La zona de conflicto de Villa Mascardi continúa cerrada

La Policía Federal realiza una inspección ocular en el lugar. Evalúan la posibilidad de demoler algunas estructuras de la zona y mantener la seguridad para evitar una nueva ocupación. Fuentes aseguran que aún se busca a los prófugos.

Esta mañana, la fila de vehículos en la ruta nacional 40, a unos 6 kilómetros de Villa Mascardi, debido a un corte de Gendarmería Nacional volvió a sorprender a los conductores. “¿No era que ya los habían desalojado?, ¿y ahora qué pasa?”, preguntaba una mujer ofuscada al descender del vehículo que conducía.

Ante cada interrupción del tránsito, dos efectivos de Gendarmería se acercaban a las ventanillas de los autos para informar que, durante una hora, no se podría transitar la ruta por “trabajos que se realizan en Mascardi”.

El paso a toda velocidad por parte de móviles de la Policía Federal por el carril contrario en dirección a Bariloche y varios policías motorizados era constante y llamaba la atención.

El día anterior, el procedimiento que llevaron adelante 250 efectivos de la Policía Federal, Gendarmería Nacional, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria y que culminó con la detención de siete mujeres -muchas de ellas con niños-, la ruta nacional 40 permaneció cortada por 13 horas. Por la tarde, los conductores comenzaron a impacientarse. Muchos eran turistas que tenían hospedaje y excursiones pagas; otros alegaban que volvían del trabajo y sus casas estaban a pocos kilómetros del corte.

Este miércoles, la Gendarmería Nacional estuvo a cargo de los cortes de tránsito entre los kilómetros 2013, a la altura Los Maitenes, y el kilómetro 2003, en Mascardi. Al consultar sobre las diligencias que se realizaban en el lugar, primó un fuerte hermetismo.

Fuentes de otras fuerzas de seguridad que transitaban la zona manifestaron que “la Policía Federal lleva a cabo una inspección ocular en el lugar para ver qué medidas deberán tomar. El objetivo principal es que no se vuelva a ocupar la zona”.

A media mañana, el corte también sorprendió al candidato a presidente por el partido NOS, Juan José Gómez Centurión, que se acercó hasta los gendarmes para saludarlos. Mencionó que esperaba poder pasar para “saludar a los vecinos usurpados y a quienes tienen el problema de las organizaciones terroristas”.

En el Automóvil Club Argentino, ubicado a dos kilómetros del procedimiento, dos gendarmes ofrecían tortas fritas y mate cocido a quienes recorrían ese sector. A unos pocos metros de la estación de servicio, dos agentes de la Policía Federal caminaban metidos entre matorrales y revisaban detrás de los árboles.»¿Será que buscan a los que se escaparon del procedimiento ayer?”, preguntó un joven a otro.

Hacia el sur, otros dos agentes de la Policía Federal custodiaban la ruta nacional frente a las ruinas del viejo hotel de Parques Nacionales. Explicaron que solo se podía avanzar en vehículo porque continuaba el operativo en el sector de la ocupación de la comunidad Lafken Winkul Mapu.

En un momento, tres camionetas de Parques Nacionales se detuvieron sobre la banquina. En una de ellas se trasladaba el intendente del parque Nahuel Huapi, Horacio Paradela, que le manifestó a uno de los policías la necesidad de recorrer el devastado hotel de Parques. Estaba acompañado por un ingeniero.

Si bien no hubo información oficial bajo el argumento recurrente de que “todo está bajo secreto de sumario”, este diario pudo conocer que la fiscal federal Cándida Etchepare solicitó a las autoridades de Parques realizar una inspección ocular en el predio para “evaluar las condiciones estructurales de las instalaciones y evaluar una posible demolición”.

John Grehan, el propietario de La Escondida, una de las primeras casas incendiadas en Mascardi, aseguró estar al tanto del procedimiento en la zona. “El procedimiento sigue. Están haciendo inspecciones, manteniendo la seguridad de los predios y entiendo que siguen buscando a las personas que están prófugos”, indicó.

Respecto a los integrantes de la comunidad, dijo: “Los tuve de vecinos desde el primer día y por la violencia que ejercen, que estén usurpando o no es lo mismo. Para que no vuelvan, deben estar presos. María Nahuel, la líder que de casualidad no estaba y no fue detenida, ya dijo que volverán. Para que no vuelvan, es fundamental que las fuerzas de seguridad permanezcan en el lugar”.


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