmitió la amenaza de hacer justicia por mano propia. El abogado defensor Ernesto Saavedra hizo notar que no había dejado constancia de esa frase en el acta de la denuncia.
Flores aseguró que había visto a Feilberg en otras oportunidades cuando se presentó a bordo de un auto rojo en el retén policial que funcionó sobre la ruta 6, en cercanías del lote usurpado, entre los meses de septiembre y noviembre. Pero en esos casos se les impidió el paso y “pegaron la vuelta”.
Señaló que tanto Rocco como su colaborador habían señalado que la usurpación del campo les impedía trabajar y les hacía “perder dinero”.
Otro policía, el agente José Luis Mesa, declaró a continuación y dijo haber estado el 21 de septiembre en el retén sobre la ruta 6, a cargo de la identificación de autos y personas. Por allí pasaron Ravasio y Feilberg en un Fiat Duna rojo, alrededor del mediodía. Para lograr el vía libre dijeron que estaban “trabajando en el campo de Rocco” y el policía les franqueó el paso porque según lo apuntado por “un superior” el dato era certero y correspondía darles permiso.
Aseguró que uno de ellos “deletreó el apellido con código militar”. También, ante un pedido de la fiscalía, reconoció su letra en la planilla donde se asentaron los datos. Según el policía Mesa, tanto Ravasio como Feilberg habían pasado ya “dos o tres veces” por el control caminero, al menos mientras él estuvo de turno.
Largos días de tensión
Además de los dos efectivos de la policía provincial, brindaron testimonio en la mañana de hoy la referente mapuche Soraya Guitart y el poblador de Cuesta del Ternero (también de origen mapuche) Néstor Anticura, además de otros vecinos del lugar que conocían a los imputados.
Anticura vive en las inmediaciones y dijo que había quedado a cargo del handy “de la lof”, que le encomendaron “para seguridad” y que por esa vía recibió un pedido de auxilio urgente cerca de las 14, el domingo 21 de noviembre, porque en la recuperación territorial había “un herido de muerte y otro herido grave”. Anticura se movilizó de inmediato hasta la comisaría cercana donde pidió una ambulancia que llegó “en una media hora” y logró evacuar a Cabrera hasta el hospital de El Bolsón.
El hombre dijo que su familia vive en esas tierras desde hace “cinco generaciones” y ante una pregunta del fiscal Francisco Arrien afirmó que la presencia policial era muy numerosa en todos los días previos al homicidio y también se quejó de que se los “estigmatiza como pueblo”.
Señaló que la gente del paraje “es tranquila” y ver en el lugar tantos “policías armados como para la guerra” fue para ellos “una imagen fuerte”.
Mucha policía
Soraya Guitart se presentó como cantante mapuche y actriz, con domicilio en Mallín Ahogado. Dijo que acompañó desde el primer momento la “recuperación del territorio” iniciada en septiembre por la lof Quemquemtreu y también el acampe de solidaridad en el que participaron personas mapuches y no mapuches, y que se levantó un par de días antes del crimen.
Señaló que a lo largo de esa campaña de apoyo a la lof hubo “una relación difícil con la policía, y mucha provocación”. Tanto ella como Anticura aseguraron que los controles en el retén, más la presencia permanente de policías “de azul” y del Coer, con armas y equipos antidisturbios generaron “permanentes momentos de tensión” y que el acampe se levantó debido al “cansancio físico y emocional” de los participantes.
Guitart dijo que se enteró de la agresión contra los jóvenes mapuches en su casa, el mismo domingo a la tarde, cuando llegó a avisarle una mujer a bordo de un vehículo Suran “de la lof”. Señaló que fue hasta el campo ocupado pero no la dejaron entrar y que luego se dirigió a El Bolsón, donde se enteró de la muerte de Garay. En el hospital, después de mucho insistir, pudo hablar algunas palabras con Cabrera antes de que lo llevaran “al quirófano”.
Para mañana está prevista la continuidad del juicio con el testimonio de otros policías y del personal médico que intervino en el auxilio y la atención del herido.
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