Análisis: Javier Milei en Neuquén, un triunfo sin festejos que alimenta a incrédulos
Hay mucho en juego para Neuquén en los próximos cuatro años y es poco lo que hizo saber Milei sobre sus planes para Vaca Muerta, por ejemplo
En Neuquén se impuso Javier Milei en casi todo el territorio. Foto: Matías Subat.
La noche neuquina decía poco y nada ayer sobre los resultados de las PASO nacionales. ¿Bocinazos? Cero. ¿Militancia saliendo a copar las calles con festejos? Para nada. Un domingo más con comensales disfrutando una comida en la vereda de algún bar y recorridas por los artesanos en una jornada particularmente cálida. Ni siquiera los candidatos que ganaron con sus respectivos espacios llegaron a imbuirse de espíritu triunfalista.
El casi 40% que votó ayer a Javier Milei para confirmarlo como candidato a presidente de la Nación no se vio en las calles y fue algo que llamó la atención. Un dirigente de la provincia con un cargo de altísima responsabilidad evaluó ayer que “la gente protestó”. “Esperemos que en octubre elijan quién gobierne”, planteó.
Pareciera ser que hay todavía cierta incredulidad con un resultado que trastoca toda la política tal cual la conocemos: mejor pensar que en las generales se puede acomodar.
Si la sensación generalizada es esa, quizás se puede esperar una actitud pasiva entre quienes no se jugaron posición en esta elección, por ejemplo, la conducción del MPN, el propio gobernador Omar Gutiérrez o el que está por llegar, Rolando Figueroa.
Hay mucho en juego para Neuquén en los próximos cuatro años y es poco lo que hizo saber Milei sobre sus planes para Vaca Muerta, por ejemplo, ni hablar del impacto que podrían tener sus radicales propuestas económicas en un negocio que necesita estabilidad jurídica para confiar en invertir.
Tiempos para definir si gana la incredulidad, el cachetazo o la conveniencia. Que puede o no ser la que votaron las mayorías.
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