Preocupan los reclamos por los paquetes turísticos ya contratados

En el sector advierten problemas ante las demandas de reprogramación o devolución del dinero de los servicios no prestados. El segmento estudiantil de Bariloche está pendiente.

La incertidumbre sobre la continuidad de la cuarentena y la fecha de la reanudación de los servicios turísticos puso contra las cuerdas a los prestadores del sector, que lidian con solicitudes de “reprogramación” y también con clientes que exigen la devolución del dinero, lo cual podría desatar una lluvia de quiebras.

El experto en derecho del turismo Diego Benítez, dijo que otros países ya se anticiparon a regular la cuestión, pero la Argentina arrastra un atraso que preocupa a los prestadores.

También se prendieron señales de alarma con un proyecto de ley del gobierno que ya tiene dictamen de comisión en Diputados, que promueve la reprogramación de servicios ya contratados por 18 meses, la entrega de un “voucher” equivalente o la opción del “reintegro” de las sumas abonadas en tres cuotas mensuales, con vencimiento la primera a los 21 días de la solicitud de reembolso.

Las empresas también siguen de cerca una causa tramitada en la Justicia de Córdoba contra la compañía aérea Fly Bondi para que devuelva el dinero de los pasajes en vuelos que no se pudieron realizar por la pandemia. Y que ya tiene vía libre en un tribunal, que agrupó los casos en una “acción colectiva”.

En un artículo sobre el tema publicado por la prensa especializada, Benítez había señalado ya en mayo que “apremia una medida jurídica aliviadora”. Ahora le dijo a RÍO NEGRO que la preocupación es mayor porque el tiempo pasa y las soluciones no aparecen. Dijo que lo que está en juego es la continuidad de miles de empresas y puestos de trabajo.

Explicó que desde el punto de vista legal el usuario/consumidor cuenta con herramientas para pedir el resarcimiento en dinero del servicio no prestado, tal como está previsto en el artículo 1.090 del nuevo Código Civil, que legisla sobre “la frustración de la finalidad de contrato”.

Refirió que en países como Francia y Portugal ya hay legislación nueva para resolver los contratos turísticos incumplidos y se establecieron plazos de reprogramación de 18 meses. En Italia rige una pauta de 12 meses.

En Brasil, la reprogramación a partir del próximo 31 de diciembre (fecha fijada hasta ahora el fin del “estado de pandemia”) tendrá que ser pactada en cada caso en un plazo de 90 días.

“Acá en Argentina es más complejo, ya hay medidas cautelares en puerta y la Justicia les da la razón” dijo Benítez, que es doctor en Derecho, docente de la UNRN y presidente de la Asociación Argentina de Derecho del Turismo.

Advirtió que, sin normativa específica, en el caso de los paquetes las reprogramaciones deberán ser asumidas por las agencias de viaje y dejarán indemnes a las compañías aéreas.


El turismo estudiantil


Un caso particularmente conflictivo es el del turismo joven, cuyas empresas operadoras cobran la totalidad por adelantado pero no están impedidas de prestar los servicios. La expectativa de las firmas del sector es reprogramar a partir de septiembre y cumplir con todos los grupos de este año antes de enero próximo.

De no ser así, recibirán reclamos de reintegro y algunos operadores hablan ya de “quiebras masivas”.

Benítez dijo que el problema más grande que ven es la devolución inmediata en solo tres cuotas, previsto en el proyecto de ley. Señaló que sí podría pensarse en un reintegro en plazos más largos, “una vez que vendan y empiecen a cobrar” los paquetes del próximo año.

Dijo igualmente que si el sistema se sostiene es porque “el porcentaje de público que aspira a la reprogramación es mucho mayor que los que no quieren nada distinto al reembolso”. De otro modo la ecuación sería inviable.

Benitez señaló que cualquier salida “tiene que tener contemplada la frustración de la finalidad del contrato”. Dijo que la mira debería estar puesta en la preservación del empleo y evitar que las empresas vayan a la quiebra, pero sin dejar de tener en cuenta que “hay distintos actores: la agencia, el transportista, el receptivo, la compañía aérea. La cadena es muy grande y hay muchas picardías”.

Refirió que está en preparación una convención internacional para abordar el tema porque la crisis supera todo lo imaginado. Benítez dijo que será indispensable aplicar el principio de “fraternidad” y dar por hecho que hay incumplimiento de servicio por “imposibilidad” de cumplir, es decir por una pandemia en la que todos pierden algo.


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