Caminos rurales en el Alto Valle: más de 240 km asfaltados impulsan la producción local
Entre Cipolletti y Chichinales, la red terciaria facilita la circulación en zonas alejadas, el acceso a chacras, escuelas y emprendimientos productivos. En Río Negro, el mantenimiento vial depende actualmente de los municipios, y Roca lidera la extensión de caminos pavimentados.
Mejorar la infraestructura de las calles rurales es una de las medidas con mayor retorno potencial para preservar la calidad y prolongar la vida útil de la fruta. En el Alto Valle, la pavimentación de más de 240 kilómetros de caminos rurales se convirtió en un factor fundamental para la circulación diaria en zonas alejadas de los cascos urbanos. Esta red vial facilita el acceso a chacras, escuelas rurales y emprendimientos productivos, además de favorecer actividades deportivas.
Diario RÍO NEGRO realizó un relevamiento exhaustivo en la zona y corroboró que estos caminos, aunque no conforman una traza continua en todo el corredor, en distintos municipios consolidaron tramos estratégicos. Son sectores que ordenan la movilidad en áreas donde el ripio solía condicionar el tránsito, especialmente en épocas de cosecha.
Uno de los segmentos con mayor integración es el que une Cervantes con Roca y Allen, llegando hasta Cipolletti a través de la Ruta Provincial 65. Allí, varios tramos pavimentados conforman un eje utilizado por productores, trabajadores rurales y familias que viven en la zona sur del valle.
A nivel provincial, un informe del Consejo Federal de Inversiones de 2024 indica que Río Negro dispone de 38.045 kilómetros de caminos rurales -entre asfaltados, de tierra y de ripio-. De ese total, según el relevamiento que realizó este medio, 240 kilómetros asfaltados corresponden al Alto Valle, lo que representa el 0,63% de la red. Para ponerlo en perspectiva, según la Dirección Provincial de Vialidad de Entre Ríos, la provincia cuenta con 14.353 kilómetros de red terciaria y solo 41,34 kilómetros pavimentados, es decir un 0,29% de toda su red.
Si desglosamos los kilometrajes Roca tiene la mayor red terciaria asfaltada con 97 kilómetros, mientras que Allen cuenta con más de 40 kilómetros de calles rurales asfaltadas, mientras que Cervantes supera los 33. También se destacan Regina, con aproximadamente 30 kilómetros, y Chichinales, con cerca de 24. En el caso de Cipolletti, la extensión supera por poco los 10 kilómetros, y Fernández Oro alcanza más de 5. En tanto, Huergo y Godoy registran apenas 3 kilómetros de caminos pavimentados cada uno, mientras que Mainqué directamente no dispone de calles rurales asfaltadas.
Realizar la actual red de calles rurales asfaltadas en el Alto Valle tiene un costo aproximado de 180.000 millones de pesos, según estimó la empresa constructora Servicios Confluencia que ofrece servicios de hormigón, asfalto y maquinaria.
Según la empresa actualmente pavimentar 100 metros de camino rural con cinco metros de ancho demanda alrededor de 75 millones de pesos. Mientras que su proyección por kilómetro asciende a 750 millones de pesos, considerando materiales, base, suelo y terminación.
Las calles rurales del Alto Valle y la actividad frutihortícola
En la actividad frutícola, el estado del camino influye directamente en el traslado hacia empaques y frigoríficos. Las vibraciones del ripio, los desniveles y el movimiento dentro de los bins pueden generar golpes o compresiones, reduciendo la vida útil de la fruta y aumentando los porcentajes de descarte.
En este sentido, Kleppe S.A, una de las principales empresas productoras de peras y manzanas del país, también observa el impacto de la infraestructura vial en la logística de las calles sin asfaltar y afirmó que «ese daño, frecuentemente invisible al llegar, pero evidente a las horas o días, degrada la apariencia, reduce la resistencia de la pulpa y acelera el deterioro».
Además, la firma, con 92 años de trayectoria indicó que «mejorar la infraestructura -bacheo, nivelado y frecuencia de mantenimiento- es una de las medidas con mayor retorno potencial para cuidar la calidad y alargar la vida útil de la fruta».
Roca tiene la red terciaria asfaltada más extensa del Alto Valle
En cuanto a la extensión, Roca tiene aproximadamente 298 km de calles rurales, de los cuales unos 97 km están asfaltados, lo que representa cerca del 32% del total. La zona productiva se extiende unos 16 km de este a oeste.
En diálogo con este medio, Claudio Diazzi, secretario de agrimensura de la municipalidad de Roca indicó que el inicio del asfaltado comenzó a principios de los 2000, alrededor de 2004 o 2005, las obras se hacían en conjunto con Vialidad Provincial. «Yo empecé a trabajar en la municipalidad en esos años y recuerdo que la primera etapa fue en Roca, luego siguieron en Allen y también hacia Cervantes», recordó Diazzi.
El funcionario remarcó la importancia de contar con una red terciaria asfaltada, «es muy importante para el traslado de la fruta. Las calles de tierra requieren mantenimiento constante y generan golpes que afectan la calidad de productos delicados», sostuvo.
Además, agregó que actualmente el mantenimiento depende de los municipios, tanto en calles de tierra como asfaltadas. «En las primeras se pasa la máquina para emparejar, mientras que en las segundas se reparan las banquinas cuando se degradan», afirmó Diazzi.
Por último, explicó que el criterio general es trabajar en las calles rurales al sur de la Ruta 22, ya que la mayor parte de la actividad productiva se concentra allí. Al norte, en cambio, predominan las zonas urbanizadas.
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