La gobernadora Carreras y su pensamiento para la transición, después del fracaso de Bariloche
Regresa a Viedma y retoma su actividad gubernamental. Los contactos para avanzar en un acople con la administración que viene. Las primeras reacciones de Weretilneck.
La pesadumbre de Carreras en la noche del domingo. Otro semblante mostró ayer con los suyos. Foto: Alfredo Leiva
La gobernadora Arabela Carreras no se permitió un tiempo emocional por la derrota de Bariloche y, rápidamente, en la mañana de ayer, se exhibió como que esta frustrante etapa, marcada por su pretensión municipal, quedaba atrás.
Walter Cortés, con muchas promesas para Bariloche y la vocación por estar “en la calle”
No quiere abrir un espacio donde se filtren las dudas de gobernabilidad. Para ella, la vulnerabilidad no puede exhibirse en la política.
En sus primeros contactos del lunes, la barilochense se aferró a sus preceptos budistas y, ante sus allegados, relativizó su abatimiento. Relató que el proceso barilochense había pasado y se interesó por retomar su actividad gubernamental. Ordenó avanzar y acelerar la fase de transición con el gobernador electo Alberto Weretilneck.
El domingo, todo fue más genuino. El desconcierto y la pesadumbre invadió a Carreras y sus íntimos reunidos en la sede del Ente de Desarrollo de la Cordillera cuando llegaron los primeros datos de sus fiscales del Alto Bariloche. El dirigente mercantil Walter Cortés -que la superaría finalmente por 2.866 votos- sacaba una gran ventaja y congelaba toda esperanza. Los números que llegarían después de otros sectores eran buenos, pero insuficientes.
A Carreras la acompañaban sus incondicionales, desde su Jefe de Gabinete, Pablo Zúccaro al secretario Daniel Sanguinetti, pasando por Lorenzo Raggio y Darío Barriga, como también, los ministros Mariano Ferrari, Luciana de la Fuente y Diego Canestraci. Otros presentes: su compañero de fórmula, Juan Pablo Ferrari; el subsecretario Ignacio Bordoli y la candidata a concejala, Laura Totonelli.
La mandataria se tomó su tiempo para aceptar que la voluntad electoral sepultaba su pretensión de gobernar su ciudad. Lo reconoció finalmente y, luego, concurrió al gimnasio del barrio Las Quintas, preparado para el festejo que no ocurrió.
Asistió, con evidente muestra de aflicción, para agradecer a los simpatizantes, felicitar a Cortés y resaltar que se había dado “todo lo que teníamos”. Calló cualquier queja interna hacía quiénes no se sumaron. No era el escenario.
En el gimnasio, Ferrari no pudo contener su enojo y, detrás de valorar el aporte de los que “fueron parte de la unión”, descargó que quienes “no lo fueron, sabrán ellos cómo duermen”.
Ayer, Carreras transmitió que volvería enseguida a Viedma para retomar a pleno su actividad oficial y conversó con sus colaboradores inmediatos de sus próximos pasos. Un primer abordaje radica en las paritarias de hoy donde el gobierno reiniciará la discusión salarial con los gremios. Hoy estará en la Capital provincial y participará de las definiciones del ofrecimiento.
La gobernadora y el llamado a Weretilneck para la transición
En su evaluación poselectoral con su círculo, la mandataria concluyó que se debe avanzar en la transición y la participación de los actores que vienen. Detecta que la impotencia política caerá inexorablemente sobre ella y, por eso, planea un acople en la marcha hacía diciembre.
La transmisión de la propuesta recayó en su Jefe de Gabinete. Pablo Zúccaro lo habló con el titular de la bancada, Facundo López.
El legislador prometió una respuesta y se sumó ayer a la actividad proselitista que Weretilneck cumplió en Sierra Grande, acompañando la postulación a la intendencia de la legisladora Roxana Fernández.
Hasta el fin de semana, el senador tenía otros tiempos y preveía recién en octubre iniciar con la fase de transición, traducida -inicialmente- en equipos de intercambios de información.
Weretilneck pareció ayer no haber modificado ese orden, a pesar que el revés de JSRN en Bariloche trastoca su pensado dominio provincial.
El resultado arrastra también recelos internos y, por eso, posiblemente, el también presidente del partido aplazó la reunión de dirigentes que se preveía para este fin de semana.
En Sierra Grande, el senador habló de la derrota. “Los gobiernos -dijo a FM Libre- tienen que ser muy buenos o excelentes para ser revalidados. La gente lo que quiere es cambiar y votar en contra de lo que hay. Ahora, nos tocó a nosotros”, concluyó.
Carreras tiene su urgencia: retomar la iniciativa y sostener poder aunque sepa que su destino político está fatalmente marcado desde la noche del domingo.
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