Por qué Bariloche tiene tantos casos de coronavirus

El virus llegó tarde a la ciudad andina y se estima que fue en avión. Hoy suman 49 personas contagiadas y dos curadas. Hay 12 agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y personal sanitario entre los afectados.

La cantidad llamativa de casos de coronavirus en Bariloche tiene varias explicaciones pero un solo origen. El primer vehículo fueron los aviones que llegaron en los últimos meses a la ciudad y el segundo, el personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que, con medidas de prevención que hoy podrían cuestionarse, se contagiaron y, sin saberlo, llevaron el virus a sus casas.

Así también llegó al hospital Ramón Carrillo. Un integrante de esa fuerza de seguridad contagió a un familiar que resultó ser un integrante del laboratorio. De inmediato, las autoridades descartaron que el contagio hubiera estado vinculado a la atención sanitaria, a diferencia del sanatorio San Carlos.

Cuando la curva de contagios de coronavirus trepó en Bariloche, se definió realizar un “hisopado masivo” entre el personal del hospital público durante el último fin de semana.

“Mantenemos unas 250 personas aisladas. Unos 120 corresponden a una fuerza del seguridad y habrá unas 30 personal del hospital que permanecen aisladas. La buena noticia es que ayer (por el martes), hubo 25 casos descartados del hospital”, expresó el ministro de Salud de Río Negro, Fabián Zgaib.

Anoche la secretaria de Políticas Públicas, Mercedes Ibero, en la conferencia de prensa diaria, dio más precisiones. Fueron 280 personas aisladas con vínculo estrecho en los casos iniciales (cercanos a PSA), de los cuáles 20 dieron positivo, y en total 480 aislados.

En la PSA se confirmaron 12 contagios.

En el hospital Ramón Carrillo se hizo un hisopado masivo tras el contagio de una persona, pareja de un agente de PSA. Foto: Alfredo Leiva

A partir del primer contagio de una médica en el Sanatorio San Carlos, las autoridades dispusieron el aislamiento de unos 25 empleados que podrían haber mantenido contacto con esa persona infectada.

En el caso del Hospital Privado Regional, aclararon que “como una médica que trabaja  en el San Carlos había realizado dos guardias en ese establecimiento, preventivamente se aisló a las personas que habían mantenido contacto con ella pese a que no tenían síntomas”. “Hisopamos a tres que presentaban algún síntoma y dieron negativo”, añadieron.

Recién el viernes 3 de abril, Bariloche registró el primer caso de coronavirus. Dos días después, Zgaib y el director del hospital Ramón Carrillo, Leonardo Gil, dispusieron el aislamiento preventivo de los 120 integrantes de la PSA. Fue a raíz de denuncias cruzadas de varios integrantes de la fuerza respecto a compañeros con síntomas compatibles con coronavirus.

Doce días después de la aparición del primer caso confirmado en la ciudad lacustre, los positivos ascendían a 49 (y 95 en la provincia). Hoy, Bariloche registra el 51% del total de los casos de Río Negro.

Un informe publicado por el Centro de Estudios Patagonia (CEP), compuesto por investigadores del Instituto Balseiro, Conicet y la Universidad Nacional del Comahue y Río Negro, resalta que el número de casos confirmados de coronavirus en Choele Choel y Bariloche “supera la media nacional y del resto de las provincias”. Advierte que en el caso de Bariloche, los casos están focalizados en grupos de trabajo, vinculados a la salud, las fuerzas de seguridad y los empleados de supermercados.

Zgaib dijo no conocer ese informe y recalcó que la provincia “hace su propio estudio porque lo que pasa dentro de la provincia es nuestra responsabilidad”.

Destacó que los 49 casos de Bariloche (al miércoles) son leves, “salvo una mujer que está en terapia intensiva” aunque su condición no sería grave. Se trataría de la madre de la cajera de un supermercado, de 69 años, que no ha requerido de asistencia respiratoria mecánica.

De todos los casos confirmados, alrededor de 40 pacientes están distribuidos en tres hoteles de Bariloche (cuyas identidades no serán difundidas), a donde ya se asignó “personal de enfermería y mucamas”. “Como son leves, no requieren más que seguimiento”, explicó Zgaib. 

Recalcó además que “los aislados no son casos sospechosos; solo significa que estuvieron en contacto con personas que sí se contagiaron. La idea es que no contagien a su grupo, ni a los demás”.

Según pudo reconstruir este diario, la esposa de uno de los efectivos de la PSA con análisis positivo trabaja en el laboratorio del hospital Ramón Carrillo, donde el virus se expandió, al punto que las autoridades sanitarias debieron reconstruir el equipo de trabajo.

De hecho, esta semana el hospital informó que no atendería la demanda espontánea del laboratorio debido a que en “la situación de pandemia covid-19, nos encontramos reacomodando tareas y espacios permanentemente, a fin de brindar la mejor y más segura atención”.

Hubo un segundo foco, cuyo origen es difuso, que es el de la cajera de un supermercado; su madre sería la persona internada en terapia intensiva. En este caso se dispuso el aislamiento de 8 personas de su entorno.

Vida de hotel

Consideraron las autoridades sanitarias (en coordinación con las políticas, incluida la intendencia) que en una ciudad repleta de camas de hospedaje y vacía de turistas, hay infraestructura de sobra para alojar pacientes con diagnóstico confirmado de coronavirus pero sin síntomas o con síntomas leves.

Arrancaron con un hotel y anoche se pensaba contar con tres.
“Tienen habitación privada y televisión, es mejor que el hospital”, resumió un funcionario que, como hay tanto celo en la información, pidió que su nombre quedara en reserva.

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